Han llegado a la tecnología desde distintos campos y, a partir de ella, pueden impactar en todo. Blanca Hermana fue la única mujer ingeniera de su carrera y ahora es la máxima responsable en España de Denso Ten, antigua Fujitsu; Nuria Iglesias estudió Informática, y ahora es una apasionada de las personas y la cultura como responsable del centro avanzado de Accenture en Málaga; Virginia Calvo llegó al sector desde la fisioterapia, y ahora es CEO de Atlas Informática y jefa de estrategia del club internacional de esports Giantx.
Todas ellas se unieron este lunes en el XXI Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga para debatir sobre los retos que aún quedan por delante para lograr un ecosistema de innovación en la Costa del Sol más igualitario, ante un público que llenó el espacio. El evento fue posible gracias a la colaboración de Impact Hub Málaga y Cervezas Victoria, en cuya fábrica se celebró.
De la conversación surgió el germen de lo que pudiera convertirse en una iniciativa de alcance: un gran plan de colaboración público-privada para fomentar las vocaciones tecnológicas entre las niñas. "Si hubiera una iniciativa global para poder llevar todo este conocimiento a los colegios, sería maravilloso", propuso Iglesias: "Cuando a las empresas se nos dice de unirnos por una razón, y ninguna mejor que esta, todas vamos a apoyar".
"Todas las iniciativas que se están haciendo para ello son privadas, y algo se transfiere a la sociedad; pero no impacta de forma definitiva", recogió el guante Calvo: "Debería haber una gran iniciativa público-privada donde podemos trabajar en conjunto y que haya un presupuesto que se destine para trabajar esta parte. Es tomárselo en serio". Hermana, por su parte, aseguró que no debería ser difícil lograr ese objetivo de ecosistema en comparación con otros más ambiciosos que ya se han conseguido.
Para la CEO de Denso Ten en España, es esencial comunicar que "la tecnología lo arregla todo". "Otra cosa es la educación para saber lo que hay que arreglar", matizó. Esa formación tanto en el colegio como en casa de las generaciones más jóvenes es, desde su perspectiva, una de las claves; sumada a la "libertad de elegir": "Hay que ponerles desde pequeñas las posibilidades encima de la mesa y que cada una valore".
"Ninguna empresa se va a poder permitir despreciar el talento de una mujer o un hombre. Para mí, es impensable", razonó Hermana, que definió la sede de Denso Ten en Málaga como "la mejor fábrica de Europa con mucha diferencia". Su planteamiento es que hay que "defender como sea" y "jugarse la cabeza" por el capital humano de las compañías: "Lo único que vale de verdad de una empresa es su gente. A mí me da igual que vengan otras empresas, porque a los mejores los tengo yo".
Blanca Hermana compartió varias anécdotas y perlas de sabiduría japonesa, un país del que es originaria su empresa y al que ha viajado más de un centenar de veces, y donde quedó prendada de por vida del "buen uso" de la tecnología. Fujitsu, afirma, le ha dado "todas las oportunidades del mundo". "Allí me di cuenta de que la tecnología servía para todo, y que cada semana allí había tres o cuatro cosas nuevas. Volvía aquí y era como si viajara 25 años atrás", resumió.
Ahora, confía en que la ruptura del llamado techo de cristal que separa a las mujeres de los puestos directivos sea cuestión de tiempo y resalta que hay "más cantera": "Algunas veces he tenido la sensación, posiblemente errónea, de que para llegar a lo mismo tenía que pedalear el doble. Pero tampoco me importaba; pues bueno, se pedalea el doble", apuntó: "Siempre te da la sensación de que estás un poco en contra de la corriente. Pero si lo tienes claro y te lo propones, haces lo posible"
Por su parte, Nuria Iglesias aseguró nunca haberse sentido "ni discriminada ni beneficiada por ser mujer". Su compañía, Accenture, la trajo desde Madrid hace más de un cuarto de siglo para la sede que iban a abrir en el Málaga TechPark. Entró con un perfil más junior y ha pasado "por todas las etapas" hasta llegar a su actual cargo. La empresa ya va por unos 2.000 empleados en la provincia andaluza y se ha propuesto como objetivo que, para el próximo 2025, un 50% de sus empleados a nivel global sean mujeres. Ya van por el 48%.
"Cuando vas a los colegios a las niñas de 4º de ESO que pueden elegir, no tienen ni idea. No saben las cosas que se pueden hacer en tecnología", reflexionó Iglesias, que apostó por cambiar la manera en la que miramos a estas disciplinas: "Estudiar tecnología no es solo programación, tecnología es todo".
Ella cree que las nuevas generaciones ya tienen facilidades para entrar en las tecnologías ya que son usuarios de ellas, y celebra que el número de chicas en su compañía ha crecido considerablemente. Para seguir fomentando esa tendencia, su apuesta pasa por extender las conexiones del ecosistema: "Tenemos una relación tremenda con el parque, con el Ayuntamiento, con la Universidad; pero quizás es verdad que para la formación en los colegios necesitamos ayuda", admitió.
Virginia Calvo completó el plantel del XXI Encuentro Tecnológico. Lamentó que esa presencia equitativa de hombres y mujeres que Accenture está a punto de lograr está aún lejos de conseguir "incluso para sectores tan nuevos" como el suyo, el de las competiciones de videojuegos o esports: "Son muy pocas mujeres y queda mucho por hacer. Hasta los 12 años se juega en paridad a los videojuegos. Hay un sesgo cultural que tenemos que trabajar como sociedad".
"No digo que haya que colocar mujeres solo para engordar las cifras, sino que tenemos trabajar toda la parte previa para que haya más mujeres que quieran trabajar en tecnología", insistió Calvo, con un argumento de oportunidades económicas: "Los puestos más relevantes y mejor pagados van a estar en la tecnología. Si no vamos a hacer nada hoy para que mañana haya más mujeres en la industria donde va a haber mejores sueldos, vamos a conseguir el empobrecimiento de una parte de la sociedad".
Desde su perspectiva, es muy pertinente servir de "ejemplo" y "referentes" para que las niñas se planteen que ellas pueden desarrollar su carrera en el sector: "Hay que hacerlo apetecible. Creo que ya hemos pasado ese momento en el que se dedica a la tecnología o la informática era el friki antisocial que se pasaba el día jugando a videojuegos. Eso ya lo hemos superado, eso ya no existe".
Así, las empresas van a ser "muchas más eficientes" y van a hacer "mucho mejores productos" si sus equipos son diversos, pero tampoco se puede obviar que las mujeres siguen "al frente de los cuidados familiares": "Se están haciendo cosas, pero no son suficientes, y creo que podríamos ir mucho más rápido si hubiera un gran plan para hacerlo. Hace falta un convencimiento real de que no podemos dejar a las niñas, las adolescentes y las mujeres fuera del entorno tecnológico por no habernos esforzado lo suficiente en hacerlo atractivo".
"Hay muchas mujeres que están, pero no se las ven. O no quieren ellas darse a conocer por el motivo que sea, o no pueden por motivos de conciliación, o millones de cosas", concluyó: "Afortunadamente, sí que he notado un cambio en los últimos años de más mujeres en el entorno tecnológico de Málaga. Eso significa que hay ecosistema y que podemos compartir cosas, pero teniendo en cuenta que todavía queda mucho".
Aquí puedes ver el vídeo completo del XXI Encuentro Tecnológico: