La Junta de Andalucía busca una solución que compagine la protección de la cueva hallada en el barrio malagueño de La Araña y la continuidad de la actividad minera en la cantera en la que se encuentra. Un encaje de bolillos con el objetivo de mantener el empleo "que esta concesión y explotación genera en la zona", explica este jueves el gobierno regional en un comunicado.
"Si fuera posible, en el ánimo de la Junta está buscar la fórmula para hacer compatible dicha preservación con la continuidad de la actividad minera", plantea el escrito, en línea con lo que ya solicitó el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hace justamente una semana.
Este deseo del ente autonómico se suma al expresado por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, que aseguró que el ánimo de la administración era el de proteger la cueva. Así, la solución en caso de determinarse su amparo legal podría ser parecida a la ya tomada para la Cueva Navarro IV, que se encuentra dentro de los terrenos de la cantera y está protegida como Bien de Interés Cultural desde 2012 por la relevancia de sus restos arqueológicos, pero se encuentra cerrada al público.
El comunicado remitido por la Junta de Andalucía también explica que el pronunciamiento de las delegaciones de Cultura y Desarrollo Sostenible (Medio Ambiente) partirá de informes abordados por la propia fábrica de cemento, gestionada por la empresa FYM-Heidelberg.
La cementera, como ya informó este periódico el pasado 13 de agosto, contrató a la compañía de estudios arqueológicos Arqueotectura para realizar su informe respecto a la existencia o no de restos de origen humano en la cueva. Según explica la Junta, Heidelberg también abordará una evaluación geológica de los terrenos y de la cavidad descubierta.
Esas inspecciones de la mano de la fábrica de cemento serán las que sirvan de punto de partida a las delegaciones del gobierno autonómico, que asegura que supervisarán el proceso, para pronunciarse finalmente sobre si la cueva precisa protección. Hasta este miércoles, según pudo saber este periódico, la Junta no había recibido todavía esos informes de la empresa contratada por la cueva.
Aviso anónimo
El gobierno autonómico ha informado así finalmente por escrito sobre la situación actual de la cueva, después de que EL ESPAÑOL de Málaga sacara a la luz su hallazgo hace 3 semanas, el pasado el 11 de agosto.
El motivo ha sido la reunión este jueves de la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, con los delegados territoriales de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Carmen Casero, y de Desarrollo Sostenible, José Antonio Víquez, para conocer el estado de los estudios.
En el comunicado, la Junta también ha confirmado oficialmente que fue un aviso anónimo el que dio la voz de alarma de la existencia de la cueva a las autoridades, tal y como adelantó EL ESPAÑOL de Málaga el pasado 13 de agosto.
Este aviso, según pudo confirmar entonces el periódico, fue realizado por una persona ajena a la cementera que supo de la existencia de la gruta por casualidad. Por su parte, las fotografías anónimas de la cueva difundidas en redes sociales fueron tomadas en terrenos de la fábrica a mediados de abril, por lo que pasaron al menos dos meses desde que la caverna tuviera una apertura hasta que se produjera la notificación a las autoridades.
Pese a ello, el gobierno autonómico mantiene que ha contado con la colaboración de FYM-Heidelberg desde el principio.
Acceso cerrado
El 25 de junio se produjo la primera inspección de los agentes de Medio Ambiente de la Delegación territorial de Desarrollo Sostenible, junto con un responsable de Calidad y Medio Ambiente de la cantera. La actividad está interrumpida en el entorno de la cueva al menos desde entonces, a la espera de ver si la Junta abre los expedientes oportunos en el caso de que la caverna precise de medidas de conservación "amparadas en la legalidad vigente", según explica el comunicado.
Una vez finalizado el trabajo de campo el acceso a la cavidad ha sido sellado para garantizar su aislamiento, como ocurre en cualquier excavación o estudio arqueológico.
Además, la delegación autonómica ha pedido a la empresa que explota los terrenos a reforzar la seguridad para evitar el acceso de personas ajenas a la cantera, "a fin de evitar posibles accidentes dado el árido y escarpado terreno donde se ubica el acceso", de acuerdo con el comunicado. Los responsables de la cementera han confirmado la adopción de dichas medidas.