La fiesta que acabó en el Hospital Regional: piden colaboración para saber quiénes le pegaron
La reyerta ocurrió a las seis de la mañana del 30 de octubre entre la sala Gold y la Theatro, pero Julio quedó inconsciente y no recuerda nada.
17 noviembre, 2022 05:00Noticias relacionadas
Julio y su amigo salieron a pescar la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de octubre. Se les hizo tarde y ambos decidieron aprovechar aquella noche de sábado, en la que por cierto cambiaba la hora, para tomar algo por el centro de Málaga, a donde llegaron sobre las tres y media de la madrugada. La pareja de amigos decidió que a las seis era el momento perfecto de volver a casa, así que salieron de la Sala Gold para ir caminando tranquilamente hacia el coche, que estaba aparcado en Calle Carretería. Sin embargo, en el camino, entre las calles Luis de Velázquez y Lazcano, se encontraron una reyerta de varias personas que cambió el rumbo de su noche.
Estando de paso, entre las salas Gold y Theatro Club, de un momento a otro y sin mediar palabra, siempre desde la versión de Julio, que ha denunciado los hechos ante la Policía Nacional, varias personas se dirigieron hacia él y hacia su compañero para pegarles. "Todo apunta a que los chavales habían estado liándola en el interior de la sala Theatro. Les debieron echar a la calle y se formó el jaleo. Yo creo que tuvieron que confundirles con compañeros de los porteros, es lo único que me cuadra", sostiene su hermana María.
La peor parte se la llevó Julio, que quedó tendido en el suelo tras perder el conocimiento al caer de espaldas. Le propinaron puñetazos y patadas, especialmente en la zona de la cara. Se ha tirado días sin poder abrir un ojo, perdió varias piezas dentales por los golpes y dos semanas más tarde aún tiene contusiones y moretones. "El hombro lo tengo bastante tocado aún, me siguen haciendo radiografías, pero lo peor son las secuelas mentales, le he cogido miedo a salir", reconoce a este periódico. En cuanto a su compañero, tiene varios hematomas en la cara y recibió varios golpes en las piernas. "Él está algo mejor porque pudo defenderse. Julio no tuvo esa opción", asegura su hermana.
Ahora su familia le ha convencido para que publique su historia con el fin de conseguir colaboración ciudadana. "Hoy día todo se graba. Seguro que alguien tiene algún vídeo de lo que ocurrió. Cualquier cosa puede ayudarnos", ruega María. Julio no recuerda absolutamente nada de lo sucedido, pero su amigo sí que le explicó a los agentes que el grupo que les agredió podría estar conformado por unas seis personas, una de ellas una mujer; a las que asegura que podría reconocer si alguien les aporta imágenes.
Tras quedar inconsciente, los agresores huyeron, siempre desde el testimonio de los denunciantes, hacia la Plaza Mitjana. La ambulancia llegó unos minutos más tarde y trasladó a los dos heridos hasta el Hospital Regional de Málaga. Allí permaneció Julio hasta las once de la mañana, cuando fue dado de alta.
"La paliza fue brutal. Ha estado durante días hecho un monstruo. Mi madre no le reconocía. No puede uno salir tranquilo sin tener miedo a que le maten. Ha tenido suerte de venir con varios dientes menos y no en una caja de pino", declara María, que asegura que su hermano, desde el suceso, está de baja y muy bajo de ánimos. "No tiene dinero para arreglarse la boca después de todos los bombazos que le dieron ni para un buen abogado. A todo ello hay que sumar que hay pocas expectativas de coger a alguno de los que le dio la paliza", explica.
La Policía Nacional, por su parte, mantiene una investigación abierta con respecto a este caso para tratar de esclarecer los hechos. La familia agradece cualquier tipo de colaboración ciudadana para conocer quiénes estuvieron tras la brutal agresión de Julio.