Tras un par de meses de letargo, el futuro de la cueva de La Araña ha abierto una nueva puerta. El ritmo de los acontecimientos parecía pausado por la larga espera al informe contratado por la cementera -sobre el que la Junta de Andalucía se posicionará sobre si la cueva merece o no protección por sus valores arqueológicos-, pero la intervención de la Fiscalía ha supuesto un cambio de juego y ha puesto de nuevo en el foco la actuación de la empresa que explota la cantera en la que se halló la gruta.
El ministerio público entró de lleno en el asunto al decidir investigar si hay un posible delito contra el patrimonio en las diversas voladuras realizadas en la cantera desde el descubrimiento de la cueva, tras una denuncia de la edil de IU Remedios Ramos. La cementera FYM-Heidelberg, que explota el yacimiento, ha incidido este miércoles en un comunicado en que las explosiones están siendo "alejadas de dicha cueva y sin poner en riesgo su integridad" y que están respetando el entorno de la gruta: "La seguridad de la cueva está garantizada a la espera de que la Junta de Andalucía se pronuncie sobre el estudio arqueológico que continúa realizando Arqueotectura SL".
Ese posicionamiento del gobierno regional, por tanto, sigue a la espera del informe de la compañía Arqueotectura, contratada por la cementera pero "colaboradora habitual de la administración", según la define en el comunicado la propia FYM-Heidelberg. Y ese estudio se está alargando: se cumple ya más de cuatro meses desde que, el 25 de junio, los técnicos de la Junta de Andalucía visitaran la gruta tras un aviso anónimo ajeno a la fábrica y se pusiera en marcha el proceso.
Una vez se tenga ese documento, la administración regional podrá concluir si existen valores arqueológicos o no dentro de la cueva, es decir, si se ha encontrado algún resto de paso humano por la gruta. En ese caso, la legislación prácticamente aseguraría la protección de la caverna. Si, por el contrario, no se encontraran valores arqueológicos, todavía quedaría la posibilidad de que la Junta estimara que debe tener amparo legal por sus atributos medioambientales, como en un principio afirmó la consejera de Cultura (que fue después rectificada por Medio Ambiente).
Mientras se desenrada el ovillo de si merece o no protección, la Fiscalía ya ha puesto manos a la obra al equipo del Seprona de la Guardia Civil para que proceda a la investigación de los hechos denunciados -es decir, el posible delito contra el patrimonio en las explosiones- y las personas responsables. Queda por comprobar si, efectivamente, las sucesivas voladuras en otras zonas de la cantera no han afectado al interior de la gruta.
Para más inri, el periódico El Economista informó en julio de que la fábrica de cemento de La Araña está a la venta como parte de un repliegue de la zona sur y levante del país por parte de la compañía alemana Heidelberg, que sí mantendría entonces sus plantas de este conglomerante en Añorga (San Sebastián) y Arrigorriaga (Bilbao). Diario Sur anunció este sábado que la multinacional brasileña Votorantim -la octava compañía más grande del sector a nivel mundial, Heidelberg es la segunda- está negociando la adquisición del complejo. Tiempos de cambios para una fábrica de cemento que sigue con la cuenta pendiente de la cueva.