La preparación del pleno de este miércoles ha dejado en Málaga el sonido de los tambores de guerra previos a una campaña electoral. Aunque hace semanas que el clima ya se está marcado por la carrera hacia la Alcaldía, Dani Pérez, candidato socialista, ha recrudecido el debate público. Para calentar la asamblea, Pérez acusó de varios "posibles delitos" en la Sociedad Municipal de Aparcamientos.
Y es que el secretario general del PSOE provincial y cabeza de cartel en los próximos comicios, ha comenzado la cuenta atrás con más fuerza. Está aprovechando el arranque del curso en el que los populares han tenido un cambio de liderazgo provincial para dar los primeros golpes. Los socialistas han tomado una serie de argumentos o ideas fuerza que están centrando toda su actividad política en el consistorio malacitano.
La limpieza de la ciudad, las quejas por el exceso de ruido, la dejadez en los barrios o la discordia con la torre del puerto o el Bosque urbano son sólo alguna de las temáticas que Pérez y su equipo pretenden capitalizar.
Así, el líder de la oposición ha tomado como propia la estrategia de adherirse a aquellas plataformas (como recuerda alguna anécdota relacionada con el trotskismo) que aglutinan el descontento por la gestión de De la Torre. Pérez ha entendido esas estructuras civiles como muletas sobre las que construir su objetivo de llegar a presidir La Casona: pretende sumar(se) a los movimientos contrarios al regidor municipal.
Ya lo hizo en verano modificando la postura tradicional del PSOE sobre la torre del Puerto. Arguyeron desde las filas socialistas una encuesta propia y de tiempos pasados para dar un giro de guion y dejar fijada su posición casi un año antes de las elecciones. Primer golpe de Pérez, atacar el gran proyecto del actual alcalde.
El segundo golpe es, en realidad, la gota malaya, ya que llevan años sumándose al descontento de asociaciones vecinales que critican la falta de limpieza en los barrios. En este sentido, tras la municipalización de la empresa encargada, los ataques siguen siendo similares y las denuncias por la presencia de suciedad en distintos puntos se siguen mostrando como armas para atacar la gestión de De la Torre.
La última de las ofensivas planteadas ha sido la campaña Quiero mi barrio como calle Larios. Una iniciativa que, bajo un eslogan pegadizo, imágenes de mugre en las aceras y testimonios vecinales, reclama un plan de choque. La conclusión planteada es clara: "Tras 27 años de gobierno del PP en nuestra ciudad, 22 con Paco de la Torre, se ha abandonado a los barrios de Málaga, se ha abandonado a los malagueños", sostienen.
Hasta el momento, se muestran optimistas con la respuesta de la sociedad civil, masa clave sobre la que sí o sí tiene que sustentarse el próximo mayo si quiere ser el alcalde de Málaga. Sin embargo, en la lucha por reflejar la suciedad de los distritos anexos al Centro también se encuentra Izquierda Unida-Podemos, rivales con los que se pelear el voto de la izquierda.
Pero también ha llegado Pérez a sentarse y sentirse cerca de la plataforma por el Bosque urbano, que entiende que los proyectos urbanísticos de expansión de la ciudad no son sostenibles. Durante la presentación de la hoja de ruta para este curso 2022/23, los socialistas ya marcaron la ruta, insistiendo en la construcción de un gran parque en los terrenos en Repsol frente a las torres proyectadas por el equipo de gobierno.
Así, los socialistas se han acercado a otras corrientes asociativas especialmente críticas con el modelo de ciudad de los populares en los últimos años, como la Asociación de Vecino del Centro Histórico que sufre de manera directa los problemas originados por el ruido. Sin embargo, esta situación no se concentra únicamente en el Distrito 1, sino que se ha extendido a Huelin o El Romeral, convirtiéndose en un asunto capital en la alternativa programática del PSOE.
La última de las cartas que les queda por jugar es la de la Málaga inacabada: Astoria, el Guadalmedina o Arraijanal. Todo ello bajo el condimento de la una tecnológica, que busca atraer talento y generar oportunidades mientras la ciudad desarrolla un modelo "verde y sostenible".