El CEO de Pilarbox, José González Villodres.
Las pantallas de la tecnológica malagueña Pilarbox hacen las Américas: abre oficina en Honduras
Esta compañía ha evolucionado desde el lanzamiento de sus servilleteros digitales hasta ofrecer soluciones a medida para distintos tipos de negocios.
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Pilarbox inició su andadura de la forma más sencilla posible: querían crear servilleteros digitales, así que comenzaron pegando con velcro un teléfono móvil a uno de estos soportes. "Hicimos una pequeña aplicación y desde ahí lanzábamos publicidad", recuerda el CEO de esta compañía malagueña, José González Villodres: "Después sacamos ya un dispositivo integrado, y luego otro un poquito mejor..."
Más de siete años después del nacimiento de esta tecnológica a finales de 2017, Pilarbox se ha convertido en una empresa "especialista en realizar proyectos de pantallas digitales" con sedes también en Madrid y Barcelona, almacenes logísticos en distintos puntos de España y con mercado abierto también en Latinoamérica y Estados Unidos. Han abierto, de hecho, su primera oficina fuera de su país de origen en Honduras.
"Lo hemos conseguido trabajando muchísimo; yéndonos mal, yendonos muy bien, yéndonos regular... Y, en definitiva, pegándonos tortas", resume González Villodres, que cree que todavía les queda "mucho por delante": "Este año 2024 ha marcado un antes y un después en nuestra empresa. Estamos muy contentos porque realmente hemos estado pivotando hasta que hemos encontrado nuestro hueco en el mercado. Y creemos que realmente somo muy buenos en lo que hacemos, y por eso nuestros clientes confían tanto en nosotros".
Una imagen de equipo de Pilarbox.
Su diferenciación respecto a otras compañías que hagan proyectos de pantallas digitales, explica el CEO de Pilarbox, es que ellos se ocupan "del proceso completo desde la consultoría inicial al cliente de qué es lo que necesita hasta recomendarle qué tecnología instalar, mantenimiento, reparaciones, incidencias..."
"Y sobre todo, muy importante, tenemos un gestor de contenidos propio con el que controlamos todo el contenido que aparece en las pantallas desde el que se puede programar y filtrar según intereses", añade González Villodres: "También tenemos un equipo propio de creación de ese contenido, así que al final le entregamos al cliente el paquete 100% completo".
No siempre fue así. La pandemia del COVID-19, asegura el CEO de Pilarbox, les arruinó. Crearon entonces un dispositivo que tenía la capacidad de desinfectarse automáticamente: "Lo certificamos para que nos permitieran venderlo y así pudimos volver a salir a la calle", recuerda. Con el tiempo, comenzaron a darse cuenta de que existía "mucha necesidad" de pantallas digitales más allá del servilletero que habían creado.
"Empezamos a tocar otro tipo de dispositivos y ahí se nos abrió un poquito el mercado", relata González Villodres: "A día de hoy trabajamos con marcas de referencia como Phillips, LG y Samsung. Hacemos desarrollos propios, importamos tecnologías y la acoplamos con distintos elementos".
Sus proyectos actualmente están enfocados en el sector retail, es decir, el del comercio minorista "con la finalidad de aumentar el ticket medio de facturación gracias a la tecnología". Añadir sus pantallas a un restaurante o una tienda revaloriza ese negocio, explica. No se han olvidado de su servilletero digital, que han bautizado como Pilarbox Julia y sigue siendo uno de sus productos. En Latinoamérica, lo usan incluso para realizar pedidos y pagar la cuenta.
Una imagen del dispositivo PILARBOX Julia.
Esa expansión hacia el otro lado del charco la han hecho manteniendo la Costa del Sol como base de operaciones. "No es porque sea la mía, pero yo creo que Málaga es la mejor ciudad de España para emprender. Los empresarios que estamos aquí tenemos una suerte brutal de tener unas conexiones espectaculares que te permiten llevar tu empresa a cualquier punto del mundo de una manera muy sencilla", valor José González Villodres, también presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Málaga.
"Cuando dices que eres de aquí, la gente te escucha de una manera bastante más agradable. Te da la facilidad de que a todo el mundo le encanta Málaga y quiere venir para acá... Es una gran excusa para convencerles de que vengan a visitarnos", concluye el CEO de Pilarbox.
