La oportunidad de repensar la manera de habitar el Centro Histórico de Málaga se abre de par en par. A los movimientos últimos del Ayuntamiento de la ciudad ante la necesidad de repartir el éxito turístico del casco antiguo, con la creación de rutas alternativas, hay que sumar ahora la inminente puesta en el mercado de casi 70 solares propiedad de la Junta de Andalucía para que agentes privados construyan viviendas a precio asequible en venta y régimen de alquiler.
Y ello permite diseñar un escenario en el que, de la mano de los promotores, sea posible recuperar el casco antiguo para residir, más allá de los modelos de alojamientos temporales que brotan casi como setas en los últimos años.
Esta circunstancia obliga al Gobierno andaluz a usar las herramientas de las que dispone para encauzar proyectos residenciales que promuevan una especie de repoblación de esta zona, dando respuesta a las necesidades habitacionales de un grupo de población con verdaderas dificultades para acceder al mercado libre actual. Es el caso de las parejas jóvenes y de profesionales que requieren productos pensados para facilitar el teletrabajo, por ejemplo.
En este marco, cobra especial vigencia el modelo que fue acuñado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta y que fue la semilla del fallido plan de las tecnocasas, que motivó la expropiación de cientos de suelos para la promoción de viviendas en alquiler pensadas para jóvenes profesionales.
La hoja de ruta para esta operación está trazada desde hace meses, pero no es hasta ahora cuando se han ensamblado todas las piezas como para que en breve se activen los primeros concursos públicos.
A la espera de que se oficialicen los detalles, todo hace indicar que entre los bienes se incluirán 19 de fincas en el barrio de Lagunillas, con un techo edificable de 9.700 metros, y otras trece en Gigantes, con casi 2.700 metros de techo. Todas ellas de uso residencial, con capacidad para alrededor de 120 viviendas.
Este conjunto de inmuebles forma parte del Anexo de Bienes Enajenables del Programa Anual de Enajenaciones de Bienes de 2022, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Málaga. Ambas localizaciones son de las que, a priori, mayor interés va a despertar entre los promotores privados.
Atendiendo a los números objetivos recogidos en el documento, fechado a finales del pasado mes de abril, el precio mínimo PAEB de estas fincas asciende a 1.099.974 euros, en el caso de Gigantes, y de 1.776.818 euros, en Lagunillas. A estos emplazamientos se pueden sumar otras 19 parcelas residenciales en Cobertizo del Conde, con un precio mínimo de 1.464.826 euros.
¿Es este el precio de venta? No necesariamente. Según fuentes consultadas, el valor final de enajenación puede variar al alza en función de la tipología del producto, ya sea en régimen general o limitado, por ejemplo. Un detalle esencial para lograr que la oferta genere el interés de los privados, que advierten de la dificultad de intervenir sobre muchas de las parcelas planteadas dadas sus dimensiones.
Pese a que pueda aumentar la cifra final de enajenación, atendiendo a la información oficial, hay espacios donde difícilmente la cuantía permita sufragar los denominados costes de producción. Sirva de ejemplo que, según las cifras del anexo, el precio de producción de las fincas de Lagunillas es de unos 4 millones, mientras que en Gigantes alcanza los 2 millones.
Detalles del programa de enajenaciones
Según el análisis del anexo, en la capital de la Costa del Sol, el Gobierno andaluz dispone de casi 130 bienes enajenables. A las casi 70 parcelas residenciales (hay 29 más en la zona de El Perchel Norte y La Trinidad) hay que sumar 60 garajes, con un valor global de casi 690.000 euros y dos locales comerciales en la zona de La Trinidad.
Pero no es la única localidad reflejada. De hecho, en el conjunto de la provincia hay 356 inmuebles, con una superficie de 101.740 metros cuadrados. Es de destacar la existencia de 126 parcelas residenciales en Cártama, con un precio mínimo de 3,2 millones de euros; 54 suelos residenciales en Ronda (La Dehesa), por 6,6 millones, 10 en Pizarra; tres en Algarrobo, y tres más en Rincón de la Victoria, valoradas en casi 2,3 millones.