El Ayuntamiento de Málaga busca vías alternativas para forzar a los propietarios del Centro histórico a rehabilitar y recuperar inmuebles en evidente estado de dejación. Y con este objetivo empieza a sopesar la posibilidad de expropiar de manera directa edificios que se encuentren en estas condiciones y en las que herramienta legal de la subasta sea compleja de poner en marcha.

Es justo esto lo que está ocurriendo con el edificio de la calle Strachan, 9. Hace ahora algo más de un año, el Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo dio luz verde a su venta forzosa ante la inacción continuada de la propiedad a la hora de cumplir con el deber de conservación, pese a los numerosos apercibimientos.

La determinación adoptada en su momento, sin embargo, no se ha llevado a efecto debido a lo arduo de un procedimiento que afecta de manera directa a una veintena de propietarios. Ante esta situación, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha confirmado que ha pedido al departamento de Patrimonio que estudie la viabilidad de proceder a la expropiación directa. 

A la espera de conocer las conclusiones de los técnicos municipales ante la propuesta, parece evidente que la alternativa objeto de análisis busca provocar una reacción de la propiedad, ya sea en el sentido de intervenir directamente sobre la construcción o para alcanzar acuerdos con las empresas que en los últimos meses han mostrado interés en el mismo. 

El ultimátum dado en su momento por Urbanismo a los dueños de Strachan, 9, se produjo tras haber sido declarado el incumplimiento del deber de conservación. El precio tasado por la sección de Valoraciones era de 1.673.626,50 euros.

Las advertencias municipales han sido numerosas en los últimos años, sin que la propiedad haya asumido las obras derivadas de las órdenes de ejecución cursadas. "Actualmente se encuentra en mal estado de conservación, deshabitado y sin uso", señalaban los técnicos hace año y medio. El edificio tiene cinco plantas de altura, con una superficie construida de 1.170 metros cuadrados. La planta baja se destina a uso comercial y las superiores a viviendas.