Manuel Heredia es de La Mosca, de El Palo y de BeSoccer, la empresa líder en datos de fútbol en medio mundo. Como fundador de esta compañía señera del auge tecnológico de Málaga, Heredia fue este lunes el entrevistado del I Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga, con la colaboración de Cervezas Victoria y Medac. Esta es una reproducción -ligeramente acortada- de la conversación que tuvo en directo con este periódico, tras la que hubo una ronda de preguntas de los allí presentes.

¿En qué momento tú te das cuenta de todo lo que puedes aportar? El sistema educativo no siempre te premió las habilidades que justamente te han llevado a donde estás.

En el colegio repetí dos veces el mismo curso. Soy de esas personas que, si algo no le motiva, pasa al final. Bachillerato sí me lo saqué bastante bien y, cuando me matriculé de la carrera de Ingeniería Informática, estuve una semana y veía que estaban de media ocho o nueve años. Pensé: "Yo ya ha perdido dos años de mi vida, si ahora voy a estar aquí ocho o nueve años, encima soy mal estudiante... Voy a salir muy tarde al mercado laboral". Decidí matricularme en un ciclo formativo en El Palo, en el SAFA-ICET, y me vino genial. Empecé a recuperar el tiempo perdido cuando empecé a hacer lo que me gustaba, que era programar y los ordenadores.

Casi siempre he notado una cosa que ha sido realmente mi motor. Yo quería demostrar que no era un caso perdido ni que haber repetido me iba a condicionar toda mi vida. Muchas de las cosas que hacía las hacía por reconocimiento dentro de mi familia. Cuando conseguía cualquier hito, en vez de alegrarme o pensar en lo que he hecho, lo que hacía era contárselo a mi padre y, en especial, a mi madre. 

Después del primer ciclo formativo, me fui a Irlanda. Hice mi Erasmus particular: estuve allí en una discoteca recogiendo vasos. Después de un año, me dije: "Ahora sí estoy preparado para salir al mercado laboral, he vivido la experiencia de estar fuera, tengo ya mi base de estudios, he encontrado lo que me gusta". Me vine aquí y me puse a trabajar en una empresa de programación. A los tres o cuatro meses me rompí la rodilla jugando al fútbol, fue uno de los momentos más delicados que tuve -"Joe, ahora que estaba cogiendo el ritmo, me rompo la rodilla, tengo que darme de baja en el trabajo..."-.

Ahí decidí unir mis dos grandes pasiones, el fútbol y la programación. Al poco tiempo de hacer la página web, la primera versión de resultados-futbol.com, fue cuando me di cuenta de que podía ser algo grande. Creando algo de la nada, sin recursos ni nada, estaba ganando dinero en algo que me apasionaba. Me di cuenta de que era muy importante levantarme cada día ilusionado con lo que hagas. Cuando estaba en el colegio, si podía saltarme las clases, me las saltaba. No me compraba siquiera los libros, pasaba olímpicamente. Me di cuenta de que no sabía por dónde iba a salir, si iba a ser capaz de vivir con esto, pero que iba a ser feliz con ello.

Coincidís en el tiempo Resultados de fútbol con empresas señeras en el auge tecnológico de Málaga, como Freepik, Virustotal, Uptodown... Joaquín Cuenca, de Freepik, comentó en una entrevista a este periódico que habíais sido una generación de emprendedores a pulmón, que os habíais centrado en el producto más que en las ventas y habíais dejado que el producto hablara por sí solo.

A Alejandro Sánchez, uno de los fundadores de Freepik, lo contraté como diseñador cuando hicimos la web de laSexta. Hubo varias cosas que no me gustaron y al final me salí de la empresa. Al poco tiempo él se salió conmigo y le dije: "Mira, yo tengo el proyecto de Resultados de fútbol, que da dinero. Si quieres, el 75% de Resultados de fútbol lo mantengo yo, te doy el 25% y tú me ayudas en toda la parte de diseño". En aquella época, él tenía un banco de imágenes con su hermano e hicimos lo contrario en la otra empresa: el 25% del tiempo ayudaba en lo que entonces era Andalucía Imagen, que después se convirtió en Freepik. En 2011 o 2012 vimos que la situación se había tornado insostenible: éramos dos personas muy, muy jóvenes con dos empresas muy grandes y muchos conflictos de intereses a nuestro alrededor. Hablamos: "Los dos tenemos ya la vida resuelta, estamos haciendo lo que nos gusta, nos liquidamos cada uno nuestra parte. Mejor mantener una amistad que vernos presionados por el entorno".

