Málaga

Málaga, la ciudad que emerge como una de las grandes plazas de la inversión nacional e internacional; esa urbe que ha despertado el interés de grandes tecnológicas como Google y Vodafone, entre otras, tiene un problema: no tiene espacios de oficinas adecuados en el entorno del Centro. 

Y lejos de ser un asunto menor, tiene una trascendencia clara en un momento en el que, según los analistas la demanda de firmas interesadas en llegar a la capital crece. No son pocas las voces que vienen advirtiendo desde hace años de la necesidad de propiciar la construcción de inmuebles de este tipo. 

Sin embargo, la realidad es que las superficies disponibles son cada vez más escasas, provocando un incremento de los precios. La consultora CBRE, en un reciente informe sobre la pujanza inmobiliaria del casco antiguo, precisaba que mientras el porcentaje de espacio disponible en el conjunto de la ciudad es del 5%, en el Centro Histórico baja al 2%.

"El sector está mejor que nunca, con una demanda que sigue creciendo, cada vez hay más empresas que quieren estar aquí, pero la oferta es nula y eso puede tener consecuencias negativas a medio plazo", afirma el director de la delegación de Savills Aguirre Newman en Andalucía, José Félix Pérez-Peña

Sede de la empresa Technest en Málaga. S. S.

Los cálculos que hace la consultora cifran en unos 40.000 metros cuadrados la superficie que se necesita de manera inmediata en la ciudad. "Pero es que no hay ni 10.000 en este momento", expresa. 

En una línea semejante se viene pronunciando Íñigo Molina, director de Colliers en Andalucía. "Málaga está con una ocupación de oficinas de casi el 100% y no hay proyectos inmediatos; si queremos jugar en las grandes ligas del sector hay que dotarla de un parque de calidad, conectado y de tamaño suficiente", explica.

En ausencia de edificios específicamente destinados a oficinas, las empresas buscan soluciones alternativas. Ejemplo de ello es lo ocurrido con Technest, empresa pionera en I+D aplicado al blockchain en toda su cadena de desarrollo, que hace algunos meses alquiló y realizó una importante obra de adaptación de un local ocupado durante años por la tienda de material de oficina de El Corte Inglés

Un camino al que se vio forzada también la Agencia Tributaria tras el desalojo de su sede principal, en la Avenida de Andalucía. La falta de un edificio único le obligó a arrendar varios emplazamientos en los que repartir a sus trabajadores, incluyendo un antiguo centro comercial de El Corte Inglés.

A este modus operandi hay que sumar la decisión de algunas empresas de "autoconstruirse" sus sedes en zonas alejadas del Centro, como la Avenida Ortega y Gasset, caso de Soloptical.

Precisamente, en el sector empieza a abrirse otra puerta alternativa para ubicar oficinas: los centros comerciales. Fuentes consultadas han admitido la existencia ya de conversaciones con algunas grandes superficies de la capital para que una parte de su superficie sea destinada a este uso. Y apuntan que a diferencia de lo que ocurría años atrás, las rentas se empiezan a igualar. 

Los nuevos proyectos se hacen esperar

La preocupación verbalizada por muchos expertos va a tener continuidad en el tiempo, por cuanto los nuevos proyectos nacidos para paliar el déficit que presenta la ciudad tardarán aún algunos años en estar en pie. El más significativo de todos, por su emplazamiento y superficie, es el de Muelle Heredia

Una localización estratégica del puerto de Málaga, donde el planeamiento urbanístico autoriza la ejecución de hasta 26.500 metros cuadrados de techo. La intención de la Autoridad Portuaria, tras frenar el deseo del Ayuntamiento de duplicar esta capacidad de edificación, es la de activar a finales del presente ejercicio o principios de 2022 el concurso mediante el que adjudicar a un tercero la construcción y explotación comercial de estas oficinas.

Imagen del puerto de Málaga.

Precisamente, el puerto viene siendo protagonista en los últimos meses por la operación que va a permitir implantar un centro de negocios de la firma Urbania en la esquina de los muelles 1 y 2. Una iniciativa que quedó desbloqueada después de que en hasta dos ocasiones el voto del concejal no adscrito Juan Cassá, así como de los grupos de la oposición, impidiesen su avance.  

Con un calendario algo menos extenso en el tiempo se plantea el edificio que Grupo Insur proyecta en una parcela comprada al Ayuntamiento el pasado mes de mayo. La pretensión de la firma es iniciar las obras sobre el terreno a principios del año que viene, elevándose la inversión programada a unos 29 millones de euros. Este inmueble, de última generación, tendrá capacidad para unos 750 trabajadores y dispondrá de 9.500 metros de techo.

Otra bolsa de suelo que el Ayuntamiento parece querer activar es la de Martiricos. Dentro del proyecto de las torres de 30 plantas dibujado en ese suelo, hay una reserva de 2.838 metros de suelo, con un techo de 10.900 metros que permite como usos alternativos el terciario/empresarial.

En su apuesta por situar en el escaparate nacional e internacional la ciudad de Málaga, el Ayuntamiento elaboró y publicó tiempo atrás varios dosieres informativos con los suelos disponibles para diferentes usos.

Entre ellos el de oficinas. De acuerdo con la información recopilada por la Gerencia de Urbanismo, incluyendo algunas de las localizaciones ya apuntadas, hay en diferentes fases de tramitación casi 4,3 millones de metros cuadrados de superficie, con una edificabilidad de 890.484,75 metros.

El documento ofrece detalles de una veintena de parcelas, de las cuales cinco tienen aprobado definitivamente el planeamiento (169.104 metros de techo), siete se encuentran en tramitación (288.414,45 metros de techo) y las otras ocho, carecen de planeamiento iniciado (432.966,30 metros de techo).

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