Sergio J. Ramos estaba acostumbrado a que, cuando bajaba a la cafetería de la sede de Google For Startups en Madrid, compartiese microondas con inversores, emprendedores u otras aceleradoras. Es por eso que, cuando en marzo de 2020 empezó a trabajar en remoto desde su casa en San Pedro Alcántara, sintió que le faltaba algo.
"Yo tengo la suerte de que he estado trabajando en un lugar espectacular y ahí me di cuenta de la importancia de la comunidad: conocerse, poder dar un toque a una persona, conocer en qué está cada uno. Aquí estábamos metidos en la casa y era complicado encontrarlo", explica Ramos, de 26 años, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga. Esa inquietud de conectar pese a la pandemia, sumada a la pujanza del ecosistema tecnológico de la Costa del Sol, fue la base sobre la que construir Biznaga Valley.
Pero, ¿qué es Biznaga Valley?
Dentro del crecimiento del ecosistema tecnológico de Málaga, cada vez son más los actores que demandan puntos de encuentro con otros emprendedores, inversores, estudiante u otros implicados en el mundillo.
Son tres las comunidades que actualmente más repuntan: la Málaga Startup Community -liderada por el vicepresidente de márketing de Genially, Pedro Calvo, y con actividades frecuentes como el encuentro con inversores entre cervezas o las charlas con profesionales-, el South Tech Hub -el más reciente, liderado por Víctor Gentile (Planet Dataset) y Juan Antonio Tejada (Kaikoo), que dio su pistoletazo de salida a finales de noviembre- y la que hoy nos ocupa, Biznaga Valley.
Su origen está en un café del propio Ramos con Nacho Martín, de Nicehop, y Jesús Vivas, de Minimum Run. "Dijimos: Con la gente que tú conoces y la que yo conozco, podemos organizar algo y, por lo menos, tener un sitio donde charlar, compartir herramientas, eventos, noticias...", narra Ramos.
Crearon una comunidad en Discord, esto es, una plataforma que permite que un mismo grupo de personas participe en varios canales de conversación temáticos simultáneos e invitaron a personas que conocían relacionadas con el hub tecnológico malagueño. Actualmente, más de 350 personas forman parte de esta congregación, en la que comparten herramientas, ofertas de trabajo, artículos interesantes, convocatorias de eventos o simplemente charlan un rato.
Una casa común
Lo que comenzó como una comunidad, actualmente también cuenta con una página web que sirve de Biblia de qué se puede encontrar en Málaga: cuenta con un directorio en el que localizar espacios de coworking, de inversores o aceleradoras.
"Fue cogiendo forma de manera natural, lo compartimos por Twitter y la gente empezó a entrar. Tuvimos que filtrarlo, ponerlo un poco mejor, y decidimos hacer la página web, los recursos, etcétera", explica Ramos. Su propuesta, por tanto, no es solo un punto de encuentro entre profesionales, sino un servicio a disposición de primerizos, recién llegados o despistados que necesiten localizar un actor dentro del ecosistema.
"Hay mucha gente que acaba de emprender, o aterriza en el ecosistema, o acaba de lanzar algo y no sabe bien qué es una incubadora, qué hay… Si nosotros sí que lo tenemos mapeado, podemos hacer ese directorio y la comunidad ayuda a actualizarlo", plantea el fundador de Biznaga Valley.
Esa faceta más informativa se suma también a la de organización de eventos, fundamentalmente online, pero también tuvo su edición presencial este verano en un establecimiento del céntrico Muelle Uno. "Lo pasamos guay, pero desde entonces todo lo presencial se nos ha atragantado un poco", admite Sergio J. Ramos, que señala a la situación pandémica.
"Suele pasar en este tipo de sectores que está todo bastante fragmentado. Para una persona nueva, es difícil enterarse de todo lo que está pasando", sentencia. Y Biznaga Valley es un buen comienzo para ello.