Las 'exigencias' de Cultura para el Astoria de Málaga: 600 butacas de apoyo al Cervantes y restos visitables

El Ayuntamiento de Málaga empieza a dar los primeros pasos en su apuesta por transformar el vacío dejado tras la demolición de los antiguos cines Astoria y Victoria en un centro cultural polivalente con el que completar las necesidades del Teatro Cervantes.

El anuncio verbalizado por el alcalde, Francisco de la Torre, en el pasado Debate del Estado de la Ciudad empieza a ser llenado de contenido con la aportación realizada por el área de Cultura. El departamento dirigido por la concejala Noelia Losada remitió a finales de la pasada semana a la Gerencia de Urbanismo un documento en el que perfilaba las necesidades iniciales del futuro equipamiento.

Un primer borrador que debe servir, al menos, para perfilar el diseño futuro del inmueble. La entrega de esta información ha sido confirmada por el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien señala que era el paso necesario para que los técnicos del área de Arquitectura empiecen a trabajar en cómo será el edificio y en las bases que regirán el futuro concurso mediante el que adjudicará su ejecución.

Desde el punto de vista cultural, será la sala de usos múltiples prevista la gran protagonista del Centro Cultural Astoria. En este sentido, fuentes del área de Cultura aluden a que el director del Cervantes, Juan Antonio Vigar, ha puesto sobre la mesa la necesidad de que la misma cuente con un mínimo de 600 butacas, si bien se apunta como “ideal” que disponga de 800.

Atendiendo a las características de un espacio pensado como "anexo al Teatro Cervantes", se destaca la necesidad de que el escenario tenga 12 metros de altura, así como un vestíbulo suficiente para albergar la recepción de público en los espectáculos, una zona de taquillas, aseos y camerinos con unas dimensiones de entre 2 y 4 metros cuadrados.

"En la parte de equipamiento técnico, una cabina de luz y sonido, una zona de carga y descarga con unas dimensiones mínimas de 23 metros cuadrados o un almacén", apostillan las fuentes.

Pero hay un componente que a ojos de Cultura es esencial en el futuro equipamiento: los restos arqueológicos encontrados en la parcela. "A la inclusión de un auditorio se suma la necesidad de disponer de una sala de, por ejemplo, 100 metros cuadrados y una planta semisótano, en la que haya una zona de explicación de historia de la ciudad; los restos han de ser visitables y deben cumplir también con unas condiciones mínimas, como una sala inmersiva", confirman las fuentes. Ponen como ejemplo el edificio del Rectorado de la Universidad.

Aunque sin ser el uso principal, todo hace indicar que para reducir los costes de mantenimiento del inmueble, el proyecto dará cabida a un espacio de cafetería o restaurante. Sobre ello, Cultura cree que se trata de un planteamiento adecuado, que podría funcionar como una especie de mirador, recordando lo que ya ocurre con el Museo de la Aduana o el Museo Municipal (Mupam). Un uso hostelero que podría ser objeto de una explotación externa que reportase ingresos añadidos.

Buena parte de los requerimientos expresados ya por escrito por Cultura a Urbanismo parece, de inicio, que es compartida por ambos departamentos. Queda la duda sobre el modo en que se produce la integración de los hallazgos romanos, musulmanes y cristianos desenterrados en la pastilla. Un asunto que Losada ha convertido en capital en los últimos meses, llegando a exigir la continuación de las excavaciones para determinar si hay o no nuevos restos.

Pero existe otro punto que puede ser motivo de conflicto entre los dos entes municipales. Hay que recordar que mientras que Cultura está en manos de la única concejala de Ciudadanos en la Casona del Parque, Urbanismo lo está en manos del Partido Popular. El otro asunto tiene que ver con la altura que podría alcanzar el inmueble.

Mientras Losada reclama una construcción de bajo impacto visual, que respete al máximo la visual con la Alcazaba, en Urbanismo arguyen que la actual normativa urbanística obliga a respetar la cota de los edificios de Casas de Campos, situados en el lateral norte de la Plaza de la Merced. Construcciones con una dimensión vertical muy superior a lo deseado por Cultura.