La Expo Internacional de 2027 abre una puerta a un proceso de transformación de Málaga como nunca antes se había imaginado. Porque a la repercusión internacional que implicaría para la capital de la Costa del Sol su elección como sede de este evento mundial habría que sumar la materialización de un plan de infraestructuras valorado, de inicio, en casi 1.100 millones de euros, cuyo desarrollo permitiría sanar la herida del Guadalmedina, ejecutar el ambicioso Plan Málaga Litoral, cumplir el sueño de levantar el Auditorio y ampliar el Palacio de Congresos.

Son los cuatro pilares del plan de acompañamiento diseñado por el Ayuntamiento de Málaga e incorporado en el dosier presentado ante el Bureau International des Exposicions (BIE), responsable de la designación final de la sede de la Expo.

La suma de las cantidades de este póker de intervenciones, alguna de ellas asignaturas pendientes desde hace décadas, alcanza los 707 millones de euros: 200 millones para el Guadalmedina; 300 millones para el plan litoral; 96,7 millones para el auditorio, y algo más de 110 millones para el Palacio de Ferias.

Sin embargo, el esfuerzo económico que requerirá la Expo es mucho mayor y se dispara a 2.143 millones (sin incluir el desarrollo residencial asociado al evento, tasado en 245,7 millones de euros más). Este es el volumen económico que conforma la aspiración de Málaga de acoger este acontecimiento, siguiendo la estela de Zaragoza en 2008.

De acuerdo con la información del Consistorio malagueño, todas y cada una de las piezas que componen en origen la operación cuenta con el visto de las Administraciones públicas que participan de la iniciativa. Y entre ellas, el Gobierno central.

El aval de la Administración General del Estado es esencial e indispensable para garantizar el avance del proyecto. Entre otros motivos porque, como ocurrió en Zaragoza, serán las cuentas estatales las que asuman el mayor desembolso económico. No sólo de la infraestructura propiamente vinculada a la Expo (pabellones, accesos interiores, aparcamientos…), sino del gran y amplio paquete de acompañamiento. Es decir, de esas otras actuaciones que deben permitir revolucionar la capital de la Costa del Sol.

¿Y en cuánto puede llegar a cifrarse esta aportación? Las fuentes municipales consultadas apuntan que el modelo que se toma de partida es el de la capital maña. ¿Qué ocurrió en Zaragoza en 2008? Un informe del Consistorio zaragozano cifró en 2.370 millones la inversión final (recinto del Meandro de Ranillas más el plan de acompañamiento, que permitió el desarrollo de más de 120 obras en la urbe.

De la parte exclusiva de la Expo, tasada en su día en unos 700 millones, el Ejecutivo central asumió el 70% del total (el resto se lo repartieron la Comunidad de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza). Este porcentaje se rebajó a un 60% (según informaciones publicadas aquellos años) en el caso del plan de acompañamiento.

Tomando en consideración estos grados de implicación y extrapolando el caso a la Expo de Málaga, el compromiso presupuestario al que, presumiblemente, estará obligado el Gobierno puede alcanzar los 1.300 millones de euros.

De ellos, unos 650 relacionados con las instalaciones propias de la Expo; otros 600 millones con el plan de infraestructuras. Cifras a las que incorporar otros gastos en concepto de redacción de proyectos. La factura crecería, igualmente, en el supuesto de que el Gobierno responda parcialmente a los costes relacionados con la construcción de viviendas en el sector Buenavista, que es de su competencia.

Foco sobre el Gobierno central

El foco vuelve a colocarse sobre el papel de la Administración estatal y la Expo de Málaga después de que la semana pasada el candidato del PSOE a la Alcaldía de Málaga y secretario general en la provincia, Daniel Pérez, reclamase la inclusión de la "renaturalización" del Guadalmedina dentro del plan de inversiones que se acometa de cara a la Expo.

