Las lluvias y los paraguas han dado paso al hielo y los abrigos en el Martín Carpena. El Palacio de los Deportes vibró ayer por la tarde con los aplausos de los asistentes al nuevo espectáculo del Circo del Sol, Crystal. En dos horas y media se pudieron aunar a la perfección elementos típicos de cualquier circo como es el caso de malabares y payasos con piruetas sobre hielo. La escenografía y la música tuvieron un papel fundamental en el trascurso del show.
En esta ocasión el Circo del Sol ha querido narrar la historia de Crystal, una chica que quiere ser patinadora y descubrirse así misma. Amor y las dudas que surgen en el día a día es tan solo un poco de lo que nos podemos encontrar en este relato. Dos actrices encarnan el papel de la protagonista para representarla a ella y a su reflejo a través del hielo. Para que nadie pierda el hilo conductor de la trama, una voz femenina se encarga en varias ocasiones de narrar lo que va sucediendo.
La puesta en escena brillaba gracias a las luces que iluminaban el Palacio de los Deportes y a los diferentes elementos de atrezzo con los que cuenta este proyecto. Nieve artificial, cintas, un columpio y los propios actores colgaban del techo alternándose con la aparición de un payaso que intentaba entretener a los más pequeños.
Congregados alrededor de la pista de hielo sobre la que trascurre la historia de Crystal, los espectadores han dado palmas al ritmo de la música con canciones como Chandelier de Sia o Halo de Beyoncé. El público se ha podido sentir partícipe del espectáculo no solo acompañando el son de los tres músicos que había entre los actores, sino que también han tenido la oportunidad lanzar bolas de nieve al escenario en más de una ocasión, algo muy agradecido por los niños que se encontraban entre los asistentes. Más de 20 actores han sido los encargados de deleitar al público con coreografías, giros y poses impracticables que la gente ha aplaudido sin pensar.
Ha sido imposible despegar la vista de la pista ya que miraras a dónde miraras había cualquier detalle que no podía pasar inadvertido. Bailes, coordinación, piruetas y acrobacias no aptas para los aprensivos a las alturas son solo un ejemplo de todo lo que se puede encontrar en esta función. Sin duda, el Circo del Sol ha conseguido poner en pie al Martín Carpena que no ha dudado en hacer saber a todo el equipo lo que ha disfrutado del show con vítores y ovaciones.