Laura trabaja en un colegio y el viernes 24 decidió ir a tomar algo con sus compañeros para celebrar "el último día de los chiquillos antes de las vacaciones". A las siete, cuando salieron de trabajar, decidieron ir a merendar, pero "la cosa se fue alargando" y ella y tres compañeros más acabaron yendo a Pasabola, un bar muy conocido entre la juventud de Cruz de Humilladero.
Al salir, al filo de las tres de la madrugada, no recuerda con exactitud la hora concreta, Laura cogió su patinete para marcharse a casa, puesto que a la mañana siguiente madrugaba. Cuando se dirigía hacia la Avenida de la Aurora en la calle Horacio Luengo, un coche impactó contra ella "como una estrella fugaz".
Reconoce que no llevaba un chaleco reflectante, pero iba vestida de color blanco, con la ropa del trabajo. Siempre tiene costumbre de mirar hacia ambos lados antes de adentrarse en la carretera con la patineta. "Como no venía nadie, aceleré". Laura emprendió su camino, apenas unos metros, cuando fue atropellada por un vehículo y quedó inconsciente tendida en la carretera.
No recuerda nada. Solo dos pequeños detalles: el fuerte ruido del tubo de escape, similar a los de "los coches que llevan ahora los muchachillos" y las luches de un coche de color oscuro viniendo hacia ella. Así, también se muestra agradecida con un chico que la atendió y que se encargó de llamar a uno de los compañeros con los que había estado previamente en el bar. "Fueron ellos los que me llevaron a las urgencias de Carlos Haya, aún ni se habían ido de la zona. El coche se dio a la fuga".
Ahora se encuentra bien, ingresada en el Hospital Civil de la capital. Está en la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Maxilofacial, donde este miércoles previsiblemente será intervenida. "Tengo la nariz partida y el pómulo desplazado", declara. Además, su cuerpo está lleno de hematomas, especialmente en las rodillas y los brazos.
Junto a su hermana Vito, están utilizando las redes sociales para saber algo más sobre lo que pasó. Les da igual quién sea, si un vecino que vive en la misma calle o alguien que pasaba por allí. Cualquier pista para hallar al conductor del vehículo es clave para Laura y su familia, que han denunciado los hechos ante la Policía Local.
Su madre, por su parte, espera que el tiempo no siga pasando sin tener noticias. "No quiero que se vaya de rositas el o la que ha desfigurado a mi hija. Me la podrían haber matado", asegura, alegando que el proceso para lograr información está siendo un poco caótico y difícil. "Nos han llegado testigos de un accidente de patinete en calle La Unión, pero no cuadra con la zona ni la hora", cuenta, esperanzada con que se haga justicia con el caso de Laura. "Solo con la omisión de socorro quien iba al volante ya tiene una pena", zanja.