¿Podrán los malagueños ir a la Feria del Centro en Metro? ¿Se cumplirá el compromiso asumido por la Junta de Andalucía para que la ampliación del ferrocarril urbano hasta la Alameda Principal quede completada en agosto? La respuesta a ambos interrogantes sigue en el aire y sin certeza absoluta de cumplimiento.
Bien es cierto que la Consejería de Fomento sigue dando pasos decididos para tratar de alcanzar este esperado hito, que debe permitir a la infraestructura malagueña dar un salto exponencial en su explotación comercial. Sirvan como referencia las estimaciones de demanda previstas.
Los números manejados por la concesionaria responsable del proyecto prevén que en el momento en que los pasajeros puedan subir y bajar en la estación Atarazanas, la cifra de viajeros rozará los 18 millones en un año completo. El mejor precedente disponible hasta la fecha es el de 2019, cuando el suburbano, incompleto, fue capaz de mover a casi 6,9 millones de viajeros.
Pero para lograr este objetivo, el departamento dirigido por la consejera Marifrán Carazo tiene aún deberes por delante. Y la cuenta atrás sigue desgranando los días. De hecho, a poco más o menos cinco meses del momento en que los fuegos artificiales den el pistoletazo de salida a los festejos de la capital, la Junta está pendiente de formalizar el último contrato de relevancia de cuantos son necesarios para garantizar la puesta en servicio.
Se trata de la asistencia técnica de coordinación de las obras del Metro para la entrega al concesionario y la supervisión de la puesta en marcha. La demora en este contrato es más que evidente, aunque a ello ha contribuido que la primera licitación impulsada por la Administración regional, a mediados de 2021, quedase desierta.
Ello obligó a Fomento a activar un nuevo procedimiento que tiene ya una propuesta de adjudicación en favor de la unión temporal de empresas integrada por Inserail, S.L. y Betancourt Ingenieros, S.L.P (1.079.797 euros sin IVA).
¿Pero qué plazos se manejan para este servicio? Pendientes de la formalización del contrato, el pliego de condiciones fija un periodo de 12 meses, divididos en dos fases: la primera de ellas, de 5 meses, se corresponde con la coordinación de las obras de infraestructura, vía, arquitectura, instalaciones y señalización ferroviaria; la segunda, de 7 meses, con las pruebas y puesta en marcha.
Tomando como referencia este último periodo, la puesta en servicio formal del Metro hasta el Centro no tendría lugar hasta finales de septiembre o inicios de octubre, superando el horizonte manejado. Sin embargo, desde la Agencia de Obra Pública de Andalucía han precisado que esos 7 meses "no implican que la puesta en servicio no pueda ser antes, dado que siempre se amplía el plazo para dar cobertura a las necesidades posteriores a la puesta en servicio, ya sea por temas documentales o por ajustes necesarios".
Entre las muchas labores que corresponde desarrollar a la adjudicataria se incluye la asistencia técnica a la dirección de obra para la extensión del sistema CBTC hasta la estación de Atarazanas, así como la coordinación y ejecución de las pruebas, tanto estáticas como dinámicas, del sistema CBTC.
Y esto es clave igualmente para conjuntar las piezas finales del rompecabezas del Metro a la Alameda. La extensión del sistema CBTC fue contratada el pasado 15 de octubre a la empresa Alstom por casi 8 millones de euros (IVA incluido), con un plazo de desarrollo de 15 meses.
Conforme a ese calendario, no será hasta mediados de diciembre cuando esté completado. Desde Fomento precisan que se trata de un periodo estimativo, que puede ser objeto de reducción. ¿Pero la rebaja será suficiente como para que la llegada a la Alameda se produzca coincidiendo con la Feria?