Google quiere dejar su huella en la generación de nuevas startups que redefinan la ciberseguridad. Hasta ocho proyectos de distintas partes del mundo se han reunido este jueves en la sede de la multinacional tecnológica en Málaga, donde han podido compartir sinergias entre ellos y reunirse con algunos de los expertos de referencia que trabajan en el centro. Todas estas empresas emergentes forman parte del programa de aceleración de Google y ven en la capital de la Costa del Sol uno de los polos de referencia de su sector.

Entre ellas, hay una empresa bilbaína que es capaz de analizar y anonimizar documentos de todo tipo, otra de Ciudad Real que se preocupa en evitar el fallo humano a la hora de afrontar amenazas cibernéticas e incluso una de origen británico que se ha asentado en Málaga atraída por el impulso de Google. Todas ellas han hablado con EL ESPAÑOL para explicar a qué se dedican, qué han aprendido en este programa y el rol que juega la ciudad andaluza en todo esto.

"Han surgido varias colaboraciones entre ellas, y eso es algo que nosotros vemos de manera muy positiva", explica en conversación con este periódico Gerardo Fernández, ingeniero de seguridad de Virustotal. Como parte de esta empresa de ciberseguridad malagueña, que Google adquirió hace 12 años, Fernández ha participado en la coordinación del programa de aceleración de startups de la multinacional tecnológica.

Los requisitos para participar en él, explica, son tener ya un producto en el mercado y haber comenzado ya la adquisición de clientes; pero estando aún en una fase de crecimiento: "Es precisamente cuando más se pueden beneficiar de la mentorización", afirma Fernández. Además, en esta cohorte uno de los requisitos fundamentales ha sido tener algún componente o potencial para integrar la inteligencia artificial.

"Queremos ver cuáles de esas tecnologías y nuevas soluciones de ciberseguridad se pueden beneficiar mejor del uso de la inteligencia artificial. A fin de cuentas, es una especie de sondeo. Es un tema nuevo y, sobre todo, lo que queremos es explorar", desarrolla Fernández, que detalla que Google no invierte en ninguno de estos proyectos. "El producto es tuyo. Nosotros simplemente vemos cómo podemos ayudar", matiza.

Lo que aporta el programa es el seguimiento y la mentorización durante casi un año de cada uno de los proyectos, incluyendo varios encuentros presenciales como el de esta semana. "La idea es que el centro de ciberseguridad de Google sirva de puerta de entrada para hacer crecer el ecosistema local", argumenta Fernández.

"A través de este programa y de otras personas conocidas he podido conocer Málaga y sus iniciativas, y la verdad que es apasionante", afirma a este periódico el CEO de la startup ciudadrealeña Zepo, Antonio Muñoz: "Puede estar marcando una diferencia muy importante y ojalá sea una tendencia a seguir por muchas ciudades y regiones del mundo en cuanto a valores".

La suya es una empresa tecnológica en la que actualmente trabajan unas quince personas y que no descarta abrir una oficina en la ciudad si consiguen atraer suficiente talento malagueño. Hasta el momento, su propuesta de IA aplicada a la ciberseguridad ha sido bien acogida. ¿Su enfoque?

"Solemos pensar que la ciberseguridad es un tema que impacta principalmente en la infraestructura de hardware o software; pero detrás de todo eso hay personas que, como tú y como yo, cometemos fallos", cuenta Muñoz: "Ahí es donde entra Zepo". Mediante un desarrollo de inteligencia artificial, son capaces de hacer ver al empleado cuáles son las acciones más peligrosas para dejar pasar a las ciberamenazas que han realizado.

El CEO de Zepo asegura que son "conscientes" de ser "súper afortunados" por ser parte del programa de aceleración, el cual cree que les aporta tres cosas fundamentalmente. La primera, "la posibilidad de tener acceso a personal de Google, que lo cambia todo porque te da una ventaja competitiva muy rápida". La segunda, "las oportunidades de networking que hay entre las empresas" que forman parte. La tercera, el acceso al conocimiento en áreas "fundamentales" que les otorgan las mentorías.

Otro de los proyectos seleccionados por Google es la startup bilbaína Nymiz, que se dedica a anonimizar documentos de forma automática y rápida. Esto muy útil, por ejemplo, para registros legales, de salud o del sector público: pueden seguir contando con toda la información del documento, pero sin tener acceso a datos confidenciales como nombres propios o números del DNI. Así, incluso aunque estas instituciones fueran hackeadas, los ciberdelincuentes no podrían sacar nada.

Es con ese enfoque como ya han alcanzado 17 trabajadores, inversión y clientes internacionales; además de ingresos recurrentes anuales que ya superan el millón de euros. Su CEO, Óscar Villanueva, cree que se está creando "un ecosistema interesante" en el sector de ciberseguridad en el que Málaga "es un polo clarísimo".

"El hecho de que Google haya decidido poner en Málaga este centro, gracias a Virustotal, es una referencia a nivel europeo", valora Villanueva: "Va a promover que esto crezca más. Un programa como este hace que se esté creando algo alrededor de Google. Y lo más interesante es que no esperan nada a cambio".

La única startup malagueña participante en el programa tiene también su sello internacional. Paul Hague es el CEO de Blackdice, una empresa de origen británico que se asentó en la Costa del Sol hace año y medio con la apuesta de Google por la ciudad como imán. Se dedican a proporcionar servicios de ciberseguridad impulsados por inteligencia artificial a operadores de telecomunicaciones y, para ellos, la calidad del programa ha sido "excelente".

"Y no solamente en el área tecnológica; sino también en el proceso de negocio, que ha sido muy útil para nosotros", explica Hague: "Espero que a partir de las conexiones que hemos hecho podamos estar más involucrados en el ecosistema de Málaga".