El mundo gira, los trabajos se transforman y las ofertas de formación siguen la estela. No se queda atrás Málaga, un incipiente hub tecnológico en el sector de los videojuegos y los deportes electrónicos o esports; donde la escuela de contenidos digitales Squarebox ofrece programas pioneros para enseñar a sus alumnos técnicas de director deportivo de un equipo de League of Legends, márketing en el mundo de los videojuegos o creación de contenido digital, como el que realiza el ya icono generacional Ibai Llanos.
Esta empresa, basada en el Polo Digital de Málaga pero con proyección global gracias a su formato de teleenseñanza, se lanzó así hace algo menos de un año a por un espacio aún por explotar, explica a este periódico su CEO, Ana Oliveras. ¿No existían antes demasiados programas en esa línea?
"Ni demasiado ni ninguno", plantea Oliveras: "Nuestra oferta es exclusiva, pionera. Había charlas, encuentros, mesas redonda, algún tipo de máster génericos sobre esports... Pensamos que hacía falta algo así".
Su trayectoria es precursora en los deportes electrónicos en este país, de los que fue jugadora profesional antes de que se les llamara siquiera esports, y justamente pone el foco en las salidas laborales que se pueden otorgar a los gamers cuando, al igual que un deportista, vea terminada su carrera en ese sentido y sea todavía joven.
Para sacar adelante el programa, Oliveras se alió con Marta Díaz Such, Chief Operations Officer de Squarebox y especialista en cursos formativos, y actualmente cuentan con una plantilla de nueve personas en la compañía.
Justamente, ambas representan de algún modo los dos perfiles que más se encuentran en sus aulas digitales: la insider del sector, antiguo jugadora, que necesita aprender de márketing u gestión empresarial para reciclarse laboralmente en un club y la outsider, con conocimientos en otra materia que quiere aprender a aplicar sobre los nuevos sectores en auge.
"Hacen falta perfiles que ya entiendan el sector. Incluso las empresas no endémicas ahora mismo quieren formar parte del sector y necesitan ese perfil que sepa dónde invertir, organizar un torneo o aliarse con cierto club de esports", defiende Oliveras.
Esa necesidad de profesionales especialilzados tiene lógica en relación al propio desarrollo de los esports: "Al principio eran grupos de amigos que jugaban a un juego, de ahí pasaron a ser un club, y de ahí a una empresa en la que había que cobrar y pagar sueldos", explica. Trascendió hace ya mucho el mero hobby.
Es por ello que su programa formativo cuenta con tres líneas de formación, según explica a este periódico la propia Díaz Such: la business o de negocios, que forma en márketing, patrocinios y gestión en el sector de los esports y los videojuegos; la profesional, que se centra en salidas profesionales como la de creador de contenido o streamer, director deportivo, audiovisual...; y las cápsulas, pequeños cursos de 10 horas siempre disponibles y materias muy concretas. Un programa bien completo del que quizás pudiera salir un próximo Ibai Llanos.
"Lo que intentamos hacer es profesionalizar la creación de contenidos: se puede vivir de ellos, hay que estudiar y formarse para ello", señala la COO de Squarebox.