La ambiciosa apuesta de la Universidad de Málaga por convertir el bulevar Louis Pasteur en un espacio plagado de zonas verdes, puntos de encuentro y donde la tecnología sea protagonista va a resultar bastante más cara de lo inicialmente previsto.
Tras adjudicar en septiembre de 2021 los trabajos de adecuación de un primer tramo, entre Jiménez Fraud y la Avenida Jenofonte, la institución académica ha dado a luz verde a una sustancial modificación en el proyecto, que va a incrementar el coste en más de 3,7 millones de euros y va a prolongar el plazo de ejecución en siete meses.
Asumida esta variación, que se viene a justificar en la existencia de "circunstancias imprevistas", el coste final de la intervención va a superar los 11,2 millones de euros (IVA incluido), casi un 50% más, mientras que el tiempo de materialización se va a ir a 19 meses. Tomando como referencia la formalización del último contrato el pasado 1 de abril, es previsible que la actuación quede completada en octubre.
Este proyecto parte del diseño que fue adjudicado en 2017 al estudio Ecosistema Urbano Arquitectos, con sede en Madrid. El modelo planteado supone crear un campus abierto e innovador, dando forma a un entorno natural capaz de funcionar como espacio de estudio y socialización, mejorando las condiciones ambientales e incorporando la tecnología para posibilitar un nuevo mundo de interacciones entre el ámbito físico y el digital.
El objetivo de los autores no era otro que "recuperar y transformar un área infrautilizada, encerrada entre infraestructuras, convirtiéndola en el espacio principal del campus universitario". Para ello, dibuja nuevos paisajes, mejora el confort climático y persigue la conectividad continua en todo el espacio. Y ello facilitando que actividades cotidianas de la vida universitaria, como dar clase, estudiar, reunirse o leer, puedan ocurrir en el espacio público.
La primera fase del proyecto comprende una superficie de siete hectáreas de superficie, que se articula en torno a tres sistemas principales: los hubs o nodos de actividad, las grandes áreas verdes y el corredor natural del bulevar que conecta ambos. Los autores del proyecto plantean hubs tecnológicos, aulas abiertas y espacios de reunión y encuentro social en esta zona del campus.
Así, el camino principal está delimitado por relieves topográficos tapizados con vegetación que lo caracterizan y protegen del tráfico mejorando su funcionamiento climático y acústico, creando paisajes singulares que interrumpen la perspectiva lineal y la amplitud del paisaje suburbano.
En este parte del bulevar se plantea el bautizado como Hub Climático y Digital, que estará situado junto a la parada de Metro, siendo capaz de "acoger eventos de gran aforo". El mismo estará equipado "con una cubierta tecnológica que aloja una pantalla interactiva, una cortina de agua digital y sistemas de acondicionamiento bioclimático y de producción de energía para cubrir el funcionamiento de todo el parque".
Las aulas abiertas se conciben como espacios conformados por la propia vegetación, protegidos y equipados con tecnologías interactivas que facilitan la realización de eventos y actividades de enseñanza o divulgación. La idea es trasladar la experiencia universitaria al espacio público. Al tiempo, se proponen varias bibliotecas al aire libre.
La propuesta inicial también interviene sobre el arroyo Zapatero, que "se renaturaliza evitando su canalización y desaparición del paisaje natural suburbano, introduciendo nuevas plantaciones que limitan la erosión del terreno mediante sistemas de recogida de agua y áreas de infiltración, potenciando la biodiversidad".