Cuenta Óscar Arbulu, CEO de Wains, que hay una dicotomía en cómo se percibe a su compañía. Al principio, "una reacción adversa muy fuerte". "Nunca han escuchado nada similar y parece ciencia ficción. Se les viene a la cabeza la privacidad, la empresa usando la información sensible como arma de doble filo...", relata Arbulu en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
"Pero en cuanto explicamos qué es Wains, cómo funciona, que no hacemos un diagnóstico ni ponemos una etiqueta, cómo tratamos la privacidad... Sucede el efecto contrario: quieren usar, probarlo y ver cómo funciona", afirma el socio de esta compañía, cuyo fin es "tratar de evitar que la gente llegue a tener problemas relacionados con su bienestar emocional".
Para lograrlo, detectan mediante inteligencia artificial algunos síntomas físicos ("expresiones faciales, rasgos tonales, movimiento de las manos...") de posibles problemas de salud mental futuros. "Siempre guardando la privacidad de los empleados, sin decir nombres, avisamos de que a lo mejor de 100 empleados de una compañía habrá tres o cuatro que en dos meses se irán por este motivo", predice Arbulu, que defiende crear así un "ciclo virtuoso" en el que las actuaciones de la empresa tras el aviso de Wains "repercute en el bienestar de los empleados".
"No le decimos al trabajador: Fulanito, te vas a deprimir en 2 meses, porque introduciría incluso una sugestión o un efecto placebo. Lo que hacemos es, que si a lo mejor duermes mal, pues te dejamos recursos audiovisuales gamificados que vienen genial para conciliar el sueño y previenen el insomnio. Así es como prevenimos y no llegamos nunca a decir que vas a tenir un burnout [en español le llaman síndrome de agotamiento profesional], de forma amigable y cotidiana", explica el CEO de Wains.
Por su parte, a la compañía le informan cómo está afectando psicológicamente tal o cual proyecto por departamentos, lo que explican cuantificando a los directivos el dinero que están perdiendo por el estrés que han provocado en sus empleados o por las posibles bajas que se podrían dar en el futuro. Respetando, eso sí, la privacidad de cada trabajador: nunca detallan quién está teniendo problemas de salud mental, solo aportan la información general.
"A partir de todo lo que sucede en una llamada, que es un problema multidimensional, hay un montón de variables: qué dices, qué no dices, hacia dónde miras, tienes los hombros más echados para delante, quitas la cámara… Tratamos de entender todos los aspectos que ocurren en esa llamada y lo relacionamos con la psicometría", desarrolla sobre el funcionamiento del algoritmo: "A partir de ahí, empezamos a hacer predicciones. No hacemos diagnósticos, pero cada vez nuestras predicciones son más certeras y están más cerca del 100%".
Óscar Arbulu es psicólogo de formación y explica que, aunque hay "un poco de fórmula secreta", se basan en teorías psicológicas con una base universal, a partir de las cuales comienzan a sacar resultados concretos para cada persona. Así, ponen la máquina a prueba y, conforme más aprende de sus errores, más certera es en sus predicciones. "Hasta que no tenemos una fiabilidad de más de un 80%, no lo ponemos a funcionar", cuenta el CEO de Wains sobre sus algoritmos.
Su idea surgió, como tantas otras de las empresas emergentes malagueñas más prometedoras, en la inversora de talento Demium. Allí, psicólogos e ingenieros se unieron hasta formar un equipo que actualmente conforman diez personas y que gana una tras otra las competiciones amistosas entre startups de Málaga, como la de Demium Roadshow o el Outstandings.
"Este mes estamos empezando nuestros primeros pilotos. Si hay alguna empresa que lo lee y quiere participar, tenemos la primera versión de nuestra plataforma desarrollada entera, con nuestros primeros modelos de inteligencia artificial en un 80% de fiabilidad", cuenta Arbulu, que resalta que puede ser especialmente útil para los departamentos de recursos humanos de grandes compañías en los que el trabajo sea híbrido o en remoto.
Justamente él relata que el confinamiento por la Covid-19 le pilló en una compañía de RR.HH., lo que le provocó "una depresión importante": "La idea de Wains surgió analizando cómo está el mundo y hacia dónde va, además de problemas vividos en primera persona", cuenta. Es por ello que proponen "una solución específica para problemas específicos" de un mundo laboral "remoto, aislado y con pérdida de contacto".