Tres días antes de la primera carrera de esta temporada del GT Open Cup en el circuito de Portimao, en Portugal, el flamante Subcampeón de GT del Campeonato Italiano 2022 no tenía equipo ni programa deportivo para esta temporada, perdiendo toda esperanza en ese momento de competir en 2023. Sin embargo, la misma semana de esa primera carrera recibió una llamada del equipo alemán Mertel para ofrecerle pilotar uno de sus Ferrari 488, al que le quedaba un asiento libre para acompañar a Iván Velasco, otro piloto español. La sorpresa fue mayúscula y la premura de tiempo un gran problema.
Después de solventar la renovación de la licencia de piloto, de encajar fechas y, mínimamente, de conocer su nuevo equipo y el coche, se presentó en el circuito para pilotar solo en esa primera carrera, que era el acuerdo inicial. Sin embargo, la victoria en esa prueba lo cambió todo y finalmente pudo realizar el campeonato al completo junto a Velasco. Hay que recordar que es un campeonato con dos pilotos por coche que se tienen que turnar obligatoriamente en cada una de las dos carreras independientes de una hora que hay en cada circuito, que suman un total de 10 carreras en la temporada. También es obligatorio celebrar unos entrenamientos clasificatorios en cada carrera que tienen que alternarse cada piloto, es decir, el piloto que realiza los entrenamientos para clasificar el coche en parrilla tiene que ser el que empieza la carrera, para después hacer el cambio con el otro piloto del equipo a mitad de la misma aproximadamente.
El GT Open Cup es un campeonato donde se utilizan vehículos que se venden comercialmente, pero que no estamos acostumbrados a ver por la calle, salvo que vivamos en el entorno de Puerto Banús o Mónaco, por poner un ejemplo. El Ferrari 488 es el modelo que Jorge Cabezas ha utilizado durante la temporada, convenientemente adaptado al reglamento GT4, que permite unas modificaciones básicas sobre el vehículo de serie, adaptando a las exigencias de la competición elementos como la suspensión y los frenos principalmente, además de los elementos de seguridad obligatorios. De esta manera, la parrilla de salida está compuesta de vehículos que tienen entre 500 y 650 caballos, entre los que tenemos el propio Ferrari 488, Lamborghini Huracán, Mercedes AMG o Porsche 911.
Para solventar el problema que supone hacer correr coches con distintas potencias y prestaciones, dentro de la categoría GT existe un reglamente técnico internacional que iguala las prestaciones a través del llamado BOP, Balance Of Performance, algo así como “equilibrio de prestaciones”, a través de cual se interfiere en elementos técnicos y dinámicos de los modelos para así igualarlos en pista. Pero es que, además, si esto no es suficiente, a cada coche se le impone un lastre en peso que deben llevar en la carrera siguiente en base al resultado de la anterior. A modo de ejemplo, el Ferrari 488 de Jorge Cabezas iba lastrado en la última carrera de Barcelona con 40 kg porque fue el vencedor de la carrera anterior de Monza. Como resultado, el equipo ha sido el único del campeonato que ha sumado puntos en las diez carreras del mismo, consiguiendo estar delante en los circuitos que eran propicios a su coche y sabiendo aguantar en posiciones más retrasadas en los circuitos no tan favorables con tal de conseguir esos puntos necesarios que al final les ha dado el campeonato.
Jorge Cabezas tiene 29 años y empezó a montar en un kart de alquiler cuando tenía 5 años, cuando junto a su hermano Nacho, también piloto, acudía de la mano de su padre Agustín a pasar el fin de semana a una pista en Torre del Mar. Solo un año más tarde empezaría a competir en karting, consiguiendo el título de Campeón Andaluz con 10 y 14 años. Junto a su hermano Nacho ha competido en el Campeonato de España de Resistencia, consiguiendo el Trofeo Ibérico en 2012 y la victoria en la categoría junior en 2013. El año pasado Jorge Cabezas disputó el Campeonato de Italia de GT, donde fue subcampeón al volante de un Honda NSX.