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Una imagen de la pareja.
La viuda del empresario sevillano fallecido en Estepona tras una intervención policial: "Aún no he visto su cuerpo"
La familia quiere comprobar que el cadáver al que van a dar sepultura sea el de Juan Antonio y se niegan a trasladarlo sin reconocerlo antes.
Más información: Muere un empresario sevillano en un hotel de Estepona (Málaga) tras ser reducido por la Policía Nacional
Cristina dice estar viviendo una auténtica pesadilla. "No tengo suficiente con haber perdido a mi marido, que encima no puedo ni ver su cuerpo", se lamenta, al otro lado del teléfono. La noche del pasado jueves, 23 de enero, el empresario Juan Antonio Hans Checa fallecía en un hotel de Estepona tras ser reducido por varios agentes de la Policía Nacional que fueron requeridos ante su estado de nerviosismo. Ahora la familia pide que se esclarezcan las causas de su muerte, que califican de "extrañas", y obtener el informe preliminar de su fallecimiento, con el que aún no cuentan. Según su relato, tampoco se le ha permitido ver aún el cadáver de su marido.
Según ha informado la Policía Nacional, al filo de las seis de la tarde del día de su fallecimiento recibieron una llamada procedente de un restaurante esteponero, el bar Peña, donde fueron requeridos porque Juan Antonio estaba generando "problemas". El abogado de la familia, Luis Romero, asegura en un documento enviado a la prensa que este altercado se solucionó "sin problemas" y el hombre fue acompañado al hotel por los agentes.
Así, su viuda explica a este periódico que una agente se encargó de tranquilizar a Juan Antonio, que tiende a sufrir, señala la mujer, "brotes de alucinaciones". Llegó a medicarse por este motivo, pero ya no lo hacía. "Al parecer, decía que lo estaban envenenando, la policía lo sacó fuera, lo relajó e incluso él permitió que le pusieran las esposas, que después le retiraron", relata la mujer.
A continuación, llamaron a la ambulancia, que en unos minutos se personó allí, aunque Juan Antonio negó la asistencia, ya que decía que se encontraba bien. La Policía trasladó al hombre hasta su hotel ya que en el estado que se encontraba no podía coger su propio vehículo. En este sentido, Cristina cree que debía haber sido evacuado a un hospital, pero no fue así. "Para mí es lo que debían haber hecho, por como se encontraba, pero yo no entiendo de leyes", dice.
La versión de la familia concuerda con la de las fuentes policiales, que indican que el hombre fue localizado "muy agitado y agresivo" y que se logró sacarlo del bar mientras que avisaban a una ambulancia, pero que rechazó toda asistencia médica. Si bien, los agentes añaden un detalle que se omite en el escrito del letrado: Juan Antonio fue hallado bebiendo alcohol y manifiestan su sospecha de que pudiera estar bajo los efectos de las drogas, ya que le fue intervenido un envoltorio con "una sustancia pulverulenta, al parecer cocaína".
Al respecto, la hermana del fallecido asegura a este periódico que "en todos los informes consta que tomaba Aquarius" y que tenían conocimiento de que la Policía halló la mencionada sustancia.
Segundo altercado
A las 21.40 horas, los agentes vuelven a ser requeridos en el hotel donde estaba alojado el hombre, el Ona Valle Romano. Tras llegar, los policías descubren que se trata del mismo varón al que habían atendido por la tarde. "Dado su estado de agresividad y agitación, al fin de salvaguardar la seguridad de esta persona y la de otros usuarios del hotel, efectivos policiales tuvieron que utilizar la mínima fuerza imprescindible para reducirle, con el uso de grilletes reglamentarios. Es en este contexto cuando el hombre entra en parada", indican fuentes policiales.
Los agentes, siempre según su versión, colocaron al hombre en posición lateral de seguridad y comenzaron a practicarle los primeros auxilios: RCP y uso de desfibrilador. Una ambulancia se trasladó también al lugar y los sanitarios se sumaron a la asistencia de Juan Antonio, aunque todos los esfuerzos fueron en vano. Acabó falleciendo y se activó, por tanto, el protocolo judicial.
Minutos antes de su fallecimiento, Juan Antonio estaba hablando con su hermano Javier por teléfono, quien percibe que algo no va bien. Este le escuchó decir lo siguiente: "No me matéis que tengo dos niños muy chiquititos", siempre según la versión de la familia. Conocedora de la circunstancia en la que se encontraba su marido, Cristina llama al Servicio de Emergencias 112, aún sin encontrarse allí, alertando que este se encontraba en el hotel y que estaba sufriendo un brote psicótico.
"Lo que él estaba comentando no me parece normal. Así que decido llamar para avisar, les digo que soy enfermera, que mi marido se encuentra en el hotel y pido una ambulancia", explica. La Policía Nacional llegó antes y aquel servicio se anula, aunque el 061 confirma al 112 que se trata de un paciente psiquiátrico. "Siento que los protocolos deben adecuarse a cada caso y creo que no se hizo así", lamenta Cristina.
Ahora que no puede recuperar a su marido, quiere que se investiguen los hechos. "No sé si realmente ocho agentes son necesarios para reducir a una persona", expresa con indignación a este periódico.
También pide ver el cadáver de su marido antes de darle sepelio, ya que casi una semana después de los hechos aún no lo ha podido hacer y está en su "derecho". En concreto, tanto la familia como su abogado dicen haber ido "hasta en cuatro ocasiones al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga" para identificar el cuerpo y se les ha impedido. Además, señalan que el pasado domingo lo solicitaron por escrito y aún así les fue denegado. "Todo el trato ha sido muy frío", indica Cristina.
El propio abogado acudió el sábado 25 al juzgado competente para la investigación de los hechos y al informar al juez de la negativa recibida, asegura que su señoría le indicó que no se necesitaba ningún permiso y que los familiares tenían derecho a la identificación, pese a que el IML les informara de que no podían porque los forenses ya habían reconocido el cuerpo.
Siguen sin saber las causas de su muerte. Es por ello que han solicitado al juez que se requiera al Instituto de Medicina Legal de Málaga la aportación, a la mayor brevedad, del informe preliminar de autopsia, por si solicitan una segunda autopsia, en función del contenido, así como posibles grabaciones de lo ocurrido en el bar y en el hotel.
También quieren tomar declaración a todos los agentes que participaron en la intervención y testigos y que la investigación quede en manos de la Guardia Civil para evitar posibles conflictos de interés. "Necesitamos especial ayuda de los demás huéspedes que estaban allí", incide Cristina.
"Todo es pasarse la pelota de un lado a otro y somos nosotros los que nos estamos moviendo para lograr información", lamenta Cristina, quien está arropada de su familia en estos duros momentos. Asegura que le permiten trasladar el cuerpo de Juan Antonio, pero no reconocerlo, algo que no contempla. "¿Cómo voy a llevarme un cuerpo que no sé si es mi marido? Ahora mismo no sé ni dónde está", critica.
La familia del fallecido ha organizado este jueves, 30 de enero una concentración a las 10.30 horas en la plaza de la chimenea de Lora del Río para volver a denunciar los hechos. "Por la injusticia que estamos viviendo, vamos a hacer ruido ante todos los medios, solo pedimos justicia y poder honrarlo", indican en la convocatoria que está difundiéndose por las redes sociales.
Sobre el fallecido, su viuda dice que era una persona muy querida, muy buena, que se desvivía por sus dos hijos. Se dedicaba al revestimiento de fachadas. "Era muy bueno, muy noble, de verdad", zanja entre lágrimas.