No hay ningún sector de la movilidad donde no afecten los enormes cambios que se avecinan, en algunos casos ya vigentes, y que nos están cambiando nuestra forma de desplazarnos. Por eso, nunca sobran charlas como a la que pudimos asistir para ayudar a que los usuarios despejen sus dudas, que son muchas, a la hora de decidir la compra de una u otra tecnología o a qué limitaciones nos tendremos que enfrentar si queremos entrar en los centros urbanos con nuestros vehículos en pocos meses.
Sea como fuere, lo que está claro es que el uso discrecional del vehículo particular es algo que dejará de existir en poco tiempo, de hecho, ya tiene grandes limitaciones en según qué zonas. Eso de arrancar nuestro coche privado y dirigirnos a donde queramos ya no es posible. Y cada vez habrá más limitaciones.
Eduardo Dívar, director general de KIA España tomó la palabra y comentó que “los fabricantes están haciendo su trabajo, invirtiendo enormes sumas de dinero para asumir una transición al vehículo eléctrico que está a la vuelta de la esquina industrialmente hablando, porque 2035 es una fecha muy cercana. Pero sin la ayuda y el compromiso de la administración central puede que nos quedemos en el vagón de cola de Europa, con la pérdida de competitividad que eso significa”.
Dívar no ocultó su malestar a raíz de las recientes reuniones que Anfac, la asociación de fabricantes de la que es miembro, ha tenido con el gobierno para encauzar el pésimo nivel de ventas de vehículos eléctricos en España “muy por debajo del resto de países de nuestro entorno, como Portugal, con el triple de ventas de vehículos eléctricos. A raíz de esta inacción por parte nuestro gobierno, el presidente de Anfac dimitió de su cargo”.
A Trinidad Hernández, concejala de movilidad del ayuntamiento de Málaga, le tocó explicar cómo serán las medidas que limitarán el acceso de los vehículos al centro de Málaga, en una zona de 437 hectáreas y controlada por casi 100 cámaras. Según comentó, “nada va a cambiar en el primer año a partir de que se ponga en funcionamiento el sistema, probablemente antes de agosto. En ese tiempo queremos controlar el flujo de vehículos para saber qué tipo de vehículos entran y salen. A partir del segundo año los que no tengan etiqueta no podrán entrar, salvo los domiciliados en la capital. A partir del tercer año, 2026, no podrán entrar los que tengan etiqueta B, aunque sí los domiciliados en Málaga. Estimamos que casi la mitad de los vehículos censados en la capital son de este tipo, los que no tienen etiqueta (A) y los que tienen etiqueta B”.
Siguiendo las explicaciones de la concejala llegamos a la conclusión de algo insólito: si alguien tiene un vehículo contaminante, sea sin etiqueta (A), o con etiqueta B, podrá seguir utilizándolo ilimitadamente siempre que el vehículo esté domiciliado en Málaga capital. Solo en el caso de que sea transferido perderá la posibilidad de seguir circulando. Pero esto genera otra picaresca: alguien que tenga un coche antiguo y que esté domiciliado en Málaga capital le puede interesar no venderlo y seguir usándolo en su municipio, en el caso de Málaga capital, aunque no en otros municipios. Quizá sería exigible un límite de años para que ese vehículo quede fuera de circulación sin esperar a que su dueño deje de utilizarlo o fallezca.
También se aprovechó el evento para celebrar la venta del vehículo nuevo 2500 por parte de Ruedatur KIA, recibiendo un obsequio su sorprendida propietaria.