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El centro de ciberseguridad del Paseo de la Farola no es la única pica en Flandes de Google en Málaga. La capital de la Costa del Sol cuenta también con la que es considerada la mayor comunidad de programadores del gigante tecnológico en España y la segunda en tamaño de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África): este sábado es su festival de encuentro anual, el Biznaga Fest.

"Es una conferencia de tecnología hecha por la comunidad, de apasionados para apasionados", lo define en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga uno de los impulsores de la iniciativa, Carlos Caballero. "No todo lo que hablemos tiene que ser de Google, puede ser de cualquier tecnología", detalla José Antonio Palacios, otro de los promotores.

La compañía estadounidense está en el origen de la iniciativa, pero son los propios miembros de la comunidad quienes organizan el evento. "Un grupo de desarrollo de Google es una asociación sin ánimo de lucro a la que Google da soporte, pero no somos trabajadores suyos ninguno", aclara Caballero.

"Hacemos durante todo el año quedadas para hablar de informática, de tecnología… Y este es el evento grande que tenemos", prosigue. Habitualmente se junta varias decenas de personas en sedes de distintas empresas que les apoyan, pero para esta edición del Biznaga Fest esperan una asistencia de unas 700 personas: "Somos voluntarios muy implicados y nos metemos en follones grandes", se justifica Carlos Caballero.

El primer follón grande es el de las charlas del evento: traen ponentes internacionales y talento local malagueño para conformar el que desde su perspectiva es "un cartelazo". "Estos ponentes te los encuentras en eventos internacionales muchísimo más caros", sostiene José Antonio Palacios.

Los temas estrella serán la inteligencia artificial y la ciberseguridad, como grandes tendencias del sector tecnológico que son. Además de la parte más técnica, cuentan con una paella solidaria, sorteos de mochilas y gadgets, presencia de youtubers referentes en IT... Todo para hacer comunidad.

"Lo hacemos por pasión por la tecnología, por dar un nombre a nuestra ciudad y por hacer un evento chulo con un precio barato", afirma Palacios: "Los eventos tecnológicos eran muy baratos históricamente, casi gratis, y ahora todos han subido muchísimo los precios. Nosotros tenemos un precio que no llega a 30 euros y los voluntarios nos hacemos cargo de mucho trabajo de campo: preparamos hasta el café".

La ambición de ese equipo fundador, justamente, ha sido clave para la organización del evento. Cada año han ido creciendo con la respuesta de los propios asistentes, y para el año que viene ya se plantean llegar hasta el millar de personas. Para ello, el apoyo de la E.T.S. de Informática de la Universidad de Málaga, que les ha cedido las instalaciones "prácticamente gratis", ha resultado clave.

"Creo que la Universidad nos considera una parte importante, pero que para nosotros ellos lo son también: sin ellos, este evento no hubiera crecido tanto. A ellos también les sirve para acercarse a las empresas, es un win-win para todos los actores", valora Palacios. De los 700 asistentes, en torno a 120 son de hecho estudiantes universitarios.

El propósito de la organización de crear toda una cultura común hasta la raíz les ha llevado incluso hasta a crear su propia mascota. "Este año nace en Biznaga Fest un nuevo personaje icónico, como Curro de la Expo o Naranjito del Mundial '82: se llama Biznaguito. Hemos hecho camisetas, stickers y hasta peluches de él", cuenta Palacios. "Si todo va bien, tenemos un nuevo símbolo. Lo mismo pronto vemos en la Feria a alguien disfrazado de Biznaguito", bromea Carlos Caballero.

Biznaguito, la mascota del Biznaga Fest. Cedida

"Esta es una buena oportunidad para los programadores de conocer empresas y hacer networking, y para las empresas, de conocer gente", resume Caballero. Las entradas de asistentes se agotaron hace ya varias semanas, pero este año también han notado un importante crecimiento en el interés de las empresas hasta el punto de tener que rechazar patrocinadores por falta de margen de tiempo.

Con los ponentes, que no cobran más que los gastos del viaje, ha pasado algo parecido: "Al principio había que ir a por ellos, pero ya ellos mismos saben que este es un sitio al que hay que ir. Aparte de cómo está Málaga en tecnología, saben que en Biznaga Fest se les va a tratar bien y va a ser un networking interesante", defiende.

"En otros países países europeos les extraña que esto salga así solo a partir de voluntarios; pero es que cada año se crean nuevas sinergias y de entre los asistentes surgen voluntarios, que al final terminan siendo organizadores", sostiene Caballero: "Y es colateral, pero al final también estamos vendiendo Málaga". Y, sobre todo, el poder de su comunidad.