Antonia tenía 60 años y era una mujer trabajadora y servicial ante todo aquel que la necesitara. Según los que la conocían, siempre estaba pendiente de los suyos y "desprendiendo mucha alegría". Sin embargo, este domingo su vida se apagaba para siempre tras ser asesinada supuestamente a golpes por su propio hijo, que al parecer tenía problemas de adicción y antecedentes por violencia de género.
Eran las cuatro y media de la madrugada del 15 de enero en El Molinillo, un barrio de la zona centro de Málaga capital. Porrazos y gritos rompían de golpe la calma habitual de la noche. Provenían de una vivienda situada en un piso dúplex del número 11 de la calle Juan del Encina.
En el interior de la vivienda, Antonia discutía con su hijo, de 39 años. Según relatan los vecinos a EFE, las peleas eran continuas, día tras día, de noche o por la tarde. “No había hora, siempre peleaban”, lamentaba Sandra, amiga de la otra hija de Antonia.
Precisamente fue la hija de Antonia quien hallara el cadáver de su madre en el sofá. A las seis de la mañana, tras suceder la pelea que despertó al vecindario, el hijo de Antonia salió de la casa para tomarse una cerveza en el bar y cuando regresó llamó a su hermana. “No te asustes, pero anoche le pegué a mamá”, le soltó con frialdad.
Cuando la hermana del supuesto matricida llegó a la vivienda, sobre las 09:30 horas, se encontró a la madre estirada en el sofá llena de golpes, "con la cara desfigurada". Ante semejante hallazgo, el detenido le amenazó alertándole de que si llamaba a algún médico se iba a “buscar problemas”.
La hija de Antonia no lo dudó ni un segundo y acudió al exterior de la vivienda para pedir ayuda a los vecinos, quienes avisaron a los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por salvar la vida de Antonia, que ya había fallecido con claros signos de violencia, por lo que se solicitó a la Policía Nacional que se personara.
Según relata una vecina, a la llegada al domicilio, los agentes hallaron al supuesto asesino durmiendo en una de las habitaciones de la planta baja del dúplex. "Creíamos que estaba fuera de la casa, pero no, estaba abajo, roncando", declaraba con indignación. El hombre fue detenido por la Policía Nacional. Asimismo, se mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos y la causa de la muerte.
Mientras tanto, el barrio malagueño de El Molinillo permanece totalmente conmocionado y de luto ante el asesinato de Antonia. Muchos vecinos aseguran que como los porrazos en esa casa eran habituales pensaron que era "una discusión más de tantas", pero no se imaginaban que el detenido pudiese llegar hasta tal extremo.
José, el vecino que vive justo debajo del piso en el que se ha producido el crimen, conocía al arrestado "desde que era chiquitín" y ha asegurado que "ha sido siempre un sinvivir con la madre", que era una "buena persona que no se metía con nadie y que no quería problemas".
Aunque este extremo no está confirmado de manera oficial, vecinos y amigos de la zona han explicado que el detenido "ha estado preso un par de veces" por maltratar a varias mujeres con las que ha mantenido una relación sentimental. Al parecer, era habitual que las llevara a la casa donde convivían él y su madre. Según las mismas fuentes, Antonia se solía meter en medio para calmar los ánimos cada vez que este mantenía fuertes discusiones con ellas.
Denuncias previas
Según ha confirmado el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, el detenido tiene denuncias previas por violencia de género, aunque ninguna de ellas está activa.
Salas ha afirmado que el hijo de la víctima tenía un historial "conflictivo" por hechos violentos, como eran "los problemas" y denuncias de sus parejas anteriores, registradas en VioGén, pero sin actividad en la fecha en la que se produjeron los hechos.
Sin embargo, la madre no había interpuesto ninguna denuncia al respecto, "aunque había episodios violentos con ella", ha asegurado. "La madre intentaba protegerlo, ayudarlo, pero desgraciadamente no solo no ha podido, sino que ha acabado con su vida", ha lamentado Salas.