Ellos cambiaron el juego. Cuando hablamos de grandes operaciones en la Málaga tecnológica, solemos pensar que en una compañía local ha sido vendida a una gran corporación internacional, como la reciente de Besoccer a la checa Livesport o la archiconocida de Virustotal a Google. En mayo de 2024, se le dio la vuelta a la tortilla: la tecnológica malagueña Freepik, una de las más importantes del ecosistema, anunció su mayor compra hasta la fecha.
Se trataba de Magnific AI, una herramienta de inteligencia artificial creada por dos desarrolladores murcianos que en apenas cinco meses y sin inversión habían logrado situarse en la mira mundial de la inteligencia artificial con (entonces) casi 700.000 usuarios. La cifra no se hizo pública, pero como mínimo son más de los 11 millones que Freepik había pagado anteriormente por la británica Videvo.
Desde entonces, Magnific no ha quitado el pie de acelerador. Medio año después de la adquisición, sus cofundadores Javier López y Emilio Nicolás atienden a EL ESPAÑOL de Málaga en el marco del Upscale Conf, el encuentro de IA y creatividad impulsado por el propio Freepik. ¿Está fuerte el eje tech mediterráneo?
"En Murcia no hay un gran ecosistema, tiene sus cosillas, pero no es comparable a Málaga. Aquí se respira", afirma Nicolás. Luego matiza con humor: "Tampoco hemos venido tanto, nada más que un par de veces en el último año, pero solo con tener a Freepik y el centro de ciberseguridad de Google con Bernardo Quintero... Son una serie de titanes mitológicos que hacen que el ecosistema brille".
Para ellos, que llegaron a plantearse la mudanza a Málaga pero siguen trabajando desde su ciudad natal, la venta a Freepik fue basada en una cuestión de "compartir valores": "Con ellos siempre tuvimos muy buenas sensaciones porque nos conocíamos de antes", recuerda López.
Magnific es una herramienta para mejorar mediante la inteligencia artificial la calidad de las imágenes, por lo que el flechazo con Freepik -que ha apostado al 100% por la aplicación de la IA en recursos y diseños gráficos- fue sencillo. Tras la compra, han ido más allá hasta la creación de productos como la herramienta de generación hiperrealista de imágenes Mystic.
"Tenemos un respeto inmenso a Joaquín Cuenca [CEO de Freepik], una figura muy importante para el emprendimiento español. Lo que ha construido es extraordinario", prosigue este cofundador de Magnific: "Eso suma para que te apetezca estar ahí y que la adquisición se produzca".
En ningún caso la venta ha supuesto una reducción del ritmo. "Nosotros estamos echando muchísimas horas, pero es muy pasional. Quizás deberíamos dosificar para que no se coma otras partes de la vida", admite Javi López. Están dentro de Freepik, pero siguen trabajando con "una libertad inmensa" y con gente "súper enchufada y motivada" que hace que las cosas salgan "sin fricción ninguna".
"Vender tu startup no es como dar las llaves de un coche a otra gente e irte", sostiene Emilio Nicolás: "No fue así con Erasmusu [su anterior proyecto, que vendieron en 2018 también por una cifra millonaria] ni con Magnific. Apenas nos hemos tomado unos días de descanso, pero tanto Cuenca como nosotros queríamos seguir ahí. Estamos muy motivados, muy contentos, y trabajamos sin descanso".
En aquella primera ocasión con Erasmusu, buscaron financiación privada pero no se la facilitaron. Con Magnific, la estuvieron rechazando hasta llegar a la venta. Lo que sí que sigue siendo igual es la apuesta por la velocidad en sus desarrollos: "La potencia que te da la propia inteligencia artificial para desarrollar te hace ir súper rápido y eso genera cierta adicción. Creo que todavía estamos en ese tren bala a toda velocidad", afirma Nicolás.
"Nosotros, al ser pequeños, funcionamos un poco como ninjas. Ser ágiles y pequeños nos ayuda a adoptar procesos de IA desde el principio", añade: "Conozco grandes corporaciones que aún no dejan a sus empleados usar ChatGPT".
Para Javi López, ese enfoque negacionista hacia la inteligencia artificial es un error: "Este es un momento histórico increíble. Estos últimos dos años ha habido una gran ventaja en quien se metiera en la ola de la IA rápido y empezara a usarla cuanto antes", afirma. Para él, de hecho, esta tecnología acabará estando tan impregnado de la forma de trabajar que ni siquiera acabaremos entendiéndolo como una categoría en sí misma.
"Cuando tu coche, tu frigorífico, tu Photoshop y todas tus herramientas tienen inteligencia artificial, no tiene sentido decir que eres una empresa de IA", reflexiona: "Es un recurso más, como la electricidad. La gente flipará y pensará que cómo podíamos hacer las cosas sin ella".
¿Y qué más son capaces de previsualizar ya del futuro? "Esto es tan cambiante que no puedes tomar decisiones a muy largo plazo. Puedes tener una visión grande: en el futuro pensamos que simplemente con lenguaje natural un usuario será capaz de crear cualquier cosa. Sabemos que antes o después llegará", prevé López.
"¿Cómo aterrizamos eso en cómodos plazos que te lleven allí? Es complicado y depende de la tecnología que vaya a salir dentro de una semana, dos o tres", matiza. Sí que apunta ya a una dirección para hacer que la tecnológica malagueña que les compró suba de nivel:
"A mí me gustaría que Freepik entrara en la primera división: la de tener un modelo fundacional o varios propiedad de tu empresa, entrenados por ti. Esto lo tienen muy poquitas compañías, como Midjourney, OpenAI, Perplexity o Runway", expresa Javi López: "Si de verdad queremos construir esa visión tan ambiciosa, necesitamos entrar ahí. Me encantaría que el próximo año tuviéramos el inicio de un modelo fundacional tanto de vídeo como de imagen".