Once años después de que Málaga se hiciera con la propiedad de los antiguos cines Astoria y Victoria, hoy convertido en un solar que esconde restos arqueológicos de valor, el Ayuntamiento empieza a dibujar el futuro de la parcela.
Aunque con detalles por concretar, dos son las líneas de pensamiento que ya traza el equipo de gobierno, que mantiene invariable su apuesta por levantar un edificio de nueva planta que permita cerrar ese lateral de la Plaza de la Merced.
La primera de las opciones pasa porque ese inmueble sirva para albergar una "gran empresa de innovación"; la segunda, que el mismo se use para complementar la actividad del Teatro Cervantes y pueda dar cabida a un espacio para la celebración de eventos y congresos. Así lo ha confirmado a EL ESPAÑOL de Málaga el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien admite que, en cualquiera de los casos, queda aún camino por recorrer.
La decisión final, apostilla, estará supeditada a lo que materialmente pueda edificarse en el solar, dados los condicionantes que provocan los hallazgos históricos sacados a la luz meses atrás en el marco de las excavaciones realizadas. Los mismos, de acuerdo con lo dictaminado por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, han de ser conservados in situ.
Para avanzar en la propuesta final, López ha confirmado que el Departamento de Arquitectura, con su máximo responsable, Javier Pérez de la Fuente, al frente, viene trabajando desde hace algunos meses en analizar las diferentes opciones.
"Las propuestas que hagan los equipos de arquitectos nos permitirán saber qué es más fácil ubicar allí; la novedad es que trabajamos ya con ideas concretas con las que definir el uso y el cierre de la parcela", ha valorado el edil.
Si bien el concejal no ha aportado detalles precisos respecto a los diseños arquitectónicos, sí ha admitido el deseo municipal de que el inmueble futuro tenga "cierto grado de permeabilidad", buscando con ello una mejor integración con el entorno. ¿Implica eso una reducción de la altura respecto al antiguo conjunto?
"Lo que no se puede hacer de pronto es un baja+1, pero sí se pretende que haya cierta cintura; para nosotros el Pepri Centro es de obligado cumplimiento"
Debido a lo expuesto por López, se maneja la posibilidad de "rebajar algo" la cota en vertical, pero descarta de plano la opción de un edificio sustancialmente más bajo. "Lo que no se puede hacer de pronto es un baja+1, pero sí se pretende que haya cierta cintura", ha explicado.
El problema con el que, según el responsable de la Gerencia de Urbanismo, se encuentran los técnicos que trabajan en esta iniciativa es que el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Centro histórico de Málaga fija como límite de altura la cota de los edificios de Casas de Campos, en el lateral norte de La Merced.
"Para nosotros el Pepri Centro es de obligado cumplimiento; no vamos a hacer ahora una propuesta que implique una modificación porque ya hemos visto a lo que nos lleva", ha añadido. Un argumento que apunta de manera directa a Cultura, que de manera reiterada ha rechazado la petición municipal de autorizar un ajuste del planeamiento para permitir la figura de los equipamientos singulares en dos parcelas de la ciudad, una de ellas la del Astoria.
11 años desde que es propiedad municipal
Las novedades se conocen cuando se cumplen 11 años de la operación de compraventa formalizada por el alcalde con la entonces dueña de los edificios, la promotora vasca Baensa, que había proyectado la construcción de viviendas de lujo, reservando una de las plantas para la ampliación de la Casa Natal Pablo Ruiz Picasso.
La adquisición le supuso a las arcas municipales un desembolso de unos 21 millones de euros, la mayor parte de los cuales fueron abonados en aprovechamientos urbanísticos. Pese al deseo del regidor de intervenir sobre el solar, la realidad es que todo movimiento se ha visto truncado.
Esto es justamente lo que sucedió con la apuesta del regidor por levantar en el espacio de los antiguos cines el que bautizó como Museo de Museos. La crisis económica y la incapacidad del Ayuntamiento para afrontar esta inversión millonaria le obligaron a desistir de la iniciativa.
Tampoco concluyó con éxito el concurso internacional de ideas impulsado por el Consistorio en la búsqueda de un diseño innovador para el cierre de la plaza. La convocatoria tuvo a Antonio Banderas, como promotor de la propuesta presentada por el estudio de José Seguí, como ganador. Tras sentar las bases de la operación, el actor, ante el clima de crítica que se había generado, dio marcha atrás y abandonó la iniciativa.
El impacto del rechazo de Banderas, que luego pudo retomar su deseo de tener un teatro en Málaga con el ahora Teatro del Soho, dejó descolocado al Ayuntamiento. Tras analizar otras de las opciones formuladas al concurso, se abrió de nuevo la puerta a una fórmula de colaboración público-privada que dejaba en manos de una empresa la ejecución y explotación de un inmueble con un auditorio de dos plantas bajo tierra.
Pese a lo avanzado de las conversaciones, la aparición de restos arqueológicos ha dado al traste también con esta posibilidad. Cultura obliga a mantener in situ lo hallado, afectando de lleno la propuesta privada.