En Málaga hay unas 150 personas sin hogar viviendo en la calle. Desde el Ayuntamiento de Málaga aseguran que están en la calle porque o bien "están en lista de espera para algún recurso de la red de Puerta Única", o "porque no quieren acceder a un recurso donde hay normas y horarios, porque no tienen el perfil para acceder a la red ante la presencia de trastornos mentales o duales o porque están en Málaga de forma transitoria".
Sin embargo, un informe de Cáritas señala que en la actualidad haya "decenas de personas pendientes de algún recurso de la Red de Atención a Personas Sin Hogar, pone de manifiesto la necesidad de incrementar los recursos de atención". El informe señaló que 763 personas fueron atendidas por la Unidad de Calle de Puerta Única del 1 de enero al 30 de septiembre.
Por las calles, estas personas comen lo que les ofrecen las diferentes entidades solidarias; aguantan las lluvias; se enfrentan a los peligros que la calle tiene, como la violencia; y van envejeciendo con el paso de los años, muchos de ellos sin familia, hasta que mueren.
Juan, de 58 años de edad, era un usuario habitual de Corazones Malagueños, una organización que, entre otras cosas, se dedica a asistir a las personas sin hogar. Lo solían atender en la parada que hacen habitualmente en calle Mauricio Moro Pareto, en las inmediaciones de la Estación de Autobuses, donde el hombre dormía.
El pasado miércoles, el equipo se enteraba de una noticia descorazonadora. Juan había fallecido por causas naturales durante la anterior noche. Tenía diversas patologías, según Puerta Única, y nunca había sido un hombre conflictivo. "Salía y entraba del albergue municipal por sus peculiaridades, pero era un hombre con el que se podía tratar, nada conflictivo", añaden.
"Esta realidad, aunque muchas veces pase desapercibida para la mayoría, lamentablemente sucede a nuestro alrededor. No hay derecho a morir de esta forma y, por supuesto, creemos que todo el mundo merece un último adiós", expresan desde Corazones Malagueños.
Por ello, los voluntarios del reparto callejero decidieron dedicarle un homenaje la noche del miércoles, un rato de reflexión y cariño hacia él y todos los que se han ido en nuestras calles. En el acto, encendieron una vela que colocaron al lado de un ramo de flores donde el hombre solía estar.
Guardaron un minuto de respeto y le dedicaron unas palabras de despedida. Al acto acudieron voluntarios de Corazones Malagueños y otros de Puerta Única, el servicio de atención inmediata a personas sin hogar del Ayuntamiento de Málaga. Ciudadanos anónimos también quisieron unirse al homenaje.
En palabras de la presidenta de la organización, Elena Jiménez, "se debe enterrar a los muertos, pero no podemos enterrar las realidades". Desde Corazones Malagueños hacen hincapié en que se les debe dar visibilidad a casos como el de Juan, reflejo del resto de personas que viven cada día en las calles de Málaga.
Desde Puerta Única explican que las gestiones de las personas que fallecen en la calle dependen de si se tratan de muertes naturales o violentas. "Todo pasa por emergencias, si no tiene a nadie, el entierro se hace por beneficencia tras realizar un informe", expresan desde la red del Ayuntamiento.
Dos muertes violentas en meses
El pasado 12 de marzo lamentábamos la muerte de un indigente en La Malagueta y, el 30 de noviembre, la de otro en los jardines de Picasso. Ambos casos con características similares. Las dos víctimas no eran españolas y a ambos los mataron propinándoles golpes en la cabeza.
El ataque al hombre que falleció en los Jardines de Picasso se produjo mientras la víctima dormía en un banco dentro de este parque, donde lo encontraron inconsciente las autoridades. El hombre, de origen búlgaro y 60 años de edad, falleció en las urgencias del Hospital Regional, donde el parte fue un grave traumatismo craneoencefálico.
El segundo caso se produjo el sábado 12 de marzo a las siete de la mañana en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, en La Malagueta. El indigente, también extranjero, era hallado por unos viandantes en el suelo, al lado de un charco de sangre. Al parecer, el indigente había fallecido tras ser agredido a golpes por un hombre que intentó robarle las pocas pertenencias que tenía.
Según confirmó este periódico desde el Cuerpo Nacional de Policía, en este segundo caso si se produjo una detención en la misma tarde del suceso. El supuesto responsable del crimen era un varón de 37 años, localizado en el Centro de la ciudad.
Sobre ambos casos, entre los que no pasaron ni cuatro meses, Cáritas mostró todo su pesar. "Nos preocupa que estos terribles sucesos de violencia y discriminación hacia las personas sin hogar se repitan en nuestra ciudad", manifestaron.
Así, se mostraban consternados ante "la situación de desamparo y rechazo que padecen las personas sin hogar que viven en las calles, plazas y rincones de nuestra ciudad". "Ante la indiferencia, insensibilización y desprecio, que como sociedad mostramos ante el drama que sufren las personas sin hogar, pedimos a la sociedad en su conjunto que tome conciencia de esta realidad", zanjaban.