La clave del éxito de BeSoccer es lo que decía Joaquín Cuenca. El dinero solo lo veo como un recurso para mejorar la empresa, lo que veo clave es hacer un buen producto. Si en vez de reinvertir 2.000 euros al mes, decides usarlos para ganar 5.000 en vez de 3.000, lo que estás haciendo es capar tu crecimiento. El poder crecer a pulmón es clave. En Estados Unidos se llama bootstrapping: crecer sin recursos e invirtiendo todo lo que generas. Eso te permite mucha libertad de movimiento, pero si no lo sabes llevar te puede someter a mucha presión.

Manu Heredia en el I Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga.

Ahora todo va muy genial, pinta que va a ser una empresa de valoración de más de 100 millones dentro de uno o dos años, pero hemos pasado por todo. En 2011 o 2012 tenía a lo mejor 12 trabajadores, llegaba al mes justísimo y, si algo fallaba de repente, lo mismo se iba todo a la mierda. Dormía con pesadillas, tonterías como -cuando teníamos un solo servidor-: "¿Y si el servidor se cae o se rompe?" Hubo un viaje súper especial con una exnovia a París en el que una de las noches me llamaron de la empresa de servidores. Me dijeron que había habido una subida de tensión y uno de los servidores afectados había sido el mío. No me podían asegurar que el hardware estaba bien. Mi vida profesional la vi pasar delante de mí. No había copia de seguridad. Si ese disco duro no funcionaba, prácticamente tenía que empezar de cero. Fue una auténtica locura. Los servidores se arreglan por remoto. Tienes una consola, que dio señal, pero me ponía que no podía arrancar el sistema. Lo arranqué en modo sistema y conseguí arreglar ese disco duro.

Ahora las decisiones son mucho más importantes a nivel cuantitativo, un millón de euros arriba o un millón abajo, pero no a nivel porcentual. Nunca una decisión que yo tome mala o algo que dependa de mí puede dar al traste con el 100% de la empresa.

Es interesante también que hayas dado el paso de ser fundador y CEO a ser solo fundador. No sé si tiene que ver también con esa motivación y ese foco en el producto.

Las personas como yo pueden tener un error muy grave, pensarse que lo vas a hacer todo mejor que otras personas. Yo tuve bastantes problemas a la hora de delegar. BeSoccer era mi niña pequeña, mi proyecto de vida. Me di cuenta de lo importante que es delegar y dotar a gente de un espacio en el que puedan crecer. Yo tengo que estar en lo que yo soy mejor: creando producto y programando, y a día de hoy es lo que intento. Si tengo que ponerme a hacer cosas de la parte operativa o tengo que meter en una negociación, pues claro que lo hago. Hay determinadas cosas que me piden como imagen, y no hay ningún problema. Creo que ha sido un acierto.

Hace muy poco salía un informe que cifraba que la inversión de capital riesgo en Málaga era 130 veces menor que la de Barcelona. Entiendo que, cuando surge una generación con un producto tan bueno, es capaz de crecer a pulmón; pero no sé hasta qué punto todos deben seguir ese ejemplo o si crees que debe haber algún esfuerzo a nivel ciudad para atraer más fondos.

Ha habido una generación espontánea que ha tenido mucho éxito. Cuando te rodeas de gente muy buena y compites, te haces mucho mejor. Éramos un grupo que, en lugar de intentar ponernos la zancadilla unos a otros, si encontrábamos un servidor más barato o la solución para ingresar más dinero en publicidad, se lo comentaba al otro. Veíamos que desde aquí es difícil emprender y sabemos lo que cuesta. Nos ayudamos mucho unos a otros y eso hizo que muy rápidamente todos nos posicionáramos muy bien y creciéramos muchísimo.

Creo que a eso no se le ha terminado de dar mucha continuidad. Se podría haber aprovechado para que de aquí hubiesen salido spinoff o que hubiésemos participado en otros proyectos. Al final cada uno se centraba en su empresa, porque cada una era como una especie de micromundo. Es verdad que el tipo de emprendedores que somos nosotros no nos llevamos muy bien al final con todo este tema de fondos de inversión, incluso las instituciones públicas... Lo que queremos es ser libres y crear desde ahí.

Independientemente del estudio y que es verdad que la inversión no es potente, creo que ahora mismo Málaga es la tercera ciudad a nivel tecnológico. Por proyecto, por potencial y por el enclave que tiene. Si se consigue hacer las cosas bien y se sigue creciendo como hasta ahora, podríamos potencialmente superar a Barcelona, la segunda ciudad.

