Es verano y es frecuente ver por las calles de Málaga y algunos rincones de nuestras casas a cucarachas campando a sus anchas. Ese insecto no deseado por nadie. El calor hace que salgan de sus refugios habituales para provocar la histeria en gran parte de los ciudadanos.
'Que no vuele, que no vuele'. Eso lo hemos pensado todos alguna vez mientras tratábamos de acabar con la vida de una cucaracha con algún insecticida. Destacan por su agilidad a la hora de desplazarse por el suelo, lo que las convierte en un duro rival. Y menos mal que no suelen actuar en conjunto.
En Málaga han denunciado la "desproporcionada proliferación" de este tipo de insectos por las calles. Así, reclaman un paquete de medidas y un plan de fumigación eficaz para tratar de acabar con estas plagas.
Asimismo, desde el Ayuntamiento aseveran que el control de las cucarachas en la ciudad consiste "en dos vueltas programadas", empleando "insecticida encapsulado". Este se aplica "en los cuellos de los pozos de registro del saneamiento". A su vez, las propias aplicaciones pueden generar el denominado "efecto desalojo".
En relación con este hecho, es posible que los insectos se resguarden en algunos rincones de lugares determinados, como almacenes o negocios de la ciudad que no estén saneados correctamente. Ese entorno permite su supervivencia.
Pero desde el área de Medio Ambiente destacan que cuando las cucarachas salen por ese efecto desalojo y"a están afectadas por el insecticida y mueren poco después". El insecticida afecta al sistema nervioso central de los insectos y éstos "salen despavoridos" de esos pozos, muriendo poco después. Es una herramienta eficaz.
Desde el propio Consistorio subrayan que las altas temperaturas actuales y, a medio largo plazo, el cambio climático, "tienen efecto palpable aunque no excesivo" en la proliferación de este vector en las calles de la ciudad. No obstante, aseveran que por el momento "no se ha constatado ni una mayor presencia" ni un incremento significativo del número de peticiones ciudadanas para acabar con plagas.
De esta manera, continúan desde la concejalía, se suma que la preocupación por posibles efectos nocivos en el Medio Ambiente y la salud pública deriva en que los productos químicos a emplear sean "cada vez menos potentes". Este ha sido el caso con muchos productos que se empleaban antaño y ahora están completamente prohibidos.
Finalmente, los meses de confinamiento domiciliario y la consiguiente reducción de la actividad humana en las ciudades, han generado un entorno poco propicio para los vectores urbanos de zoonosis. Han tenido, por tanto, que variar sus hábitos de consumo habituales. Todo está relacionado en el Medio Ambiente.
El Ayuntamiento recuerda que además de esas actuaciones programadas se pueden solicitar actuaciones específicas a través de la APP Málaga Funciona o el teléfono 900 900 000. En esta línea, cuando se constatan incumplimientos, se apercibe al local en cuestión y, si éstos no atienden la petición, se procede a abrir un expediente sancionador.