La transformación de las antiguas cocheras Portillo, en pleno barrio de Carretera de Cádiz, sigue quemando etapas antes de ponerse en marcha. El prolijo procedimiento administrativo y urbanístico al que está sometida esta importante operación inmobiliaria da un nuevo paso con la exposición a información pública de las bases de actuación del proyecto, que si bien impulsa Inmuebles Portillo, S. L., tiene a la gestora Ádsolum Real Estate, del grupo Altamira doValue, como principal valedor. La inversión estimada puede rondar los 37 millones de euros, según anunció la promotora hace apenas unos meses.
Entre ambas entidades existe un compromiso de compra condicionado a que previamente se complete la hoja de ruta trazada para hacer posible la construcción sobre esta parcela de la zona oeste de la capital una torre de planta baja más 13 alturas, destinada a hotel u oficinas, y otros dos inmuebles de planta baja más 7 alturas de uso residencial. Uno de ellos está pensado para albergar 108 viviendas libres y el otro, 50 viviendas de protección oficial.
Aunque aún quedan por concretarse los detalles del proyecto de reparcelación, se maneja la opción de que sea el Ayuntamiento de Málaga el que asuma el techo edificable protegido, como parte de la cesión obligatoria del 10% de los aprovechamientos del sector.
La dimensión en vertical inicialmente pretendido se ve ligeramente alterado por las nuevas servidumbres del aeropuerto de la Costa del Sol. Las mismas han obligado a rebajar una planta de la torre hotelera o terciaria.
Tal y como se destaca en la documentación oficial, el nuevo desarrollo permitirá generar un nuevo espacio público que aumentará la dotación de espacios libres en el entorno, así como mejorar las condiciones de movilidad transversal, tanto viaria como peatonal, respecto a la Avenida de Velázquez.
A este factor se suma la potenciación de la diversificación de usos incluyendo, junto al residencial, usos comerciales, terciarios y dotacionales, que promuevan la creación de un lugar de referencia urbana local.