Sí es verdad que hay un problema muy grande. Están viniendo muchas empresas grandes que van a inflacionar mucho el mercado. Eso yo creo que va a hacer 'efecto burbuja'. El cómo lo manejemos entre todos creo que va a ser la clave. Si dejamos que la burbuja crezca mucho, sigamos intentando fomentar que vengan empresas grandes y parezca que esto es el Hollywood de la tecnología y aquí hay hueco para todos, puede llegar un momento que los eslabones más débiles se rompan. Eso sería una pena. Tendríamos las grandes empresas instauradas, pero proyectos de nuestro tipo no terminarían surgiendo. Para que esos proyectos nazcan, hace falta que haya esa necesidad de un chaval con mucho talento que se tenga que buscar la vida. Si ese chaval tiene aquí una gran corporación, lo fichará y en vez de generar dinero aquí en la zona, lo hará para una empresa de fuera. No soy político, pero creo que hay que intentar controlar la burbuja y que todo tenga su sentido. Que haya tejido empresarial y suficiente gente para todo lo que estamos intentando abarcar.

I Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga con Manu Heredia, de BeSoccer Lorenzo Carnero

¿La apuesta por la nueva sede es también una apuesta por ser reconocibles como un actor importante dentro de la ciudad?

La apuesta siempre ha sido por Málaga. Una parte sentimental, donde me he criado y está mi entorno; y otra egoísta, reúne muchas de las características para hacer crecer una empresa como BeSoccer muchísimo. Ahora se va a poner un poco más complicada la cosa por todas las empresas que están viniendo aquí, pero en Málaga se puede captar mucho talento de aquí y alrededores: Granada, Córdoba, Jaén... Muchísima gente que termina viniendo a Málaga. Todos sabemos que aquí la calidad de vida es muy, muy alta y el coste de la vida, hasta ahora, no. Te permitía generar mucho con pocos recursos.

En 2015 estuvimos hablando con Yahoo por 15 millones de dólares, pero nunca me planteaba el irme de Málaga. Quiero que estemos en Málaga y no de cualquier manera. Podíamos estar en el parque tecnológico, o podríamos haber hablado con la Junta de Andalucía, con la Diputación o con el Ayuntamiento de que nos cedieran un espacio. Decidimos hacerlo de una manera libre y cerca del distrito Centro. El edificio ha sido muy complicado de conseguir, es un edificio bastante caro. A pesar de que la empresa siga creciendo y llegue a una valoración muchísimo más alta, que lo que más sentido tendría sería que nos mudásemos, mi idea es que siempre lo estemos haciendo desde aquí.

Lo habréis visto alguna vez que lo ha comentado Bernardo Quintero, de VirusTotal. Cuando tuvieron la oferta de compra de Google, una de las cosas que dijeron y que los de Google no estaban entendiendo es que se iban a quedar aquí en Málaga. Y ya no en Málaga, sino en un chalet de El Candado. Cuando tuvieron que estar negociando esta parte, los abogados de Google flipaban. Ahí es muy importante el tipo de persona que somos. Como no hacemos las cosas por dinero, lo hacemos porque mañana yo me levante ilusionado en afrontar un nuevo día. Desde ese punto de vista, la única manera es estando en el sitio en el que estás cómodo. En mi caso, es aquí y rodeado de mi gente.

¿Descartas que en un momento dado llegue X empresa de X país, ponga X millones de euros y quiera apostar por BeSoccer, aunque os deje seguir gestionando desde Málaga?

Las últimas ofertas que nos han deslizado han sido de en torno de 50 millones. Ahora mismo no nos lo planteamos. Le dije el otro día a Miguel, el CEO: "Te pondría ahora mismo en un papel que para el año 2023, mediados o finales, esta empresa nos ofrece entre 100 y 200 millones de euros". No lo descarto, sé que va a llegar, sé que la empresa va a seguir creciendo. Tampoco quiero decir: "Oye, es que nunca venderé". Creo que no voy a vender, pero es como si te preguntan si vas a tener hijos. Yo creo que no, pero si un día me llega la persona adecuada, la circunstancia adecuada, y se me levanta el instinto... pues lo mismo tengo hijos. Yo no sé si dentro de un tiempo, pero mi proyecto de vida sería mucho más romántico de crear una empresa que deje huella en el sentido de tecnología, todo lo que tiene que ver con información del deporte, que tener 100 ó 200 millones más en el banco. Al día siguiente, tendría cien millones en el banco, pero no tendría nada que hacer.

