La malagueña Luisa Heredia, que estuvo diez días en huelga de hambre para reclamar una vivienda digna para su familia, ha conseguido aplazar hasta el 26 de mayo el lanzamiento de la casa que ocupa desde hace varios años.

La paralización del desahucio la ha concedido Gramina Homes S.S., dueña del inmueble, para intentar que el juez admita mientras tanto la vulnerabilidad de su familia, según ha explicado a EFE la representante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Mónica Pérez.

Heredia vive de un ingreso mínimo vital de 870 euros para ella y sus cuatro hijos, tres de ellos menores, uno de 8 años con espina bífida, una enfermedad que afecta a la columna vertebral y puede provocar discapacidades físicas e intelectuales.

Hasta el momento, "la respuesta que Luisa ha tenido por parte de las instituciones es prácticamente nula", después de su huelga de hambre, haber intervenido en el pleno municipal o haber acudido a los distintos partidos políticos, según Pérez.

Según Pérez, "los derechos de la infancia y el menor no se están respetando y la vulnerabilidad de esta familia frente a un gran tenedor inmobiliario tampoco".

A este respecto, ha recalcado que "sin viviendas con alquileres sociales que sean asequibles y un mercado inmobiliario basado en la especulación y la usura, gran parte de la población de Málaga se está enfrentando a la exclusión social".

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