Ir al supermercado sin ir a ningún sitio, y sin que haya siquiera un supermercado. Es la apuesta de las versiones fantasma de estas superficies, que -siguiendo la estela de las cocinas fantasma- se expanden por el país con éxito. Este jueves, aterrizan en Málaga de la mano de la empresa alemana Gorillas y harán lo propio en Marbella a partir de este sábado.
Su fórmula es la siguiente: desde casa, el parque o la oficina, el usuario pide los productos de supermercado que quiere comprar mediante una aplicación móvil -por ejemplo, un bote de guacamole, un paquete de galletas o un tubo de pasta de dientes-. La empresa se compromete a que lo tengas donde lo hayas pedido en un máximo de 10 minutos. ¿Qué ha ocurrido entre medias?
No, no han bajado al súper y ya está. Han creado su propio súper fantasma, almacenes cerrados al público y situados estratégicamente a menos de ocho minutos en bici de las zonas de reparto. Una fórmula que, según defiende la compañía Gorillas, no solo no supone una amenaza para los productos locales, sino que los potencia. Las superficies del barrio malagueño de Carretera de Cádiz serán las primeras en tener a estos súper fantasma en la competencia.
"Hemos seleccionado como nuestra primera ubicación el mítico distrito de la Carretera de Cádiz. La idea es trabajar en base a la recepción que nos den, para así continuar nuestra expansión tomando siempre en cuenta el feedback de los malagueños.
Esperamos poder crecer rápidamente y que en un corto plazo podamos
llegar a más distritos de la ciudad", explican desde Gorillas a EL ESPAÑOL de Málaga.
El siguiente hito será este sábado, cuando también los vecinos del centro de Marbella podrán hacer pedidos a través de su aplicación. El plan inicial es abrir hasta cuatro almacenes en la Carretera de Cádiz y uno en el centro de Marbella antes de septiembre, cada uno de ellos con sus 10 empleados: "Nuestro norte es claro: cumplir con el compromiso de entrega de menos de 10 minutos con cada pedido. Para ello, estamos dispuestos a establecer los almacenes que se necesiten para lograrlo".
Prometen que los dos primeros minutos tras el pedido son para localizar y preparar el producto dentro del propio súper fantasma. Los ocho minutos restantes, para que un repartidor lo lleve al lugar desde el que se haya pedido, siempre dentro de unos límites de alcance. Ante una situación que parece inevitablemente tensa para el empleado, Gorillas quiere diferenciarse de otras aplicaciones de delivery: aplauden la ley rider aprobada en junio por el Congreso de los Diputados y defienden que todos sus repartidores están contratados y con seguro contra accidentes.
Otro punto a seguir será su relación con los negocios de la propia provincia. Según explican desde la aplicación, ya cuentan con acuerdos cerrados con proveedores locales como cerveza La Catarina, frutas Eladio o panadería El Salvador, que les suministrarán productos malagueños para su distribución.
Se muestran abiertos a relaciones comerciales con más marcas, "ya sea que el productor local se acerque a nosotros o nosotros a él", pero marcan tres requisitos: "que ofrezcan la mayor calidad de producto posible", "que tengan un claro compromiso con su región" y "poder brindar una alternativa ecológicamente responsable".
Desde la compañía alemana, piensan que así los proveedores locales "se benefician directamente gracias a que conectan con el consumidor final sin tener que pasar por una larga red de intermediarios, sin tener que gastar en publicidad y sin necesidad de invertir en costosos y complejos sistemas logísticos".
Los consumidores, por su parte, "se benefician al tener productos de la más alta calidad y frescor que se puede conseguir en el mercado, a los mismos precios que encontrarían en el súper y la convivencia de poderlos obtener en tan solo 10 minutos". Queda sin responder la cuestión de cómo se beneficiarán los comercios locales de las áreas en las que aterrizan estos súper fantasma.
Esta es la oferta que trae Gorillas a la provincia: a partir de este jueves, los soberanos serán los propios consumidores malagueños.