El verano ya ha terminado y con él la temporada alta turística, la principal fuente de ingresos y de empleo de la provincia de Málaga. De hecho, ha sido un verano récord. Toca arrancar nuevo curso y nuevas curvas en el el mercado laboral, pero el punto de partida no es malo.
Málaga acabó septiembre con 117.632 personas apuntadas al paro en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo. Son 1.290 más que en agosto, por lo que ha habido un incremento mensual del 1,1%, pero también hay que precisar que hay 11.240 desempleados menos que hace un año.
Lejos han quedado, afortunadamente, aquellas cifras de paro en plena recesión en la segunda década del siglo en la que se superaban ampliamente los 200.000 desempleados en la provincia.
Ahora se está en volúmenes más aceptables, aunque parece muy complicado bajar de la mítica barrera de los 100.000 parados, máxime cuando Málaga está de moda y está atrayendo a muchas personas nacionales e internacionales, lo que aumenta la población activa.
Según los datos oficiales publicados este miércoles por el Gobierno, el 60% de las personas desempleadas en la provincia de Málaga son mujeres. Además, el mayor incremento del paro se ha producido en el sector servicios y en el colectivo de personas sin un empleo anterior -algo habitual tras el verano-, mientras que ha bajado ligeramente en agricultura, industria y construcción.
Un aspecto clave a analizar es el número de afiliados a la Seguridad Social, que va a definir claramente en qué posición estamos. Málaga ha empezado octubre con 726.796 personas dadas de alta. Son casi 7.000 menos que en agosto, pero 23.358 más que un año atrás.
Vienen meses complicados para el empleo. En la habitual montaña rusa del mercado laboral en Málaga, marcada por la temporada turística, lo normal es que el paro crezca en los próximos meses hasta la Semana Santa, con un pequeño oasis en medio motivado por las contrataciones para Navidad.