A las Hermanitas de los Pobres de Málaga les faltan productos de limpieza e higiene para mantener el asilo donde dan cobijo a más de medio centenar de ancianos y, para conseguir la ayuda, han idea un trueque: ofrecen oraciones a quienes les donen artículos como papel de váter, detergente o jabón.
"La crisis la estamos pasando y en este momento hay más dificultad, las cosas se acaban, porque la lavandería es diaria y se consume mucho", explica a EFE la responsable de la casa de las Hermanitas de los Pobres de Málaga, Sor María Dolores Pérez, que destaca cómo la ciudad se ha volcado con ellas y "es más que generosa".
La congregación, que gestiona una residencia con una sesentena de ancianos pobres o con pocos recursos, pide artículos como papel higiénico, gel, detergente líquido y en polvo y suavizante, aunque también acepta donativos económicos.
Y es que el centro, explica la religiosa, necesita invertir en el cambio o reparación algunos equipos o electrodomésticos, como el aire acondicionado o la batería de los condensadores, que "ha ardido ya y corre riesgo de incendio".
"Tenemos un asilo de ancianos pobres con 62 residentes y somos siete hermanitas que los asistimos con el personal asalariado", explica la responsable del centro, que aclara que esta es su "labor primordial", además de salir a pedir, ya que solo viven de las donaciones.
"Ellos están como en su casa, pero nosotras estamos a su servicio. Ellos vienen aquí por diferentes circunstancias, puede ser que no tengan familia o recursos", apunta.
Para recoger el mayor número de productos posible, las religiosas han salido a la calle y han montado una mesa a las puertas del asilo, en la calle Héroe de Sostoa, en la que los ciudadanos pueden dejar sus donaciones. A cambio, ellas les ofrecen una oración y también aceptan donaciones vía transferencia bancaria y Bizum.
"Llevamos más de tres días y nos están dando una grata sorpresa porque están llegando las cosas sin parar desde la mañana hasta la noche. Los malagueños siempre han sido muy solidarios y han compartido las penurias que tenemos en este momento", asegura Sor María Dolores Pérez.
La hermana no solo agradece la contribución de los malagueños que pasan por allí para ayudar, sino también a ciudadanos de otras partes de España, como Canarias, Bilbao, Madrid o Barcelona, que ponen su granito de arena desde la lejanía.
"Prometemos rezar por todo el mundo que nos ayude, es nuestra manera de agradecer", concluye la religiosa.