La nueva casa de los farmacéuticos de Málaga empieza a tomar forma. Los obreros y las máquinas ya ocupan parte del solar situado en el 151 de la Avenida Carlos Haya, sobre el que se levantará un edificio de planta baja más dos alturas, a las que se sumarán otros dos niveles bajo tierra con capacidad para 42 plazas de aparcamiento.
Los plazos manejados por el colegio sitúan a finales de 2022 la terminación de los trabajos ahora activados. La inversión, por su parte, se estima en cerca de tres millones de euros. Una cuantía que sólo se vincula a la ejecución material, pendiente de introducir todos los detalles correspondientes a mobiliario y a instalaciones.
La edificabilidad completa de la construcción es de 4.700 metros cuadrados. El paso adelante dado por el ente se produce después de recibir el pasado mes de mayo la licencia de obras por parte de la Gerencia de Urbanismo.
La ejecución del complejo supone un hito para el organismo profesional, toda vez que desde hace varios años venía buscando un posible emplazamiento para sus nuevas dependencias. Una de las opciones que llegó a analizar fue el antiguo Gobierno Militar, inmueble finalmente elegido por Google para implantar un centro de ciberseguridad.
Una de las particularidades de la propuesta es su diseño moderno. Entre los elementos que formarán parte de la estructura se incluyen un salón de actos, laboratorio, Centro de Información del Medicamento (CIM) y puestos para labores administrativas. El proyecto se completa con espacios al aire libre, una terraza en la parte superior y patios tanto exteriores como interiores.
A fin de avanzar en la iniciativa, el Colegio creó una mesa técnica que escogió tres proyectos finales para la nueva sede. Tras esta primera selección, el 30 de enero pasado convocó a sus colegiados a una junta general extraordinaria para que fueran ellos mismos los que decidieran el diseño.
De forma "muy mayoritaria", la opción elegida fue la de los estudios Global Lynx Design SL y OCWA, bajo la dirección de los arquitectos Pablo Sepúlveda, Julia Herrera, Carolina Rivera y Alberto Aranega. Precisamente, según la información recogida en la web de uno de los estudios implicados, el programa para esta sede "gira en torno a un patio central, núcleo y distribuidor de todas las estancias del edificio".
"Partiendo de esta idea de manzana cerrada en la que el patio es protagonista y ágora de la vida colegial, el edificio se va perforando y fragmentando en planta baja para dar lugar a los diferentes accesos del edificio, así como para conservar la arboleda preexistente en la parcela", añade.