La escuela de programación en la que todo "depende de ti": probamos el método de 42 Málaga
Esta atípica academia gratuita no incluye profesores ni horarios, pero promete una empleabilidad del 100%.
1 mayo, 2022 05:34Noticias relacionadas
Durante los tan solo 42 minutos de prueba en los que este periodista pudo experimentar la metodología de 42, no fueron pocos los momentos en los que parecía encontrarse en un callejón sin salida. Era, de hecho, el estado más habitual. Cuando los aspirantes a estudiantes de esta escuela de programación preguntaban a los ya residentes en 42 alguna pista para resolver los problemas que se planteaban, siempre recibían la misma respuesta: "Up to you". En español, "depende de ti".
"No damos pistas, lo que damos son abrazos", cuenta con una sonrisa la subdirectora de 42 Málaga, Carmen Hernández. La metodología de esta atípica escuela de programación, considerada una de las más innovadoras del mundo y cuya sede en Málaga es la 33ª a nivel internacional, es poco ortodoxa.
No hay profesores, no hay horarios, hay una empleabilidad del 100%. EL ESPAÑOL de Málaga se sumerge en ella para comprender las expectativas que ha levantado en un ecosistema tecnológico necesitado de talento cualificado.
42 está situado en el Polo de Contenidos Digitales. Da la bienvenida al complejo un auditorio con capacidad para más de 120 personas, en el que invitan a actores externos para dar a conocer entre los estudiantes las necesidades de las empresas en las que pueden terminar trabajando. El propio mobiliario habla de 42: además de las mesas y ordenadores, pizarras, mesa de ping pong, duchas y hasta camas. Está abierto 24 horas al día, 7 días por semana.
"Todo está al servicio de los programadores. Les decimos: Este es vuestro espacio, usadlo. Colonizad todos los espacios que quedan libres", explica Carmen Hernández en una visita por la sede.
El multimillonario francés Xavier Niel creó en 2013 en París la École 42, que rápidamente se convirtió en un éxito con vocación global. En 2019, llegó a España de la mano de Telefónica: la sede de Málaga es la cuarta tras Madrid, Urduliz (Vizcaya) y Barcelona. La previsión es que a finales de este 2022 ya hayan llegado a los 42 campus en todo el mundo tras una expansión por más de 26 países.
¿Qué lo hace tan especial? Lo fundamental, defiende Hernández, es que "funciona", con una empleabilidad que no dudan en situar en el 100%. "42 es realmente una filosofía de vida, aprendes a aprender", afirma, "el estudiante se adapta ante la incertidumbre".
La gestión de esa incertidumbre es justamente uno de las habilidades fundamentales en la escuela. No hay profesores porque cada uno de los alumnos es maestro para sí mismo y los demás; en lo que llaman una red peer-to-peer, conexión entre pares. Los estudiantes, que deben contar con una edad mínima de 18 años pero no precisan conocimientos previos de programación, se enfrentan a problemas planteados en documentos sin indicación ninguna de cómo hacerlo.
Es clave levantar la cabeza de la pantalla y preguntar a los compañeros para llegar entre todos a encontrar una salida. "Para avanzar, lo único que necesitas son compañeros. Ellos te van explicando cómo solucionar las cosas", resume Hernández.
Todo el sistema está gamificado, con una interfaz que se asemeja a la de un videojuego: cada estudiante cuenta con su propio perfil y avatar, una barra de nivel, insignias, habilidades, hasta una tienda con su propia moneda interna, etc. Además, para fomentar esa cooperación, estás obligado a corregir ejercicios de otros compañeros para que estos te lo puedan corregir a ti. Así, van avanzando en distintos niveles con problemas presentados en un PDF.
"Cuando tú te picas a un videojuego, le intentas echar las máximas horas posibles. Aquí pasa igual: los estudiantes están enganchados a la metodología. No tienen horarios y nadie les obliga, pero la media de horas que echan al día está entre 10 y 14. Les gusta, disfrutan, progresan con la comunidad", explica la subdirectora de 42 Málaga.
Las inscripciones están abiertas todo el año, con solo dos pruebas online: un juego que mide tu capacidad memorística y otro que hace lo propio con tu capacidad lógico-matemática. Si consigues superarlos, pasas al preámbulo de 42 conocido como piscinas, en el que unas 200 personas conocen la metodología de primera mano durante algo menos de un mes. En sus primeras semanas, la tasa de abandono es de en torno al 20%.
Ese es el único límite temporal que hay en 42, el de la piscina. "Una vez dentro, tú decides el tiempo y lo que vas a estudiar en 42, tú decides tu itinerario. Tú eres el centro de tu aprendizaje", subraya Carmen Hernández. Sí hay una trayectoria base fundamentada en el "pensamiento de software"; pero, una vez superados esos proyectos, cada estudiante puede especializarse en el campo que más te interesa.
En la red global, la media de tiempo en el que un estudiante da por completada toda su formación en 42 es de en torno a 3 años, 3 años y medio; pero es habitual que muchos dejen la escuela antes porque vayan encontrando trabajo. Muchas empresas —más de 100 ya se han puesto en contacto con la sede malagueña— intentan contratar a los estudiantes cada vez más pronto, y desde el propio campus tienen que recomendarles un poco de paciencia para que su formación esté todavía más avanzada y la oferta pueda ser aún más jugosa.
"Hay gente que ha conseguido trabajo hasta en la piscina", recuerda Hernández. Además, al situarse en el Polo de Contenidos Digitales, la relación es directa con las empresas emergentes tecnológicas o startups establecidas allí e incluso varias alumnas de 42 ya han formado entre ellas la suya propia.
Justamente resaltan la importancia de buscar perfiles femeninos, que hoy siguen siendo solo un 20% del total del alumnado, y ya han publicado nuevas piscinas en julio y agosto. La capacidad de la sede es de en torno a 600 personas, con unos 210 ordenadores, y hasta el momento han tenido 172 estudiantes, para un trasiego actual de unos 75 al día. El objetivo de 42 Málaga es el de formar a más de 1000 perfiles digitales. "Hay todavía mucho margen de trabajo y que esto se llene de gente", afirma Carmen Hernández.
"El objetivo primero de esto es reducir la tasa de paro y que la gente tenga un empleo de calidad", enfatiza. Pero lo más valioso para conseguir esos trabajos no es necesariamente los conocimientos teóricos: "El lenguaje de programación es una cosa, pero lo importante es la adaptabilidad y la capacidad de frustración, esa resiliencia de buscarse la vida para resolver problemas. Los proyectos cambian, la filosofía se mantiene. Es una metodología que te hace adaptarte al 100% a la incertidumbre".
Este periodista efectivamente estuvo en la jornada de puertas abiertas probando durante 42 minutos este formato de aprendizaje, hablando con los compañeros, con la única guía de un PDF y sin ningún conocimiento previo de programación. Tras mucho preguntar y comerse la cabeza, consiguió aportar a la dimensión informática una Z mediante un comando cat. Y a mucha honra.