"Lo veo como un avance que me parece mucho más espectacular que la llegada del hombre a la Luna", defendía el CEO de Freepik, Joaquín Cuenca, en el V Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga.
Se refería a las herramientas de inteligencia artificial crean imágenes, fotografías o ilustraciones a partir de una descripción. Para Cuenca, es una revolución similar a cuando a principios del siglo XIX se consiguió sintetizar un compuesto orgánico por primera vez: "Creo que ahora ha pasado eso con la creatividad. Siempre hemos considerado que es algo solamente humano, como la química orgánica, pero no sabemos por qué... Ahora llega una máquina a la que le pides ilustraciones y la calidad que genera es superior a la de un ilustrador medio", reflexionó durante el turno de preguntas del evento.
Este interés en la creatividad de la inteligencia artificial del primer ejecutivo de uno de los líderes globales en recursos gráficos es significativo, y ha permeado a su propia empresa. En vez de tomar la disrupción como una amenaza, la compañía la ha abrazado y han convertido su editor no profesional, Wepik, en el primero que incorpora una herramienta de generación de este tipo de imágenes desarrolladas por la IA.
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"Estamos convencidos de que las imágenes generadas por la inteligencia artificial serán una verdadera revolución en nuestro campo, y por eso verdaderamente creímos en introducir esta tecnología en Wepik desde el comienzo. Para nosotros, el caso de uso está claro: emprendedores y pequeños negocios no siempre confían en imágenes de archivo, porque quieren conseguir una exclusiva. Es por ello por lo que decidimos explorar la posibilidad de ofrecer imágenes a demanda, con las especificaciones precisas que el usuario requiera", explica en un post la directora de laboratorio de producto de Freepik, Gladys Vila.
Ahora, los usuarios tienen fundamentalmente tres opciones: explorar la galería de imágenes generadas por la IA e integrarlas en sus proyectos, desarrollar nuevas imágenes a partir de las que el sistema propone y modificar el texto, o crear una nueva imagen escribiendo algunas palabras y ajustando las dimensiones.
"Este es solo el comienzo. El siguiente paso será proveer acceso al servicio sin tener que aprender cómo comunicarse con la inteligencia artificial, gracias a una interfaz conversacional guiada. Por lo pronto, ofrecemos consejos al usuario para lograr su resultado esperado", señala Vila.
La directora de laboratorio de producto de Freepik enumera algunos de los usos que ya se da a la inteligencia artificial en Wepik, como el borrador automático de fondo, y adelanta que seguirán trabajando en esa dirección. "Algunos usuarios pueden encontrar estos términos confusos, y ahí es donde empieza nuestro trabajo: investigar esta tecnología, entender cómo puede solucionar ciertos asuntos y diseñar una solución práctica forma parte de nuestros servicios", subraya Gladys Vila.
Se trata de un síntoma del avance aparentemente imparable de la inteligencia artificial; que no debe eliminar el factor humano, sino justamente diferenciarlo más aún: "Una máquina toma arte como entrada y es capaz ahora de generar arte como salida. Una persona toma el mundo como entrada y genera arte como salida. Nosotros mandamos un mensaje que depende un poco de lo que hemos vivido. Creo que lo que todavía podemos aportar es tener algo que decir, darle una intención", planteó Joaquín Cuenca en el encuentro tecnológico.