La empresa constructora que causó la rotura de un colector de impulsión de aguas residuales el pasado lunes, 4 de julio, junto a la urbanización Sacaba Beach en Málaga capital ha completado la reparación del tramo de tubería durante la tarde de este viernes, según ha informado el Ayuntamiento de Málaga en un comunicado.
Una vez acabada la actuación, Emasa ha procedido a realizar las pruebas de presión en el colector con un resultado favorable que ha permitido poner en servicio la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR), que dejó de estar operativa a raíz del incidente. Con ello, el sistema de saneamiento ha quedado restablecido y ya funciona con normalidad.
Técnicos de Emasa han seguido los trabajos que ha ejecutado la constructora para garantizar que se cumplían los requerimientos exigidos por la empresa municipal. Así, los técnicos municipales han valorado como suficiente la solución propuesta para la reparación y han exigido los materiales adecuados para reponer la conducción afectada por la rotura. No obstante, esta reparación será objeto de seguimiento por parte de los técnicos de Emasa, que no descartan, en caso necesario, una revisión en profundidad fuera de la época de baño.
En concreto, se ha sustituido el tramo de tubería dañado por dos secciones de conducción de plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV) de DN 600 de 6 metros de longitud cada una, junto con unas uniones tipo Arpol para la conexión de la tubería con los tramos de la conducción de impulsión. Además, se han acometido tareas de reparación de otra tubería de saneamiento que también se ha visto afectada por el mismo incidente.
Los técnicos han encontrado ciertas dificultades en esta reparación debido a la subida del nivel de agua de la capa freática, abundante en esa zona, y que ha habido que achicar de manera continúa para poder avanzar en las tareas de montaje.
La Junta de Andalucia ha estado en todo momento informada de los pasos, trabajos y análisis que se han realizado en la zona del incidente. La empresa municipal también ha aportado a las autoridades los análisis practicados a las muestras de agua de mar que se han tomado en la zona desde el pasado martes.
Rotura
El pasado lunes, 4 de julio, en torno a las 20:00 horas se recibió el aviso de un vertido de aguas residuales en la zona de Sacaba provocado por la rotura de la tubería de impulsión que transporta las aguas residuales de la zona oeste de la capital hacia la EDAR Guadalhorce. Minutos después, Emasa actuó en el sistema de saneamiento para cerrar el caudal de la tubería de impulsión con el objetivo de parar el vertido. A su vez, se realizaron las maniobras necesarias para aislar a la EBAR Sacaba y permitir el funcionamiento del resto del sistema de saneamiento. Al mismo tiempo, Emasa desplegó cuatro camiones de alta presión y alto vacío para limpiar y extraer el agua residual vertida.
Dadas las dimensiones de la tubería y el hecho de que el agua discurre a presión por su interior, el vertido afectó a buena parte de la zona anexa a la EBAR Sacaba, incluyendo el propio recinto de la instalación. Los trabajos de limpieza se efectuaron durante la madrugada del martes y a primeras horas de la mañana el vertido ya se había retirado prácticamente en su totalidad.
Causa
El incidente se produce durante una actuación de la constructora Verosa para instalar una tubería de saneamiento que dará servicio al conjunto residencial que se construye en la finca El Pato. Esta intervención se planificó entre técnicos de Verosa y Emasa con al menos dos meses de antelación. La constructora conocía la situación de las conducciones en la zona y había recibido las observaciones oportunas por parte de Emasa para la ejecución de los trabajos.
El lunes día 4, la constructora completó la instalación de la tubería de saneamiento por debajo del colector de impulsión. Este colector pasa a través de una arqueta existente en esa zona y que alberga un caudalímetro, en cuyas proximidades Verosa tuvo que extraer previamente agua de freático y arena para ejecutar la actuación.
Horas después de haber finalizado los trabajos, y cuando ya se había retirado el personal de Verosa, se produjo la rotura. Las primeras hipótesis apuntan a que la extracción del agua de freático y la arena en la zona de la arqueta hizo que esta quedara sin apoyo bajo el terreno y cediera, provocando que se quebrara el tramo del colector de impulsión en ese punto.