Las inauguraciones de los nuevos centros de Google y Vodafone, más llegadas de multinacionales, nuevas iniciativas por el impacto social del sector tecnológico... 2023 ha sido un año intenso para la innovación en Málaga, y 2024 promete mantenerle el ritmo. Varios representantes destacados del ecosistema se reunieron en la noche de este lunes en el XVIII Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga para debatir sobre los doce meses que han pasado y los siguientes doce que quedan ahora por venir.
El evento —con la colaboración de Cervezas Victoria, Impact Hub Málaga, Turismo Costa del Sol y el Ayuntamiento de Málaga— reunió al director general del Málaga TechPark, Felipe Romera; la responsable en la ciudad de Oracle, Sofia Schneider; el CEO de Animum, David Plaza, y el director general de Turismo y Planificación Costa del Sol, Antonio Díaz. Entre todos, esbozaron un retrato del cambio de año en el que la inteligencia artificial (sobre todo), el impacto social o el precio de la vivienda jugarán un papel muy relevante.
"Este año ha sido en el que entró el elefante de la inteligencia artificial y, de repente, la promesa de que todo va a cambiar se presenta de nuevo muy convincente", empezó Plaza: "Esto nos hace pensar y tratar de hacer un análisis para entender sustancialmente qué va a cambiar. ¿Por qué somos elegidos por nuestros clientes frente a la competencia? ¿Esas ventajas competitivas se van a poder mantener en el futuro? ¿Van a cambiar las reglas del juego? ¿Van a aparecer participantes nuevos? ¿Vamos a ser necesarios?"
La apuesta del CEO de Animum, reconocida como una de las mejores escuelas de animación 3D del mundo, pasa por entender que tanto 2023 como 2024 son años "de estudiar, hincar los codos y analizar de primera mano" ese auge de la IA: "Las empresas estamos con la obligación de no entender lo que está pasando a partir de titulares de periódicos, sino entender en profundidad qué está sucediendo y cómo va a afectar a nuestro modelo de negocio, a la creación de nuevas oportunidades y a la transformación del mercado en general", planteó.
"El desarrollo es caro, porque hay que estudiar; pero las puertas y el horizonte que se abre delante de nosotros gracias a esta tecnología es desbordante", incidió Plaza. Su planteamiento pasa por evitar la tentación usar herramientas de terceros como las de OpenAI ("Si tú te vas a basar en algo que está a mano de cualquiera, no va a ser una fuente de ventaja competitiva", reflexionó) e intentar invertir "en aquello que te va a hacer diferente, de forma coherente y alineada con lo que sabe mi empresa, su modelo de negocio y su cultura".
Por lo pronto, ya están explorando desarrollos de inteligencia artificial para tener un acceso automatizado y sistematizado a cómo es el desempeño de sus profesores, lo que les permite mantener el estándar de calidad pese a que la compañía vayan escalando en números: "¿A dónde vamos? A explorar, a entender, a desarrollar. Es un año muy de estar en la cocina y en el laboratorio", indicó Plaza.
En el caso de Oracle, una de las mayores multinacionales tecnológicas presente en Málaga, este año ha sido "muy dulce" y esperan que el próximo lo siga siendo. Su responsable en la ciudad, Sofia Schneider, detalló varios hitos de la compañía: el acuerdo con Microsoft "para conectar en nuestras nubes y facilitar la migración y la integración de las aplicaciones en ambas plataformas", la apuesta por una región cloud soberana en la que los datos de los clientes y el personal que los trata se queden en Europa, el impulso de la inteligencia artificial y sus aplicaciones en el sector de la sanidad.
"Pienso que en Oracle estamos saliendo mucho hacia Málaga. Para nosotros, la cultura empresarial es muy importante, porque somos 28 nacionalidades. Estamos intentando organizar muchas cosas que ayude a la gente y a las familias a integrarse", señaló Schneider. Desde su compañía, además, está prestando especial atención a programas con impacto social como el Oracle4Girls, para fomentar las vocaciones tecnológicas entre chicas jóvenes a nivel local.
El director de Turismo y Planificación Costa del Sol, Antonio Díaz, se puede congratular de haber tenido un 2023 ya por encima de los datos prepandémicos de 2019 y con una mayor apuesta por la calidad frente a la cantidad. Parte de esos resultados se han podido lograr con una herramienta de big data que les permite tener información muy detallada sobre los posibles visitantes a la provincia: "Con esos datos, la inversión es mucho más rentable y consigues mucho más. Sabemos la oferta y la demanda, las plazas de avión, qué le gusta, por dónde se mueve... y de esa manera también podemos redirigir un poco al turista para que no se concentre".
Díaz también resaltó los proyectos que tienen de formación y mentorización de empresas tecnológicas dentro del sector turístico, además de iniciativas de sostenibilidad para revertir la huella de carbono de los visitantes que así lo deseen: "Este año nos hemos planteado el reto de aplicar la inteligencia artificial de alguna forma en la planificación turística, y en eso estamos".
El plantel de ponentes del evento lo completó el director general del parque tecnológico, Felipe Romera, que señaló la creación de la Fundación Instituto Ricardo Valle (Innova IRV) y la llegada de teletrabajadores por la pandemia como dos factores clave en el desarrollo más reciente del antiguamente conocido como PTA: "Este ha sido el año de la consolidación. Han abierto sus centros Vodafone o Google, que cada vez que dicen que van a hacer algo sale en todo el mundo. El año que viene tenemos que desarrollar esa consolidación con mucha más fuerza".
Para él, la clave está en vertebrar todos esos actores que están repartidos por la provincia para poder caminar al unísono, empezando por las tecnológicas más jóvenes y emergentes: "Tenemos que trabajar más las startups. El parque se ha hecho con startups locales que han dado lugar a que vengan las multinacionales. Ahora en Málaga hay tanta dispersión de incubadoras que no hay visibilidad sobre las empresas. ¿Cuál es la startup de referencia este año en Málaga? ¡No lo sabemos!", se preguntaba. Su planteamiento pasa por ser "un ecosistema mediano que luzca como uno grande".
"Yo quiero mandar un mensaje de mucho optimismo, pero también de cuidado con lo que nos está pasando. Tenemos que mirar al ciudadano malagueño. Tenemos que tener edificios baratos: en estos momentos, la vivienda en Málaga se ha vuelto inaccesible. No podemos tirar y tirar para arriba sin mirar y mirar para abajo. El éxito de Málaga será ser una ciudad equilibrada para los de aquí y los que vienen de fuera", concluyó Romera: "Todo este entusiasmo que hay ahora por Málaga decaerá, como todo en la vida. Tenemos que aprovechar los momentos buenos, pero no es para siempre. Sí que podemos mantenernos en un nivel de valor que no baje".
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