Málaga

Málaga pone en marcha el proceso para que la Unesco reconozca como Patrimonio Mundial el monte Gibralfaro, con el castillo Gibralfaro y la Alcazaba como protagonistas, así como la calle Alcazabilla. La ambiciosa pretensión de la capital de la Costa del Sol tiene ya un punto de partida clave después de que el Pleno del Ayuntamiento haya avalado por unanimidad la propuesta.

Un acuerdo que abre la puerta al inicio del trámite para que este privilegiado entorno patrimonial de la ciudad sea incluido en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la Unesco con la presentación de la candidatura al Consejo del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura. Un catálogo creado hace 50 años y del que ya forman parte más de 1.000 enclaves, con 49 de ellos en España.

La moción institucional incluye la decisión de formar un grupo interno de trabajo "con vocación de permanencia", del que formen parte responsables municipales de Patrimonio, Arquitectura, Historia y Parques y Jardines.

Y como último punto de la iniciativa, se alude a la necesidad de organizar un sistema de trabajo con colectivos de la ciudad y los museos Picasso y Málaga "para aceptar sus sugerencias para el éxito de esta candidatura".

A modo de justificación de la iniciativa, se pone en valor cómo Málaga es una de las que más huellas de civilizaciones pasadas acumula en su entramado urbano, que ha crecido a las faldas del monte Gibralfaro. 

"Creemos que el monte Gibralfaro y la calle Alcazabilla son un enclave idóneo para estar reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, por una historia que se remonta a los fenicios y una visibilidad poderosa simultánea de varias civilizaciones, como son la romana (Teatro, piletas de garum…), la musulmana y el uso urbano continuado desde la conquista cristiana hasta nuestros días", se destaca en el texto, en el que se recuerda la existencia de restos fenicios visitables y vestigios de lo que fue la Judería en la que vivió el sabio y poeta Ibn Gabirol.

Vista del Teatro Romano de Málaga y de la calle Alcazabilla.

Por ello, el Pleno defiende que Málaga aspire a un enclave que esté reconocido como Bien de Valor Universal Excepcional por la Unesco.  Un logro que, en caso de producirse, provocaría que los malagueños aumentaran su sensibilidad hacia un patrimonio excepcional, "el orgullo por lo propio y por su identidad".

Para los responsables municipales, la inclusión del Paseo del Prado y Buen Retiro, en Madrid, "marcó un hito importante en la lista de la Unesco porque se trató de la primera vía urbana que alcanzaba esa categoría". 

En esta misma línea, se sostiene que el enclave malagueño propuesto "podría optar a la misma categoría que Madrid, dado que es de una gran riqueza arqueológica pero también cultural en uso, al sumar Alcazabilla en un mismo entorno el Museo Picasso, el Museo de Málaga y la Aduana y ser escenario de desfiles procesionales en Semana Santa".

Por ello, el Ayuntamiento entiende que la calle Alcazabilla, junto al monte de Gibralfaro, puede aspirar a ser considerada Paisaje Cultural de la Unesco. "Se trata de un ejemplo perfecto de la evolución de un paisaje humano, desde los restos fenicios a la actualidad, al abrigo de un monte, hito natural clave para explicar la ciudad", subraya la moción.

En la misma se recuerda que la candidatura va a requerir de años, señalando el caso de Madrid, que empezó a trabajar en la misma en 2014, teniendo que esperar a 2021 a recibir la distinción. 

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