El ladrillo moderno sigue conquistando los barrios tradicionales de Málaga. La inversión promotora, atraída por el tirón de la capital de la Costa del Sol, toma posición en el popular El Perchel, estratégico por su emplazamiento en la antesala del Centro y a apenas metros de las estaciones de tren, autobuses y Metro, que atisba su llegada a la Alameda a mediados de este año. Ingredientes suficientes para convertirlo en objeto de deseo de empresas del sector inmobiliario.
Y esto es justo lo que ha acabado ocurriendo con una manzana de edificios levantada en Callejones del Perchel y que queda encajonada entre las calles Montalbán y Malpica, entre otras. Las tensiones entre los vecinos, muchos de ellos mayores que llevan habitando estos pisos en régimen de alquiler desde hace décadas, se iniciaron en noviembre del año pasado.
Fue en ese momento cuando empezó a sonar el rumor de que una empresa con sede en Madrid estaba negociando la compra de las construcciones para levantar pisos de nuevo cuño. Una posibilidad que quedó confirmada y materializada a finales del pasado año.
La operación de adquisición está ya formalizada y asciende a unos 15 millones de euros. Y tiene como protagonistas a las sociedades Vitrubio y Dazia Capital. La primera ha sido adquirida por la segunda, que pasa a ser responsable directa de sus bienes en El Perchel. El escollo con el que se topa la firma, no menor, es que muchos de estos pisos tienen en su interior a residentes, muchos de ellos de renta antigua.
Los primeros movimientos para desalojar a los inquilinos se empiezan a dar. EL ESPAÑOL de Málaga ha podido confirmar el envío de los primeros escritos, vía burofax, por parte de la promotora dirigidos a al menos tres de los arrendatarios. En las citadas comunicaciones se les informa de la negativa de la empresa a renovar los alquileres una vez expiren los contratos vigentes. En estos casos, los vínculos finalizan el 1 de marzo próximo.
"El contrato quedará extinguido y sin efecto en la referida fecha, sin posibilidad de ulterior prórroga, y sin necesidad de preaviso alguno, ni más requerimiento", se precisa en el escrito. En el mismo, se conmina al destinatario la necesidad de ponerse en contacto con el administrador del inmueble para fijar el modo de entrega de las llaves del piso.
Ante la gravedad de la situación, los vecinos damnificados pusieron en marcha meses atrás una plataforma mediante la que hacerse fuertes e impedir su desalojo. Enrique Gutiérrez, Guti, viene ejerciendo la labor de portavoz desde su puesta en marcha. Según sus datos, son del orden de 50 los vecinos afectados, elevando a 140 los pisos integrados en la manzana objeto de la intervención.
Los inmuebles carecen de protección alguna y, como ha ocurrido con otros de la misma zona, serán demolidos para levantar nuevas construcciones. De acuerdo con los detalles urbanísticos disponibles, la ordenación asigna a la zona una edificabilidad máxima de 18.000 metros cuadrados, de los cuales 15.000 son de uso residencial y 3.000, comercial. Conforme a estas superficies, la propietaria podría edificar del orden entre 180 y 200 viviendas, sin que por el momento se haya precisado si serán en venta o alquiler.
A la espera de los acontecimientos que quedan por producirse, la posición de los afectados es clara. "Vamos a ir hasta donde podamos llegar e intentar que sea con el apoyo del Ayuntamiento, que tiene buscar alguna solución para esas criaturas", comenta Guti, quien teme que la situación de malestar vaya a más. "Hablamos de familias que se encuentran en una situación de precariedad absoluta", insiste.
Hay que recordar que ya el año pasado se publicaron algunas informaciones apuntando el interés de Dazia Capital, por medio de su promotora Darya Home, de invertir en Málaga capital. Su presencia en la provincia malagueña incluye una promoción en Estepona de 36 viviendas en el paseo marítimo. El propio presidente del grupo, Daniel Mazin, destacaba el potencial de la capital malagueña, señalando en ese momento que se trabajaba en la que iba a ser la primera adquisición de la firma.