Otra multinacional tecnológica está poniendo sus ojos en Málaga para instalarse. Se trata de la firma francesa Cortus, que está especializada en la creación de semiconductores mediante el método fabless, es decir, compañías que se enfocan en el diseño y comercialización de chips y subcontratan su fabricación pura y dura a otras grandes compañías industriales.
Cortus, cuya sede central está en Montpellier (Francia), tiene centros también en Italia y Grecia. Quiere crecer en España y Málaga está marcada en su agenda en letras mayúsculas, aunque su implantación aún no está cerrada. De hecho, hay otras ciudades en España que están compitiendo por atraer a esta compañía. Directivos de la multinacional ya han visitado las instalaciones del Málaga Tech Park e incluso están colaborando con la agencia Andalucía Trade (de la Junta de Andalucía) y con el propio parque tecnológico para buscar el talento que necesitan.
La multinacional es especialmente conocida dentro de su segmento por ser los creadores del chip RISC-V de alta gama y alto rendimiento. Se encuentran en pleno refuerzo de sus actividades en el desarrollo de microprocesadores en los sectores de la automoción, la aviónica, los servidores de datos y otras industrias que requieren una gran potencia de cálculo.
En esa ecuación entra la apertura de un Centro de Excelencia en diseño de circuitos integrados en Málaga en el que contratarían a 50 ingenieros en el año 2025. Especialmente buscarán a profesionales punteros en diseño de circuitos integrados y en proyectos de computación de alto rendimiento.
Málaga va a pelear por captar a Cortus, cuya llegada supondría un nuevo espaldarazo a la línea estratégica de Málaga Tech Park, que quiere posicionarse a nivel europeo como un gran foco de la industria de microprocesadores con el apoyo de la Fundación Innova IRV.
Una de las claves, y así lo han hecho ver los directivos de Cortus, es la capacidad de contar con profesionales bien formados en microelectrónica. Málaga Tech Park, Innova IRV y la Universidad de Málaga están volcados en eso hasta el punto de que se va a crear un master y se va a impulsar la posición internacional de las universidades andaluzas con investigación aplicada, contenidos, alumnado internacional y patentes.
Los gestores del parque tecnológico y de Innova IRV tienen claro que hay que apostar por la industria de los semiconductores y prueba de ello es que en septiembre del año pasado invitaron a María Marced, presidenta en Europa de TSMC, para ver alianzas y caminos a seguir. TSMC tiene su sede central en Taiwan y es el líder mundial en la fabricación de chips con una cuota de mercado del 60%. Se da la circunstancia de que Marced, además de ser una de las principales protagonistas del sector, tiene una relación especial con Málaga porque es amiga de Felipe Romera, director general de Málaga Tech Park, desde la juventud pues estudiaron juntos la carrera. Todo suma.
¿Por qué es tan importante la industria de semiconductores?
Los teléfonos móviles, los coches, los ordenadores... prácticamente todo lleva un chip y el que lo fabrique tiene asegurado miles de millones de euros de facturación. Estados Unidos y China tienen las fábricas más importantes del mundo y en Europa se hace lo que se puede. No obstante, el COVID dejó claro que, en momentos de crisis como la pandemia, los mercados se frenan en seco y es necesario tener capacidad de autoabastecimiento para no depender de los demás. Recordarán ustedes lo que pasó con las mascarillas. Con los chips ocurrió lo mismo.
En febrero de 2022 la Comisión Europea lanzó la Ley Europea de Chips para intentar garantizar el suministro de producto en Europa y potenciar a la industria local. Unos meses después, en mayo, España presentó el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores, el conocido como PERTE Chip, que quiere reforzar la capacidad de diseño y producción en España.
El PERTE Chip se basa en cuatro ejes -talento, diseño, fabricación y dinamización de la industria- y Málaga quiere jugar un papel importante con el Instituto Ricardo Valle como locomotora de proyectos. El PERTE Chip está dotado con 12.250 millones de euros hasta 2027 e Innova IRV ha presentado cuatro proyectos relacionados con la microeléctronica con una inversión conjunta de 700 millones de euros.
Directivos de Innova IRV, Málaga Tech Park y la UMA se reunieron en enero de este año en Málaga con Jaime Martorell, comisionado de este PERTE Chip, para exponerle los proyectos y se está a la espera de que haya una resolución. La ansiada incorporación de Cortus al ecosistema malagueño sería otro punto a favor.