Hasta el año 2015-2016, siempre cobraba unos 3.000-3.200 euros al mes y con eso iba sobrado. A partir de ese año la empresa empezó a facturar mucho más y todo el mundo de mi entorno me decía que tenía que cobrar más. A día de hoy, no gestiono ni siquiera mi dinero, me lo lleva mi hermana. No sé exactamente cuánto gano al mes, sé más o menos aproximado. Sé que esa parte va bien. Veo que el dinero es un recurso para cumplir mi sueño: hacer algo que sea de alto impacto y que ese sea mi proyecto de mi vida. Dejar algo por lo que poder ser recordado y que a mi manera haya mejorado un sector, el de la tecnología y el fútbol.

I Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga con Manu Heredia, de BeSoccer Lorenzo Carnero

Una empresa danesa me decía hace unos días que el único lugar del mundo en el que se han triplicado los salarios del sector en los últimos cinco años es Málaga. El capital humano y técnico está muy demandado. Dentro de la cultura laboral de BeSoccer hay una apuesta muy fuerte por el salario emocional, ¿cómo puede eso dar competitividad en un entorno cada vez más fiero?

Nosotros no hemos triplicado, pero los salarios de media habrán subido un 40-50%, que ha sido lo que hemos podido acometer. Hay gente que intenta transmitir el mensaje de que nosotros pagamos poco. No pagamos poco, pagamos lo que un trabajador prácticamente nos puede llegar a generar. Prácticamente reinvertimos todo lo que generamos, no es que nos estemos enriqueciendo. Pagamos lo que creemos que es un salario sostenible en el tiempo de cara al crecimiento que vamos a tener.

El salario emocional es nuestra clave. Lo que pretendemos es que trabajar en la empresa sea una experiencia dentro de tu vida y, si en un momento dado tienes otra situación y necesitas por ejemplo ganar más dinero o te apetece otro tipo de cosas, te permita dar ese salto de forma fácil. Como no puedes competir al final con que venga alguien y te diga que a uno de tus programadores le paga el doble, que nos ha pasado mucho... Cuando ha venido esos casos, yo se lo he dicho a mis programadores: "Vete, es lo mejor que puedes hacer. Yo no te voy a hacer una contraoferta ni te voy a intentar detener". Hay que dejar que las cosas salgan de manera natural. Nosotros no podemos entrar en ese juego. Si entras, mucha de la filosofía que tenemos de emprendimiento se rompe. En el bootstrapping, es necesario que sea un rendimiento sostenible. 

Estamos siendo una de las empresas que está haciendo crecer más a los perfiles talentosos de Málaga, y después esos perfiles o bien hacen carrera dentro de la empresa o bien terminan yéndose a una de estas empresas. Si me tengo que situar en un punto en el que te tengo que decir cuál es mi política de contratación de cara al futuro, va mucho más a coger a gente recién titulada o con talento que prácticamente sea su primer trabajo. No solo formarlos, que crezcan con nosotros. A partir de ahí, ellos van eligiendo si quieren seguir haciendo carrera con nosotros o se quieren ir. Con eso consigues tener una media salarial sostenible respecto al crecimiento que estás teniendo y también consigues tener una empresa que va a estar casi siempre a la vanguardia. La gente recién egresada viene con muchas ganas, aunque no venga con muchos conocimientos. Eso hace que a gente más asentada o acomodada se le despierte el interés, haya un poquito de competitividad.

Esa es la estrategia que nosotros estamos llevando. Sé que muchas otras empresas que se instauran aquí no la podrán llevar, porque no tienen esa parte de cultura y salario emocional que nosotros tenemos. En la empresa, todo es gratis: los desayunos, las comidas... Si quieres una Coca-Cola, solo tienes que levantarte y cogerla. Tenemos gimnasio, tenemos fisio, tenemos entrenador personal, tenemos un peluquero también. Hay un campo de fútbol, hay un campo de baloncesto, el horario es flexible. Lo mismo que yo he buscado toda mi vida, que lo tengan los trabajadores que quieran. Que tengan ilusión por venir, estén en un entorno cómodo y ya está. Cada año hago en Navidades una pequeña charla para contar la historia de la empresa para quien no la conoce. Casi todos los años remarco una frase: que hagan de cada día algo ilusionante. Si una semana entera te levantas por la mañana, "Joder, qué coñazo, voy a trabajar", replantéate tu vida. No es bueno para la empresa ni es bueno para ti.

Si una empresa grande le ofrece a tres de mis programadores el doble de salario, yo sinceramente les digo "Enhorabuena". Es una tontería entrar en su juego. Es como si los otros fuesen tren de mercancías, con muchísimos cabellos de potencia, y tú para ir a esa velocidad eres un coche mucho más pequeño que tiene menos caballos pero se mueve de una manera más ágil, inteligente y eficiente. Esa es un poco la mentalidad.