La maquinaria administrativa y urbanística ya trabaja en el gran proyecto de transformación del histórico Cortijo Jurado de Málaga. Y aunque la hoja de ruta trazada para su conversión en un complejo de oficinas de referencia en la capital de la Costa del Sol será extensa en el tiempo, la realidad es que tanto la empresa promotora, SUBA, como el Ayuntamiento están buscando los mecanismos para que el tránsito sea el menor posible.
Con este objetivo, los técnicos de la Gerencia de Urbanismo han emitido ya un primer informe con ciertas subsanaciones a realizar al estudio de ordenación presentado por la empresa privada con el objetivo de realizar un cambio de uso del sector. El mismo, de acuerdo con la pretensión fijada, pasará de hotelero a productivo-empresarial.
Un movimiento que cuenta con el visto bueno del Consistorio, que desde hace años vienen insistiendo en la necesidad de que la ciudad haga una apuesta por edificios de esta tipología, tratando con ello de dar respuesta a la elevada demanda existente.
El Cortijo Jurado, en Málaga, visto desde la autovía del Guadalhorce.
La herramienta urbanística elegida por SUBA es semejante a la seleccionada por la propiedad del edificio de Correos para cambiar su actual uso de equipamiento a hotelero. Tal y como confirma el concejal de Ordenación del Territorio su empleo abre la puerta a una reducción en los plazos, así como a determinados procedimientos que antes eran necesarios. Y ello, indudablemente, debe jugar a favor de una reducción del calendario de tramitación.
En el apartado de observaciones realizadas por los técnicos municipales, López habla directamente de que se ha solicitado a la promotora una definición más detallada de los aspectos vinculados con la volumetría de los nuevos desarrollos planteados. "Necesitamos tener un grado de conocimiento mayor para realizar un juicio de esos volúmenes", explica, recordando que el antiguo cortijo es un edificio protegido.
Hay que destacar que, de acuerdo con las infografías dadas a conocer hace varios meses, buena parte de los nuevos desarrollos de oficinas planteados se localizan alrededor del inmueble histórico, al tiempo que otro centro de diseño futurista se coloca justo frente al cortijo. Un aspecto que ha generado cierta controversia.
Inversión de 25 millones
El plan diseñado por SUBA (perteneciente a Sinerba Holding) para este proyecto fue dado a conocer el pasado mes de noviembre. Conforme a esa estrategia, la operación, con una inversión que puede rondar los 25 millones de euros, debe permitir generar una superficie alquilable de 20.000 metros cuadrados y 40.000 metros de espacios abiertos.
El complejo contará con "espacios inteligentes y multifuncionales" en una zona estratégica de la capital de la Costa del Sol, en las proximidades del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA); de la Universidad, y de los terrenos en los que se proyecta la Expo Internacional de 2027. A esto hay que sumar la decisión de recuperar el histórico edificio como sede social de Sinerba.
Los responsables de SUBA hablan de una propuesta "revolucionaria" con la que responder a la creciente demanda de espacios de oficinas existente en la urbe, convertida en foco de atracción para numerosas empresas nacionales e internacionales.
Otra de las imágenes del futuro proyecto de Cortijo Jurado.
La intervención cuenta con la participación del Estudio de Arquitectura y Urbanismo Ángel Asenjo y Asociados y prevé la generación de distintos formatos de espacios que se adapten al modelo laboral de cada empresa. "Aspiramos a convertir el complejo en una isla ecológica, de modo que sea autosuficiente, tanto en la generación de energía, como en su consumo y almacenamiento", anunciaba SUBA.
Y ello incluye la introducción de espacios verdes y láminas de agua, elementos con los que contribuir a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono y a reducir la temperatura ambiental.
Los edificios que formarán parte del complejo incorporarán fachadas que regulen la entrada de luz natural en función de las necesidades de cada momento, así como luminarias con tecnología LED que regularán automáticamente la luminosidad ambiental óptima.
Además, dispondrán de un sistema de paneles solares fotovoltaicos destinados a la producción de energía eléctrica e innovadores sistemas de control de temperatura y calidad del aire en las zonas interiores del complejo.