Un mensaje, lanzado junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares Bueno, que acota de manera clara el proyecto de intervención sobre el río. Entre otras razones porque el propio alcaldable socialista añadió: "Defendemos la renaturalización del cauce del río Guadalmedina, sin el hormigón gris, sin el asfalto oscuro de los puentes plaza". Y son justamente los puentes plaza una de las señas de identidad del proyecto que defiende el alcalde, Francisco de la Torre, y que se recoge en el dosier de la Expo.

Este es el detalle de los grandes proyectos recogidos en el dosier de la Expo: 

1. El Guadalmedina, 200 millones para 46 actuaciones: De la Torre quiere aprovechar la oportunidad histórica que brinda la candidatura de la capital de la Costa del Sol a organizar la Expo Internacional del año 2027 para activar el mecanismo que haga posible la transformación del río. En su caso, la iniciativa recoge la apuesta por integrar el cauce en la ciudad, mejorando sus condiciones ambientales, pero también creando embovedados parciales sobre los que permitir usos ciudadanos. Del paquete total de intervenciones, destaca la idea de soterrar el tráfico en las márgenes. De manera concreta, se incluyen diez actuaciones en áreas libres valoradas en 48,8 millones; 18 actuaciones hidráulicas, valoradas en 53,1 millones (varias pasarelas peatonales y la cubrición parcial del cauce entre los puentes de Armiñán y la Aurora); 11 actuaciones viarias, valoradas en 83,7 millones; 7 intervenciones en equipamientos, valoradas en 14,3 millones.

2. Palacio de Ferias: La operación de ampliación de las instalaciones feriales costaría 110,5 millones de euros. De esta suma, la mayor parte se destina al aparcamiento, con unos 37,2 millones; 26,9, al nuevo edificio; 15,7 millones a las instalaciones; 7 a la urbanización exterior, y los restantes 23,6 millones al equipamiento. La superficie de los terrenos en que se propone la extensión es de unos 40.000 metros cuadrados, "sobre los que se podría construir alrededor de 25.000 metros de edificación y bajo rasante, unos 50.000 metros". Ello abre la puerta a contar con unas 1.300 plazas de aparcamiento en dos sótanos, que podrían ser hasta 2.000 si se opta por incluir un tercer nivel bajo tierra. En el análisis municipal se indica que en función del uso que se le dé a la zona ampliada, "podría albergar desde 5.000 personas, como pabellón, y hasta 14.900 como auditorio en pie y gradas". 

3. El sueño del Auditorio: Es una de las grandes aspiraciones del alcalde de Málaga. De hecho, desde hace décadas viene trabajando en la construcción de un equipamiento musical capaz de ampliar la actual oferta de la ciudad. El edificio, que fue incluso de un concurso de arquitectura, tendría un coste cercano a los 97 millones de euros y se levantaría en los terrenos de la zona de San Andrés del puerto de la capital. El proyecto está formado por un gran edificio singular, donde se desarrolla el programa de auditorio, así como todas las dependencias necesarias para su uso: muelle de carga y descarga, escenario, montaje de escenario, almacenes, oficinas técnicas, patio de butacas y palcos, vestíbulos y foyer, salas de ensayo, camerinos, cafetería-restaurante, etc. El inmueble está formado por 5 piezas separadas por medio de juntas de dilatación debido a los condicionantes sísmicos y térmicos. Dependiendo de la configuración de la Sala Principal, ya sea para ópera, o para distintos usos como auditorio, las butacas oscilan entre 1.622 a 1.905 butacas. Asimismo, la Sala de Música de Cámara, tiene una variable configuración de las 465 butacas de ocupación máxima a las 75 butacas de ocupación mínima.

4. Plan Málaga Litoral: Está llamada a ser la gran operación urbanística de Málaga en las próximas décadas. El valor inicial de los trabajos alcanza los 380 millones de euros. Incluye la construcción de un túnel de 2,3 kilómetros para soterrar el tráfico de Muelle Heredia, Paseo de los Curas, Cánovas del Castillo y, parcialmente, del Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso. A este elemento se suma la construcción de dos estaciones de autobuses soterradas, una de ellas en la Plaza de la Marina y otra en la Explanada de la Estación. Todo este desarrollo permitiría generar unos 65.000 metros de espacio peatonal.