Pocos reconocimientos han sido tan merecidos como el que la Federación Andaluza de Automovilismo ha concedido a Juan Manuel Sánchez de los Ríos por toda una vida dedicada al mundo del motor, porque su labor a lo largo de casi 60 años en pro del automovilismo en todas sus facetas ha dejado una huella imborrable.
En el año 1966, con apenas 14 años, empezó a trabajar como mecánico aprendiz en el Garaje Andalucía de avenida Rosaleda, en una ciudad que empezaba a abrirse a la movilidad con la llegada de marcas y vehículos de mejor calidad que los disfrutados en la posguerra. De ahí pasó a uno de los primeros concesionarios de la ciudad por entonces, Luque y Vera, primero en el taller entre 1966 y 1970 y después, en una segunda etapa, en el departamento de ventas entre 1974 y 1979. Conociendo de primera mano los entresijos del mundo de la venta de coches se aventuró con 28 años a representar a la marca Skoda en Málaga dentro de las instalaciones de Talleres Hidalgo en la avenida de Europa, mucho antes de que esta se uniese al Grupo Volkswagen.
Esos años le sirvieron para madurar lo que en su cabeza hervía desde tiempo atrás: establecerse por su cuenta definitivamente y no depender de terceros, con las ventajas y los inconvenientes que esa decisión podía acarrear. Pero no cejó en su empeño y, finalmente, inició su andadura en solitario en un pequeño local de la zona de Carranque, junto al antiguo matadero, que abrió en diciembre de 1983 y que llamó De los Ríos Motor, una denominación que sería muy reconocida en el sector con el tiempo.
A finales de los ochenta el sector de la automoción en España vivía una revolución en la venta de vehículos, con la llegada de numerosas marcas y estas necesitando empresarios que quisieran unirse a sus redes de ventas. Ese fue el momento de saltar a un concesionario de los llamados grandes, Alfa Romeo, en el Camino de San Rafael, donde Expoauto Málaga representó a la marca italiana, que estaba inmersa en un delicado momento, al ser absorbida por el grupo Fiat después de estar a punto de desaparecer a nivel mundial. Esos años, principios de los noventa, fueron especialmente difíciles porque en España se vivió una gran crisis, que coincidió con la clausura de la Expo 92.
Después de hacer borrón y cuenta nueva, apostó a ciegas por una marca absolutamente desconocida para todos en ese momento: Hyundai. Tan nueva era la marca que fue precisamente Sánchez de los Ríos quien abrió el primer concesionario de la misma a nivel nacional en 1992, Gibralfaro Motor, en una nave de la avenida Juan XXIII, que con el tiempo se quedó pequeña y que trasladó el polígono Santa Bárbara donde ha seguido hasta su jubilación en 2020. Allí la empresa creció al mismo tiempo que la marca lo hacía en España y a nivel mundial.
Pero si esta faceta forma parte de la vida de Sánchez de los Ríos, hay otra quizá más importante para él: promotor y mecenas en la competición automovilística. De hecho, ha estado implicado casi 50 años en la promoción y organización competiciones automovilísticas desde la Escudería Gibralfaro, quien con él al mando llevó a cotas que nadie ha logrado superar, organizando dos pruebas míticas en los campeonatos de España de finales de los ochenta: Subida a Los Montes de Málaga y Rally de Gibralfaro.
Paralelamente, con su concesionario Gibralfaro Motor recién abierto en 1992, convenció a los dirigentes Hyundai a nivel nacional para que fuera el primero en utilizar coches de esa marca en competiciones en España. Así empezó, desde 1993 a 1995, la primera Copa Hyundai de Rallys, primero con dos coches y acabando con diez unidades del pequeño modelo Pony. Ante tal éxito, los directivos de la importadora de Hyundai en España entendieron que la competición era un magnífico escaparate para dar a conocer a la marca, todavía en proceso de crecimiento. En 1998 se creó algo totalmente novedoso en competición: el Hyundai Festival, carreras con coches de la marca en un formato visual atractivo y unos presupuestos para los pilotos contenidos, en una copa que supuso un éxito absoluto de participantes y de público. Ahí Sánchez de los Ríos se volcó y montó su propio equipo con los Hyundai Accent, consiguiendo sus coches la victoria en esa copa nacional en cuatro ocasiones, con los pilotos Abimael Tomeno, Jordi Masdeu, Antonio Aristi y Manuel Rueda. Después el modelo Accent fue sustituido en 2004 por los Coupé V6, mucho más potentes y rápidos en pista, con los que otros malagueños como Álvaro Fontes y Javier Sánchez compitieron al más alto nivel.
Pero si hay algo en Juan Manuel Sánchez de los Ríos que demuestra su pasión por la competición es la ayuda que ha prestado, muchas veces de manera desinteresada, a innumerables pilotos de todas las categorías y épocas, que siempre estarán en deuda con él por su apoyo.