Raúl Estrada comandó la nave de la inversora de talento Demium en Málaga durante un año clave, entre septiembre de 2019 y ese mismo mes de 2020. Bajo su ala, nació un grupo de empresas tecnológicas emergentes (Kronte, Planet.Dataset, Kaikoo...) que abrió la nueva generación de startups de la Costa del Sol.

En octubre de 2021, Estrada se volvió a poner el mono de obrero y lanzó su propio proyecto con el bagaje obtenido: Kiota, una startup para poner orden en el mundillo de las compañías tecnológicas. "El inversor a día de hoy se basa en la intuición; en sesgos como si viene recomendado por alguien, si le cae bien, si va bien vestido… Nosotros intentamos darle más rigor", explica Raúl Estrada en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.

"Damos un enriquecimiento de los datos. Integramos información segmentada y la planteamos de forma más rigurosa. No se trata tanto de puntuar startups, que también lo hacemos pero es algo más colateral", subraya Estrada, que lo resume con este ejemplo: "Como un software que ayuda a detectar cáncer de piel a través de imágenes, nosotros detectamos indicios en las startups y se las señalamos al especialista".

El objetivo de Kiota es "intentar ayudar a que los inversores tomen decisiones más acertadas; pero, sobre todo, más justas". Hay "muchos proyectos" y los inversores "no tienen tiempo", así que "empieza a haber sesgos".

Para ello, han desarrollado tecnología propia en la que "el emprendedor, de manera guiada, puede responder a una serie de preguntas y tareas, que dan pistas de cómo de ambicioso o cómo resiliente es". A esa información cualitativa en torno al equipo emprendedor suman información del sector y del país para intentar hacer un análisis de sus posibilidades lo menos sesgado posible.

Raúl Estrada se mudó a Berlín con el lanzamiento de Kiota, pero mantiene la conexión con España y con Málaga. A finales de enero 2022 ya eran seis personas y en abril lanzaron comercialmente su producto. Cuenta con clientes "importantes" como el Programa Órbita de la Diputación de Castellón, KM Zero o Capsa.

El pasado mes de septiembre se sumaron a la mega incubadora y aceleradora valenciana Lanzadera —propiedad del dueño de Mercadona, Juan Roig— donde están en su salsa: "Nuestros clientes son, a su vez, los agentes del ecosistema. Probamos, los conocemos y les podemos montar un piloto", explica. Así, esta metastartup malagueña está abriéndose hueco.