Málaga

El proyecto de construcción de un nuevo tejado a dos aguas en la Catedral de Málaga avanza a paso acelerado. Tras recibir esta misma semana el aval de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía, los responsables del templo, con el arquitecto, Juan Manuel Sánchez La Chica, y el deán, Antonio Aguilera, a la cabeza han mantenido este viernes la primera reunión con la Gerencia de Urbanismo en el objetivo de sentar las bases de la futura licencia de ejecución.

Aunque se asume que aún resta un camino por recorrer. De hecho, los próximos encuentros técnicos se producirán con la resolución de la Consejería de Cultura sobre la mesa, con el objeto de ir perfilando los detalles del futuro permiso conforme a las observaciones de los técnicos autonómicos.

En este primer encuentro sí se ha señalado desde el organismo municipal la necesidad de que se presente a modo de separata específica para que sea objeto de informe por parte del Real Cuerpo de Bomberos.

Así lo ha confirmado el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien ha valorado el desarrollo de la reunión. Ello en un clima de absoluta colaboración por parte del Ayuntamiento de la ciudad, como bien verbalizó días atrás el alcalde, Francisco de la Torre, al asegurar que Urbanismo tramitará con la máxima velocidad este asunto.

Más allá del plano técnico, el proyecto de la Catedral tiene una segunda derivada si cabe más esencial, que es el de la financiación. A la espera de que Sánchez La Chica y su equipo recalculen el valor de las actuaciones a desarrollar, dado el impacto que tiene el incremento de costes en el sector de la construcción en los últimos meses, la posición de la Diócesis de Málaga es clara.

El propio obispo, Jesús Catalá, ya expresó ayer jueves, en un desayuno informativo, la necesidad de que participen en la misma tanto empresas privadas como las propias Administraciones públicas. A ello, el arquitecto responsable de la operación ha sumado las líneas de ayuda que existen a nivel europeo y estatal para intervenir sobre edificios patrimoniales como la Catedral.

El objetivo de la obra pretendida, tras el fracaso de la cubierta ejecutada en 2009, es el de solucionar definitivamente los problemas de humedades que viene sufriendo el templo desde el siglo XVIII, como consecuencia, principalmente, de ser una construcción inacabada. Por ello, la intervención no incluye sólo el tejado a dos aguas, sino todo el sistema de evacuación de aguas.

En cuanto a la cubierta, la idea pasa por emplear maderas laminadas, acero y tejas vidriadas, "la opción más ligera y respetuosa con el proyecto de cubierta original", de Ventura Rodríguez.

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