"Logramos sofocar una llama y cuando te giras ya tienes otra atacándote". Así explican bomberos del Plan INFOCA a EL ESPAÑOL de Málaga sus sensaciones en el incendio que azota Sierra Bermeja desde la noche de este miércoles. El fuego no da "un segundo de respiro".
La frustración le gana terreno a la esperanza de los bomberos para lograr extinguir el incendio. Las llamas ya han afectado más de 5.000 hectáreas "y no tiene buena pinta lo que se aproxima", afirman desde este cuerpo.
La complejidad de la orografía pone en jaque las labores de extinción. "El fuego trepa por las ramas de los árboles y origina llamas de 30 metros de altura. Es un edificio que se te viene encima". Además, estos profesionales forestales afirman que "a una distancia de 50 metros ya te estás quemando". Batallan contra "un monstruo".
Los bomberos se alinean en grupos que van turnándose para calmar las llamas. "Es agotador", insisten. Asimismo, el riesgo que corren los operativos es sufrir un "atrapamiento masivo". El fuego está fuera de control y tienen que "vigilar permanentemente la espalda para que no te lleve por delante". Las manos de un operario están repletas de heridas y cortes. Se ha quitado los guantes y las deja al aire.
Por su parte, las grandes columnas de humo también se ensanchan y "nos dificultan la visión". Así, cuando este pilar de humareda cae al suelo "todas las pavesas incandescentes de la columna se prenden de nuevo", destacan desde INFOCA. "Es muy decepcionante, parece que nunca se va a poder apagar".
Todos los operarios consultados por este periódico coinciden: "Es el peor incendio al que me he enfrentado en mi vida". Desde la carretera AP-7 se vislumbran los equipos aéreos que ayudan en las tareas de extinción. La magnitud del pirocúmulo sobresale entre las cadenas montañosas de Sierra Bermeja.
Mientras, otros compañeros del INFOCA que se mantienen en la retaguardia y esperando su turno, están en contacto con los bomberos que se juegan la vida en Sierra Bermeja. "Estamos con el ánimo a flor de piel", insisten.
"¡Vamos, vamos, podemos con todo, eh!". Ese grito de aliento suele escucharse en las voces de los bomberos cuando se apean de los camiones o de los helicópteros al llegar a un incendio. Y así fue hasta la noche de este jueves, donde "el silencio ya es sobrecogedor". Ha muerto un compañero.
¿Cómo se trabaja en estas condiciones?, preguntamos. "No se explica, se hace", responden."Sabemos que fue él, pero podríamos haber sido cualquiera de nosotros", añaden. Toda la "alegría y entusiasmo" que existe antes de pelear contra el fuego se traduce en el más absoluto sigilo:"sólo se escuchan las órdenes y las ramas quemándose".
El origen
El incendio que asola Sierra Bermeja desde la noche del pasado miércoles parece que tiene origen en la mano humana. Los bomberos lo confirman: "quien haya provocado esta catástrofe sabía perfectamente lo que hacía".
El fuego consta de varios focos "muy bien organizados". Además, subrayan, "tenían que conocer las condiciones meteorológicas que se iban a producir en la zona durante estos días". El levante alcanzó velocidades de hasta 60 kilómetros por hora.
En esta línea, la intensidad del incendio ha obligado a evacuar a más de mil personas, que han tenido que ser reubicadas en diferentes recintos de los municipios afectados. Otros, sin embargo, han optado por marcharse a una segunda residencia mientras los bomberos pelean contra el fuego que permanece descontrolado en Sierra Bermeja.