Málaga

La vieja aspiración de Málaga de poner en el mercado suelo público para que promotores privados ejecuten alojamientos temporales transitorios en régimen de alquiler destinados, principalmente, a jóvenes y mayores, está algo más cerca de cumplirse. 

Tras varios años de conversaciones con los empresarios, el Ayuntamiento, por medio de la Gerencia de Urbanismo y del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), afronta los últimos pasos que permitirán abrir a concesión un total de trece parcelas en diferentes sectores de la capital.

Si bien quedan por perfilar los detalles del pliego de condiciones técnicas que regirá estos concursos, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha valorado el avance realizado en las últimas semanas. En concreto, habla del acuerdo alcanzado por Vivienda para que los terrenos señalados por Urbanismo puedan pasar a ser aptos para estos inmuebles. 

Las fichas técnicas de los trece solares de equipamiento inicialmente elegidos fijan una estimación de alojamientos posible superior a los 350. El paquete completo autoriza una edificabilidad de 30.266 metros cuadrados, con una superficie de suelo de 49.375 metros cuadrados.

De todas ellas, tres se localizan en el distrito de Carretera de Cádiz y el resto en Centro, Bailén-Miraflores, Palma-Palmilla, Campanillas, Puerto de la Torre, Ciudad Jardín, Cruz de Humilladero, Este, Churriana y Teatinos-Universidad.

De todas ellas, las de mayor superficie son las reservadas en Virreinas, con 9.523 metros de suelo (techo edificable de 4.762 metros y 56 alojamientos previstos); Miraflores, con 7.000 metros de superficie (techo de 3.500 metros y 41 alojamientos), y Roquero, en Campanillas, con 6.753 metros (techo de 3.366 metros y 39 alojamientos).

Sea como fuere, el propio edil admite que la determinación final respecto al número de viviendas irá en consonancia, también, con las necesidades de los futuros promotores, con el objeto de "optimizar" las operaciones a desarrollar. Dependiendo de los números finales, Urbanismo optará por sacar a concurso la concesión de dos o más lotes de terrenos. 

"Si por ejemplo voy a tener una parcela en la que sólo se pueden construir 40 alojamientos, lo razonable es agruparla con alguna otra para que sea más interesante para los promotores", ha señalado.

Uno de los aspectos que tratará de primar el pliego de condiciones es el del precio de arrendamiento de estos espacios de uso residencial. "La idea es que en la concesión se repercuta a la baja el canon que tienen que pagar los privados para que los alojamientos transitorios tengan un precio accesible", destaca el concejal de Ordenación del Territorio.

A su juicio, ésta es una buena oportunidad para que jóvenes malagueños puedan emanciparse. Un paso lógico frenado en muchos casos por la imposibilidad de encontrar un producto residencial en alquiler a bajo precio.

Otro cliente potencial es el de los trabajadores que llegan a la ciudad y que necesitan un espacio temporal en el que alojarse.  A ambos, López añade el de las personas mayores que viven solas, por ejemplo. En este sentido, apunta que el producto resultante puede ser interesante para potenciar zonas de convivencia entre jóvenes y mayores.

Recientemente, con el fin de sumar a la iniciativa privada en la construcción de viviendas en alquiler a un precio moderado, el IMV ha solicitado a la Junta de Andalucía una subvención superior a los 26 millones de euros, procedente de los Next Generation, para facilitar la ejecución de 530 viviendas en los terrenos de ampliación de la Universidad de Málaga.

A cambio de cederles estas cinco parcelas por un periodo de 75 años, la empresa que reciba la adjudicación municipal tendrá la obligación de construir los inmuebles, mantenerlos durante todo ese periodo y garantizar unos arrendamientos a precios limitados. Los mismos en ningún caso podrán superar los 650 euros mensuales. De hecho, una parte de los pisos previstos estarán reservados para familias con escasos recursos, a los que habrá de adecuarse la renta.

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