Aquejado de un dolor de espalda, acudió a un centro de salud de Málaga el pasado 14 de agosto. Los médicos le dijeron que su malestar se debía a una mala postura, le prescribieron un tratamiento y se fue a su casa. Tras pasar una mala noche, con el dolor extendiéndose a la cabeza y una cojera, al día siguiente se trasladó a un hospital, donde insistieron en el mismo diagnóstico del día anterior.

Sin prueba alguna, según su entorno, el paciente recibió una inyección, volvió de nuevo a su casa y falleció por la tarde. Ahora, su familia quiere que investiguen su muerte ante la posibilidad de que el diagnóstico no fuera el adecuado. 

La Asociación El Defensor del Paciente ha solicitado al fiscal jefe de Málaga que investigue el caso por un supuesto diagnóstico erróneo en Urgencias. El colectivo ha reclamado este jueves una investigación de oficio y la depuración de responsabilidades ante lo que califica de "deficiente atención con resultado de muerte".