Tras coger por séptima vez la vara de mando, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tomó la palabra para reivindicar "el comienzo de una nueva etapa" en la ciudad "que será espléndida". "Estamos en un presente de éxito. Hemos eclosionado y vamos hacia un futuro aún más prometedor", dijo. 

La visión de la capital en los ojos del regidor popular no deja un ápice para la duda, como tampoco la idea de futuro que pasa por continuar con el proyecto que lleva desmenuzando desde 2000, cuando Celia Villalobos le cedió la Alcaldía para tomar posesión como ministra. Desde entonces, seis reelecciones en las urnas y un séptimo mandato que ahora empieza y donde "los avances serán aún más importantes para los malagueños". 

"A poco que trabajemos lealmente los niveles local, regional y nacional y nuestra capital y su área metropolitana se convertirán en uno de los núcleos más atractivos del país, en una zona cuyo dinamismo económico generará empleo de calidad y oportunidades como nunca", expuso De la Torre. 

La mayor parte de su discurso lo dedicó a reiterar los proyectos que promete llevar a cabo durante los próximos cuatro años y que avanzó en campaña, sin embargo, dejó algunas otras claves

PLAN B A LA EXPO

La próxima semana se conocerá si Málaga albergará o no la Expo 2027 y De la Torre tiene trazado un plan A y un plan B. "Si nos imponemos al resto de candidaturas tendremos una gran visibilidad internacional y prestaremos un servicio a la humanidad", dijo sobre la primera de las opciones. 

Si finalmente Málaga no consigue ser la ciudad seleccionada, por contra, el regidor afirmó que se mantendría "el desarrollo de la parcela prevista para la muestra en Campanillas con parte de sus usos".

"Con Expo o sin ella, la marca Málaga ya trasciende a Andalucía y España, suena a nivel europeo y alcanza repercusión mundial. En los próximos años esa trascendencia será aún más intensa", aseveró.

DEMOCRACIA Y POLARIZACIÓN

El alcalde reivindicó en su discurso que "la mayor fuerza de la democracia está en el ámbito municipal" y defendió que todos los concejales que forman la corporación, "del primero al último, merecen/merecemos el máximo respeto y consideración".

"Discrepemos, pero como rivales no como enemigos. Demos ejemplo a nuestros representados, que nos han puesto aquí para que trabajemos por ellos, no para que echemos más madera a la hoguera de la polarización", sentenció, al tiempo de asegurar que "las pantallas, útiles para multiplicar mensajes, no sustituyen al diálogo cara a cara".

DECRECENTISMO

Citando a Daniel Gascón, el regidor censuró el decrecentismo como “una estafa” y apostó por “crecer de forma sostenible", pero "no dejar de crecer".

La fórmula de De la Torre, como vienen defendiendo desde hace unos meses, pasa por sustentar el empuje de la capital en el área metropolitana, extendiendo así sus límites. Para hacerlo, reclamó "trabajar lealmente" entre la administración local, regional y nacional.

"El empuje de Málaga pasa por el área metropolitana, por municipios de nuestro entorno que tienen gran capacidad de acogida y enormes posibilidades en las próximas décadas", resumió, apostando a su vez por mejorar la red de Cercanías o incrementar las conexiones intercontinentales del aeropuerto.

Dentro de esta estrategia es clave el Plan Litoral. "De aquí a 2040, el centro de la ciudad se extenderá hacia la Malagueta y Huelin a través de una actuación de regeneración urbana mediante la creación de nuevos espacios verdes y nuevos espacios ciudadanos", expuso, delimitando cuatro áreas diferenciadas: María Zambrano-Perchel, Bulto-Huelin, Centro Histórico y la Malagueta.

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